Quien quiera subirse al carro del postureo gastronómico puede dirigirse a Lasarte Barcelona, Noor en Córdoba, DSTAge en Madrid… o cualquiera de los restaurantes españoles que la guía Michelin encumbró en su último reparto de estrellas. ¿Lo malo?, que tendrá que rascarse el bolsillo, y mucho. Aunque estas direcciones ofrecen una cocina y una experiencia de altura, lo cierto que es que sus menús degustación, que superan con gusto los 120€ (y eso sin hablar de maridarlos con vino), siguen siendo territorio vetado para la amplia mayoría.

Sin embargo, eso no quiere decir que solo unos pocos puedan ser foodies. Tampoco que no podamos disfrutar de locales de moda, porque los hay que, sin más estrellas que las buenas críticas de sus clientes (los que, además, repiten), poseen un menú perfectamente asumible sin necesidad de doblar turno, fregar platos a la salida o jugársela con el infame truco de la amenaza en TripAdvisor. Son templos culinarios que, en la capital, se han renovado gracias a aperturas y al descubrimiento de calles y distritos que pisan fuerte.

Creo que no lo habéis entendido…

Si buscas dónde celebrar San Valentín en Madrid o planeas una escapada, toma nota de los sitios donde podrás reservar, quedar genial en redes sociales (si no perdonas subir una foto) y, sobre todo, comer la mar de bien sin por ello arruinarte.

La cocina de Davide Bonato es la responsable de que muchos hayamos comenzado a replantearnos nuestro desapego por la pasta. Claro que, en vez de verlas como peligrosos carbohidratos, en el caso de Gioia es el súmmum de la delicia, porque la hace artesanalmente a diario y porque te la sirve en el plato tras rematar la preparación en tu propia mesa. Además de unos perfectos tallarines a la trufa, no hay que dejar de probar su huevo mórbido en costra de arroz, su carrilera de ternera, su pannacotta… La cena sale por unos 30 € por persona de media.

Plato que nos chifla: Tagliolini al tartufo (para dos personas a compartir, 21 €).

¿Dónde? Calle de San Bartolomé, 23. Tel.: 91 524 55 47.

Tagliolini al tartufo, nuestro plato favorito.

Es uno de los locales más de moda y se encuentra dentro del Hotel Tótem, en el barrio de Salamanca, con una decoración muy particular que nos traslada a la década de los años 20. Fue entonces cuando Scott Fitzgerald publicó la novela que da nombre al restaurante. El menú es bastante ecléctico, con propuestas tan variadas como el Espeto de caballa (10 €), la ensalada de lentejas (21 €) o la Merluza a la plancha (17 €, con cus cus de brócoli y coliflor). El ticket medio ronda los 30 € y se puede optar por pedir varios platos y compartirlos, para así probar un poco de todo.

Plato que nos chifla: Costillas deshuesadas, glaseadas con naranja y mostaza (17 €).

¿Dónde? Calle Hermosilla, 23. Tel.: 91 109 14 41.

Algunos de los platos de su carta.

La capital se resiste a dejar marchar la moda de las hamburguesas gourmet. Las que ahora se han convertido en las más irresistibles son las de N5, que apenas necesitan de 150 gramos para enamorarnos (cuando otros restaurantes apostaban claramente por las de medio kilo). Hay bastante variedad, destacando la de carne de pato con cebolla confitada, pero también las clásicas de carne de ternera gallega. Curioso que en su argot se incluya el salmón y el lomo de atún rojo como parte de la oferta hamburguesera… (desde 8 €/hamburguesa).

Plato que nos chifla: Hamburguesa de ternera gallega con foie en pan artesano de cerveza negra (10 €).

¿Dónde? Calle Ponzano, 46. Tel.: 91 867 52 04.

Amor a primera vista, ¿verdad?

Los amantes de las fusiones surrealistas en gastronomía tienen que reservar cuanto antes en la última aventura de los dueños de Galleta. Raro Rare es un restaurante conceptual y extravagante que se inspira en un gabinete de curiosidades decimonónico y que ofrece una carta a la altura de semejante concepto. Platos crudos, semicrudos, cocinados… y todos con nombres extraños y divertidos. La Curretuna (dados de atún crudo con curry verde picante de verduras y arroz, 15,50 €) o el Frogi (ancas de rana con mayonesa de cilantro y mojo amarillo, 15,50 €) son dos ejemplos.

Plato que nos chifla: Bravarraras (bolas de yuca con foie, papada de ibérico y rocoto; 9 €).

¿Dónde? Calle Barceló, 5. Tel.: 682 050 304.

No intentes descifrar los nombres de los platos.

Es el asiático hipster del momento. Su nombre homenajea a una de las leyendas de samuráis más importantes de Japón y es la última aventura del chef extremeño Borja Gracia, que ya sorprendió con su tapeo nipón en plena Gran Vía hace tres años. Lo que él propone en este local es un viaje por el país probando todo tipo de bocados delicados, con precios entre 12 y 24€ el plato. Así, hay takoyakis (buñuelos de pulpo típicos de Osaka), gyozas, caballas ahumadas, anguilas kabayaki, pez limón con yuzu… y posibilidad de pedir medias raciones.

Plato que nos chifla: Gyozas melosas de wagyu, calabaza, queso cotija y relish de pepino (12€/4u).

¿Dónde? Calle Jorge Juan, 38. Tel.: 91 348 50 34.

Cocina tradicional japonesa con toques creativos.