En la última encuesta realizada por el gigante de la protección Durex, se llegó a la conclusión de que España es uno de los países en los que más tarde se pierde la virginidad. Así como hay países como Brasil donde los jóvenes mantienen su primera relación sexual de media a los 17,3 (y digo ‘de media’, esto quiere decir que muchos lo hacen antes), en nuestras fronteras los jóvenes tienen su primera relación completa con 19,3 años de media. Así que, si en España el primer hijo se tiene a los 30,5 años, tenemos aproximadamente una década en la que hay sexo sin criaturas ‘de por medio’. Antes de que todo cambie.

¿Tantas diferencias hay en el sexo antes y después de los hijos? Sí. Definitivamente sí. Y estas son las principales:

¿Tanto cambia la vida sexual cuando llega un nuevo miembro a la familia? © Campaña Dolce & Gabbana
  • LA LOGÍSTICA

Cuando le das la bienvenida al sexo, a la edad que sea (y mejor que sea con una cierta normalidad, u os puede pasar como a esa antigua concursante de realities que todos conocían como Mónica la Virgen y que acabó siendo empresaria del porno), uno de los principales problemas que sueles tener son los de logística.

Si vives en casa de tus padres, te toca esperar que hagan mutis por el foro (y tus progenitores siempre parecen tener una extraordinaria querencia a quedarse en casa) o ponerte creativo. Lo que no habrán visto esos primeros coches que, total, cuanto más mayores nos hacemos mejores son y menos los usamos para estas lides. No cabes, te chocas con todo, los cristales se empañan, aparecen voyeurs en medio del sitio ‘discreto’ donde lo has aparcado… ¡Un estrés!

Ya lo decían los Inhumanos, es difícil de narices…

La cosa mejora cuando uno (o más) de los implicados tiene casa. Ahí no cabe la vergüenza, porque rara vez vais a estar sin alguien en la habitación de al lado. ¡Pero qué le vamos a hacer! ¡Ya veréis cómo lidiar con eso por la mañana!

«Lo hiciste tan bien que pensé que te merecías un globo».

Con niños, en cambio, la cosa varía. El sitio lo tienes, al menos en teoría. Pero la práctica dice que la logística sigue siendo tan complicada como cuando eras joven, no tenías casa ni un chavo para irte a buscar un lugar para… jugar al parchís.

Por un lado ¿qué haces cuando tienes ‘ganas de tema’ y tienes a tus bebés por ahí danzando? La bloguera Esto es para una que lo quiere así lo tiene claro: Pocoyó. Si hay niños por en medio y sabes que cuando ven la tele se quedan extasiados frente a ella, no encontrarás un motivo más loable para encenderla. Pocoyó, el conseguidor de sexo.

«Y mientras los niños me ven los papis… bailan el gangnam style».

El otro gran problema de logística llega cuando los niños duermen con vosotros. El colecho está de moda (ojo, no el cohecho, que eso solo se lleva en política) y muchos padres optan por dormir con los niños. Y claro, no te vas a poner sensual con tu bebé al lado. Cuando hay bebés durmiendo en nuestra cama tenemos que ser creativos. En realidad, se puede tener sexo en casi cualquier sitio menos en la cama donde están los niños… ¡será por opciones!

 

  • CUESTIONES PRÁCTICAS

Cuando no tienes hijos, no practicas sexo tantas veces como te gustaría. Eso sí, cuando hay posibilidades de tema ¡es una fiesta!

«¡Hoy triunfo!»

Generalmente la cosa se planea y se tienen en cuenta muchos aspectos: ropa interior (ya no sugerente necesariamente, pero sí coordinada), la segadora pasada la depilación hecha y estás preparada para tener tu business time. ¿Quizás una cena preparada, una música sugerente, una iluminación que favorezca?

Todo esto cuando tienes niños son cosas impensables. Se tiene sexo cuando se puede y como se puede. Y, además, rápido. ¿Sabéis lo que pensé cuando vi el vídeo viral de la madre sacando a los peques en plan ninja del despacho de su marido? Que el sexo cuando eres padre es un poco así.

Aquí la ‘madre ninja’.

Así que apañas las cosas como puedes, ‘a salto de mata’. «¿Ahora tenemos un rato? Pues dejémonos de tonterías y ‘al turrón’. Y además sin hacer mucho ruido, que no queremos tener visitantes inesperados». Si creíais que no había nada más embarazoso que que te pillaran tus padres, entra en juego la posibilidad de que te pillen tus hijos. Imaginaos que estáis en pleno éxtasis y de repente aparece uno de tus pequeños con cara de despistado. Y aunque no aparezcan: existe lo que la bloguera Pequeñas personitas dio en llamar Sexo por fascículos.

Visualicen (o mejor no, que me da vergüenza): pareja metida en faena, jolgorio, risas compartidas, amor del bueno, sexo del mejor, niños plácidamente dormidos… cuando de pronto: «BUAAAAAHHHH». ¡Dios de mi vida y de mi corazón! ¿Y ahora qué hacemos? Ir a atender la llamada, desde luego, pero ¿quién va? ¿mamá ‘chorreante de amor’? ¿o tal vez papá ‘con el asunto en todo su esplendor’? Menudo dilema… Y te da la risa porque sí, porque hay que reír. ¡Cosas que pasan!

  • LA CONFIANZA

Lo cierto es que cuando eres joven tienes el cuerpo ¡y lo peor es que, acomplejada con tus múltiples chorradas no eres consciente de que jamás volverás a estar así de ‘tremenda’ en tu vida! Tienes que lidiar con tus inseguridades y con tus absurdas vergüenzas.

Sin embargo, cuando ya has tenido hijos, ya está todo el pescao vendido. Tu pareja y tú os habéis visto desnudos tantas veces que carece de todo tipo de emoción la cosa. ¡Cero novedad!

Recuérdalo mientras puedas.

Y esto, oye, pues quita mucha presión. Puede que tu Paco no sea George Clooney (aunque desde que se casó con Amal ha perdido deseabilidad a pasos agigantados), pero sabes qué teclas tocar para que ‘se ponga tonto’ en tiempo récord. Y lo que es mejor: él también sabe hacerlo contigo.

Cierto es que cuando acabas de tener hijos todo está en tu contra, a saber:

  1. Durante los primeros cuarenta días después de dar a luz recomiendan abstenerse de tener relaciones sexuales. Es lo que se conoce como cuarentena. Pasadas esas semanas tu médico te dará vía libre (o no) para el sexo.
  2. Aunque no hubiera un médico que te lo prohibiera, lo cierto es que tampoco te apetecerá mucho. Tienes prioridades más importantes, como estas cosas tan absurdas tipo dormir, darte una ducha, comer algo… Los bebés pueden ser muy absorbentes.
  3. La lubricación puede ser un problema que, después de los partos, se suma al de la inseguridad.

¡Pero todo esto es superable! Como dice Mamen Jiménez, la Psicomami, hay que buscar maneras para retomar el amor, en general, y para hacerlo, en particular.

De su libro ‘Amor con ojeras’.

Al final, va a resultar que no hay momento perfecto para hacer el amor, tengas la edad y las circunstancias que tengas. Pero lo importante es dejarnos de tonterías y ¡hacerlo!