¿Depilarse o no depilarse? He aquí la cuestión. Mientras en los últimos 40 años la escasez de vello en las féminas se ha instaurado como canon único, cada vez son más las voces que se rebelan ante esta imposición. Partiendo de la base de que cualquiera de las dos opciones no te hace ni más ni menos higiénica (al igual que a un hombre, gracias), todas estamos de acuerdo en que apostar por una u otra alternativa depende única y exclusivamente de cada una. Y es que el debate no debería radicar en si llevar o no vello, si seguir una moda de depilación o ir a contracorriente de los establecido, sino en la libertad de elección de cada mujer y la tranquilidad de no ser juzgada por las decisiones tomadas respecto a su cuerpo.

Depilarse o no depilarse debería ser una opción personal de cada una. © Victoria’s Secret

Sin embargo, existe una disyuntiva de la que todavía no hemos hablado y que afecta única y exclusivamente al sector de las solteras entre las que me incluyo. No hay nada peor que encontrarte en ese estado civil simple y llanamente porque nunca sabes cuándo depilarte. Y no lo digo yo, lo dicen mis amigas felizmente casadas o ‘arrejuntadas’ que dirían nuestras abuelas. «Tú si quieres puedes pasarte meses sin hacerte las ingles, ¿no? ¡Jo, qué suerte», me dijo un día mi amiga P.C. A la que mando un beso envenenado desde aquí.

Esa fue mi reacción ante tal pregunta-afirmación.
Esta fue mi reacción ante tal pregunta-afirmación.

En un principio reconozco que me reí, pero luego me di cuenta de que mi amiga estaba relacionando la cantidad de vello en mi cuerpo con la frecuencia de mis encuentros sexuales. A ver. Según su teoría, mi depilación dependía proporcionalmente de mi número de amantes. A mayor cantidad de polvos hablemos en plata, mayor depilada estaría. ¿Era eso verdad?

Elmo ni lo sabe, ni le importa. Más que nada porque él nunca se depila. Suertudo él.
Elmo ni lo sabe, ni le importa. Más que nada porque él nunca se depila.
  • ¿Cuándo se depilan las solteras?

¡Bingo! Esa es la pregunta del millón. Como single lady que he sido la mayor parte de mi vida, lo cierto es que he vivido bastantes altibajos en mi relación con la depilación. Y sí, aunque mi madre siempre me dijo lo de «ve siempre bien depilada no vaya a ser que te caigas, te rompas un pie y te lleven al hospital», reconozco que no le he hecho caso. Es más, os diré que me torcí el tobillo una vez y aparecí en urgencias con toda la pierna llena de pelos.

Menos mal que el médico no era ESTE.
Menos mal que el médico no era ESTE.

Pasado el shock inicial por la afirmación de mi amiga, consideré que tuviese parte de razón. Echando la vista atrás, las épocas en las que había tenido pareja o un rollo más o menos estable, mi depilación había sido más frecuente. Sin embargo, las épocas de sequía, había dejado crecer mi jardín exterior. ¿El motivo? Pues no sabría deciros. Vagancia, pereza, no querer sufrir con la cera o el láser… Además, si ya de por sí en verano tengo que depilarme, por pasar el invierno un poco más abrigada tampoco pasa nada, ¿no?

El vello es a la piel, lo que los abrigos a los humanos. Ambos dan calor.
El vello es a la piel, lo que los abrigos a los humanos. Ambos dan calor.

Así pues, me decidí a hacer la siguiente lista sobre cómo, cuándo y por qué nos depilamos las solteras (partiendo de mi experiencia). Allá vamos:

1. Invierno, época de vacas flacas

Partiendo de lo que os comentaba antes, es cierto que depilarse en invierno da un poco más de pereza si no tienes planes sexuales a la vista. Da igual el método que utilices, todos te parecen igual de tediosos y/o dolorosos. De hecho, preferiría visitar el Polo Norte en bikini antes que pasar por la esteticista.

Bienvenidas a la casa del terror, queridas.
Bienvenidas a la casa del terror, queridas.

2. El llamado ‘síndrome del nido vacío’

Igual que tus padres se quedaron muy tristes cuando abandonaste la casa familiar, las solteras desarrollamos un profundo amor por nuestro vello. Nos despertamos, desayunamos, trabajamos, cenamos, vemos la televisión y dormimos con él. Así pues no es tan fácil eliminarlo de nuestra vidas si no tenemos una muy buena excusa. Que normalmente es un viaje a la playa o una cita.

Desprendernos de él y dejarlo morir puede ser muy traumático.
Desprendernos de él y dejarlo morir puede ser muy traumático. Ojito.

3. Bodas, bautizos y comuniones

Otro de los motivos por los que una soltera decide depilarse son las celebraciones de alta gama como son las BBC. Aunque lleves pantalón y llueva o nieve, sabes que el hombre de tu vida o de una noche, se esconde entre toda esa marabunta de gente.

La búsqueda de una presa en las BBC es como luchar en Sparta.
La búsqueda de un ligue en las BBC es como luchar en Esparta.

4. La no depilación como método anticonceptivo

No te rías porque sabes que no ir depilada ha sido uno de los motivos por los que más de una vez le has dicho que no a un chico. Es más. Conozco a mujeres que no se depilan en la primera cita para no caer en la tentación. Y funciona.

Aunque he de decir que a la inversa el resultado no es el mismo. Jamás en la vida he visto que una chica que se haya depilado para quedar con un chico, que haya sido capaz de ser fiel a la promesa hecha horas antes a sus amigas: «Tías, de verdad, que el hecho de que me haya depilado no tiene nada que ver con que vaya a pasar algo».

Claro, claro, lo que tú digas...
Claro, claro, lo que tú digas…

5. Posponer el dolor

Tal cual lo leéis. He pasado días sabiendo que debía depilarme, pero la idea de sufrir me aterrorizaba. Vale que la cuchilla no duele, pero da pereza. Y el láser y la cera SÍ duelen. Y la que diga que no, miente. Y mucho. Además, es mejor que te lo hagan en un sitio especializado, en mi humilde pero valiosa opinión, que usar tiras depilatorias y demás artilugios. Yo he llegado a pasar tres horas con la tira pegada a la ingle sin poder quitármela. Palabrita.

Yo cada vez que pido cita en la esteticista.
Yo cada vez que pido cita en la esteticista.

Sin embargo, y retomando las palabras de mi amiga P.C., tengo la respuesta definitiva para su afirmación. Decir que las solteras nos depilamos menos es como decir que las casadas practican más sexo. ¿Verdad? ¿Mentira? ¡Depende! Lo importante de la depilación, ya seas casada o soltera, es que la practiques cuándo, cómo y dónde quieras tú. Y pelillos a la mar. Nunca mejor dicho.

Hasta Raffaella se entera de esto ahora, tranqui.
Hasta Raffaella se entera de esto.