Yo me di cuenta de que mi novio era de otra generación cuando me preguntó extrañado para qué necesitaba un fijo en casa”. Hay frases que, dichas sin malicia, incluso sin intenciones, inopinadamente, te cambian la vida. Este fue el caso de Carolina. Ella, 38 años. Su chico, Carlos, 30. Hasta ahora, excepto por la experiencia de vida que dan ocho años más, ninguno ha encontrado diferencias insalvables en su madurez como para pensar que existía un problema intergeneracional entre ellos. “Hasta que me hizo esa pregunta”, bromea Carolina.

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Puede parecer una bobada, pero a los que tiramos de fijo los fines de semana para hacer la rueda de amigos y familiares, una pregunta así nos descoloca. Pero es normal si se tiene en cuenta que Carlos es parte de los, aproximadamente, ocho millones de españoles –según el Instituto Nacional de Estadística- nacidos entre 1981 y 1995 (es decir, tienen entre 33 y 19 años, uno más, uno menos) y que se agrupan bajo el nombre de ‘millennials’ por la sencilla razón de haber llegado, casi todos, a la mayoría de edad en la entrada del nuevo milenio. Una generación que, y sin intención de homogeneizar, no necesitan ese fijo porque Internet y las redes son, indiscutiblemente, su forma predilecta de socializar.

© Palo Alto
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Preparados, listos… ¿y ya?
Pero los ‘millennials’ son mucho más, al menos, sociológicamente hablando. “Se trata de un grupo de jóvenes muy preparados, que han crecido y se han formado al calor de un éxito económico representado por sus padres, que les dieron todo lo que necesitaban, incluidas oportunidades que a ellos les costó mucho tener”, explica Gonzalo Aristaráin, sociólogo. “Y ahora se encuentran ante un país con una crisis y unos niveles de paro que les ha obligado a utilizar todas las herramientas que tienen a mano para seguir adelante”.

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Así, los ‘millennials’ son lo que son por evolución social, pero también por imposiciones repentinas, como la crisis. De ahí que muchos de ellos tarden aún más de lo habitual (y ya es decir) en emanciparse. Pero, cuando lo hacen, su tendencia no es a la compra: “Tienen claro que su vida no va a estar atada a una hipoteca; prefieren alquilar”. Algo extrapolable también a otros hábitos de consumo: sus ingresos van antes a un smartphone o a un viaje low cost (organizado de principio a fin por ellos, sin intermediarios) antes que a un coche. Algo que, para sus padres, es impensable y, en ocasiones, motivo de fricciones: “Sus progenitores trabajan por y para una forma de vida determinada, que era casarse, comprarse una casa, un coche familiar y tener hijos. Pero esos hijos hacen otra lectura: se han atado de por vida a un matrimonio y a una hipoteca”, diferencia Aristaráin.

"Tienen claro que su vida no va a estar atada a una hipoteca; prefieren alquilar"  © New Girl
«Tienen claro que su vida no va a estar atada a una hipoteca; prefieren alquilar» © New Girl

Tener el control
Este pensamiento se ha extrapolado a todos los ámbitos de su vida: que nada, excepto ellos, la controlen. “Curiosamente, donde los más mayores vemos una forma de atadura peligrosa, como son los móviles, Internet y las redes sociales, ellos ven su libertad y su capacidad de control de su vida”. Ellos opinan, ellos dominan. Sus conocimientos informático y de las redes, su familiarización (en algunos casos, ya innata) con la tecnología y la comunicación hacen que controlen qué, cómo, cuándo y dónde. Un control que, en la medida de lo posible, se traslada al área laboral.

Lena Dunham (Hannah) es directora, guionista, productora y protagonista de la serie.... ¡Con solo 28 años!  © Girls
Lena Dunham (Hannah) es directora, guionista, productora y protagonista de la serie…. ¡Con solo 28 años! © Girls

Este es otro rasgo que remarca enormemente el salto generacional, que hace que los ‘millennials’ no sean solo una nomenclatura. “Ven a sus padres trabajar sacrificadamente, en muchas ocasiones en busca del éxito, del escalar, escalar, escalar… Ellos, en cambio, trabajan para vivir, y lo importante es disfrutar del camino, no de la meta. Para algunos, y en la situación en la que vivimos, ni siquiera la hay, pero eso no significa que no quieran ser felices. Simplemente, le sacan partido al presente, imprimen pasión a la vida”.

Lena Dunham (Hannah) es directora, guionista, productora y protagonista de la serie.... ¡Con solo 28 años!  © Girls
Lena Dunham (Hannah) es directora, guionista, productora y protagonista de la serie…. ¡Con solo 28 años! © Girls

Una concepción de trabajo y un sentido del control que les lleva a romper moldes respecto a la generación anterior: o bien montan su propio negocio, o bien cambian de puesto con una frecuencia que espanta a sus mayores: “Se trata de buscar cosas mejores. En ocasiones también lo hacen porque sencillamente rechazan la forma de trabajar de una empresa, o su ética, su forma de hacer… Suena temerario para muchos, pero no para ellos”, comenta Aristaráin.

Aprovéchame
Al final las mayorías imponen sus criterios, y muchas empresas se están dando cuenta de que esta filosofía de vida puede marcar, para bien, la evolución de un negocio. ¿De qué se forma una oficina si no es de personas? “En una empresa es importante la experiencia, pero también la capacidad de aprendizaje, el feedback entre compañeros y la capacidad de trabajar en grupo”, enumera Miguel Moreno, especialista en recursos humanos. “Las antiguas generaciones tienen mucho que enseñar; esa costumbre en la que había que aprender de tu superior y, a partir de ahí, ascender, sigue existiendo, pero se mezcla con otras cosas igual de importantes. Por ejemplo, que los jóvenes tienen también mucho que enseñar, seguramente por controlar un salto cualitativo tan importante como ha supuesto la era digital”.

JLaw probando las Google Glass  © Facebook Jennifer Lawrence
JLaw probando las Google Glass © Facebook Jennifer Lawrence

Otro rasgo que caracteriza a los ‘millennials’ y que puede ser muy beneficioso para las empresas es que son capaces de aprender a una velocidad considerable: “Viene marcado por las nuevas tecnologías y porque en Internet encuentras todo. Antes, el aprendizaje era casi como un tesoro que se iba dando moneda a moneda; ahora todo está ahí, en la red, se aprenden cosas a una edad que antes se aprendían más tarde. Eso hace que no tengan miedo a adquirir responsabilidades”, detalla Moreno. Eso sí, matiza que la entrega de esas responsabilidades depende del buen criterio del mayor. Moreno también ve un aspecto de adaptación: “Quien antes aprende, antes de adapta y, desde esa adaptación, evoluciona hacia cambio”. De ahí esos cambios de trabajo, de responsabilidades, de tareas.

Otra característica óptima para las empresas es la capacidad de trabajo en grupo de los ‘millennials’: “Se les tacha de individualistas, de estar absorbidos por las nuevas tecnologías, pero su capacidad de trabajar en grupo es mayor que la de generaciones anteriores, más acostumbradas a la individualidad, al mérito propio, a no compartirlo con otros”, explica Aristaráin desde el punto de vista sociológico.

Jenna Lyons, Directora Creativa de JCrew, es la jefa de Hannah en la tercera temporada de la serie.   © Girls
Jenna Lyons, Directora Creativa de JCrew, es la jefa de Hannah en la tercera temporada de la serie. © Girls

Los ‘millennials’, en titulares
¿Cómo se traslada ese pensamiento al resto de ámbitos de la vida?

  • ¿Quién es raro? Su contacto con objetos y personas de otros países los convierten en más abiertos socialmente a otras razas, religiones, orientaciones sexuales…
  • Virgencita, virgencita… que no me quede como estoy. Los ‘millennials’ tienen una pasión: probar todo lo nuevo, como si el mundo fuera continuamente una versión beta. Eso sí: poco después, lo nuevo ya no lo es, así que, actualizarse o morir.
  • TripAdvisor es Alá… y Google Maps, su profeta. Viajar es cuestión de wifi. Megabuscadores, pago por móvil, códigos QR y realidad aumentada en las guías virtuales son sus credenciales para viajar.

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  • Bella en las redes… y en casa, en pijama. Cómo aparezcan en redes sociales es fundamental porque son su escaparate al mundo. Eso sí: si trabajan en casa, el pijama es suficiente. Y, si lo hacen en oficina… evitemos la corbata para dejar paso diario al vaquero.
  • Lo colectivo. Es una generación grupal y, por tanto, colectiva: también en lo económico. La banca ética les gusta en la misma medida que rechazan la tradicional, hacia los que desconfían.
  • El consumo. Pocas generaciones conocen tan bien lo que ofrece el mercado como ellos, al haber nacido en la era del branded content y el marketing de contenidos. Eso los convierte en los mejores vendedores.
© Instagram @poppydelevingne y @emmaroberts6
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  • ¿Un fijo en casa? Volvemos al principio…