Lo sabemos, Londres es el destino ideal para hacer una escapada en Navidad: calles llenas de luces y edificios engalanados para la ocasión; tiendas como Harrods o Hamleys de las que salir con regalos maravillosos; dulces ad hoc para saborear en salones de té como Fortnum & Mason; brindis con mulled wine en Winter Wonderland, en pleno Hyde Park, mientras conoces a Santa Claus; villancicos en Trafalgar Square, y otras muchas delicias made in England.

Ahora bien, ¿y si no soportas los Christmas trees, al ubicuo Papá Noel y las jingle bells que tintinean allá por donde vayas? Estas son nuestras propuestas londoner para que pases por estas fiestas… ¡sin que ellas apenas pasen por ti!

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Harrods iluminadísimo para recibir la Navidad.

Arte hasta para dormir

¿Por qué no convertir CitizenM, uno de los alojamientos más arty de Londres, en cuartel general de tu escapada no-navideña? Este hotel situado en el Bank Side, interactivo, informal y lleno de personalidad, atesora mobiliario y piezas del mejor diseño contemporáneo. A un paso de la Tate Modern y del Shakespeare’s Globe, está próximo a las estaciones de metro de Southwark y de London Bridge. Por si, en algún momento, deseas sucumbir (un rato) al espíritu de la Navidad.

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Patio interior del hotel CitizenM.

Bye, bye, pavo…

Decir pavo y pensar en Navidad es todo uno. Pero ¿y si cambiamos de ave y hablamos de flamencos? En el restaurante The Roof Gardens estos animalitos rosas cobran absoluto protagonismo. Pero que nadie se lleve las manos a la cabeza: no hablamos del menú, sino de los increíbles jardines –con lago incluido– donde habitan… ¡en la terraza de uno de los edificios más exclusivos de Kensington! Cocina de autor y una carta inmensa de cócteles para brindar por las fiestas, on the top.

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Flamenos pasando el rato por el jardín de The Roof Gardens.

Quiero ser una lady victoriana

Uno de los secretos mejor guardados de Londres es la casa-taller-museo de Frederic Leighton: uno de los artistas más fascinantes de la pintura prerrafaelita del siglo XIX. Gracias a su decoración victoriana de inspiración oriental, traspasar sus puertas es entrar en un universo intimista donde olvidas todo cuanto queda fuera. Muebles, cerámica, vidrieras, libros, fotografías y, por supuesto, cuadros de Lord Leighton son algunos de sus tesoros.

Ahora, quienes visiten esta mansión podrán contemplar la exposición dedicada a Flaming June, una de las obras más famosas de su dueño (hasta 2 abril, 2017). Y, aunque el frío obligue a abrigarse, merece la pena descubrir su jardín privado: sencillamente, lovely.

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Narcisus Hall del museo Leighton House. © Will Pryce – LR

Regreso a la infancia

En Londres, para recuperar a la niña que fuiste, no hace falta sentarte en las rodillas de Papá Noel; basta con ir al Museum of London para disfrutar como una cría. Porque aquí nadie te regañará por acercarte demasiado a las piezas que se exhiben o por tocarlas.

Este museo está ideado, precisamente, para interactuar con las obras expuestas. Además de conocer la historia de la ciudad –desde antes de su fundación hasta nuestros días–, puedes visitar la muestra Fire! Fire!, que nos conduce por el terrible incendio que sufrió Londres hace 350 años. Eso sí, con un tono muy entretenido y nada truculento (hasta 17 abril, 2017).

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Exposición ‘Fire! Fire!’ en el Museum of London.

¡Viva la vulgaridad!

Un jersey con un reno bordado… ¿es un poquito cursi o una oda al bad taste? En las salas del centro cultural Barbican dedicadas a la exposición The Vulgar: Fashion Redefined, no encontrarás nada que te recuerde a villancicos, polvorones ni belenes, pero sí un estudio entretenidísimo y pormenorizado de lo que resulta de mal gusto o no en cuestión de moda.

Los excesos y excentricidades de Lagerfeld, Lacroix, Moschino, Dior, Galliano, Schiaparelli, Givenchy y muchos más diseñadores en una muestra que redefine el concepto de vulgaridad. ¿Irán a verla las Kardashian antes de elegir outfit para Christmas Eve? (Hasta 5 febrero, 2017).

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El trabajo de Jeremy Scott para Moschino, analizado en la exposición ‘The Vulgar: Fashion Redefined’.

La reina del baile

El planeta sería un lugar mucho más aburrido si, en 1959, no se hubiera creado el sello discográfico Motown. Sin él, no habríamos sido auténticas dancing queens al ritmo de Stevie Wonder, The Jackson Five, Marvin Gaye o Diana Ross & The Supremes. Como visitar Londres y no acudir a un show en el West End sería pecado, os proponemos este musical que nada tiene de navideño. Eso sí, como en la Nochebuena en casa de la abuela, el buenrollismo y el bailecito improvisado al final del espectáculo están garantizados. Ah, y no quitéis el ojo al niño que interpreta a Michael Jackson. ¡Es para llevárselo a casa!

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‘Motown’, el musical. © Craig Sugden

Revolución en minifalda

¡Bienvenidos al Swinging London! Porque para conocer el movimiento cultural que protagonizó Londres en los años 60, no hace falta haber cumplido más de 50… Basta con visitar el Victoria & Albert Museum, que ha programado la muestra You Say You Want a Revolution? Records and Rebels 1966-1970: un recorrido por la moda, la música, el cine, el diseño, las revistas y el activismo político de la época. Aquí no hallarás los trajes de los pajes de Santa Claus, pero sí las minifaldas de Mary Quant y los auténticos uniformes de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band que lucieron The Beatles (hasta 26 febrero, 2017).

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Imagen de la exposición ‘You Say You Want a Revolution? Records and Rebels 1966-1970’.

Más flexibles que en el circo

Posiblemente, todas las navidades vayas a ver algún espectáculo circense de esos en los que contorsionistas y trapecistas te dejan con la boca abierta. Esa misma admiración te causarán las posturas imposibles capturadas por Rodin en sus esculturas. En la muestra Rodin & Dance: The Essence of Movement, organizada por The Courtauld Gallery, podrás descubrir la pasión del artista francés por la danza y los cuerpos adoptando poses acrobáticas extremas. ¡Para que tome nota el Circo de Sol! (Hasta 22 enero, 2017).

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Obra de Auguste Rodin (1840-1917), llamada Dance Movement C.

Una Mamá Noel ultramoderna

Como las mesas navideñas, que parecen agrandarse por arte de magia ante la llegada de nuevos invitados, la Tate Modern sigue ampliando su espacio para mostrar a los visitantes lo mejor del arte contemporáneo. A las salas que ya conocíamos, se han sumado otras como The Tanks o la nueva Switch House.

¿Nuestra sugerencia para refugiarse allí de la Navidad? La muestra antológica del artista pop Robert Rauschenberg (hasta el 2 abril, 2017) o la exposición The Radical Eye, dedicada a la colección de fotografía de Sir Elton John (hasta el 7 mayo, 2017).

Y una última recomendación, no te pierdas su espléndida tienda: seguro que en ella encuentras más de un regalo, por si te entra un instinto básico de convertirte en la mano derecha de Papá Noel…

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Fotografía desde el exterior del edificio de la Tate Modern.