Moda
Llevabas desde el pasado mes de agosto suspirando por ese plumas rojo que quedaría tan bien sobre tus pitillo fuseau. Esperando a que la rebajasen algunos eurillos para que pasara a entrar en los límites de tu exiguo presupuesto. Ese día (¡por fin!) ha llegado y cuando vuelves al abrigo en cuestión (dirección que ya tienes en favoritos) descubres que está colocado entre las prendas con un 50% de descuento ¡bien, me podré comprar el plumas y también un vestido lencero!… pero que ya se ha agotado. Alguien fue más rápido que tú. Y duele. Duele mucho. Duele nivel llegar a casa tras una jornada intensa (que no intensiva) de 12 horas, relamiéndote ese helado que ayer reservaste en el primer cajón del congelador, para comprobar que alguien se te ha adelantado. Un gran tormento que podías haber evitado leyendo este artículo o escondiendo el helado en el fondo del último cajón.
Porque todo el mundo sabe que hoy, día 6 de enero, no es el día de abrir paquetes. No, hoy es el día previo al inicio oficial de las rebajas, la noche en la que te sentarás a pulsar el F5 delante de la web de Zara suplicando para que este año no se caiga.
Así que, para ayudarte en el periplo hemos querido compartir toda la sabiduría que hemos ido acumulando tras muchos años de trabajo de campo todo por la causa en las compras por internet. Atenta…
Regístrate:
En tus webs favoritas. Primero de todo, porque la mayoría de tiendas online se encarga de comunicar el inicio de sus rebajas, las promociones especiales o la llegada de nuevas colecciones por mail, pero también porque muchas veces reservan descuentos especiales solo para sus suscriptores.
Date de baja:
No queremos que tu bandeja de entrada se convierta en un nido de spam, así que asegúrate de recibir solo las newsletter que te interesan. Sí, y aquí viene el gran problema del siglo XXI: nos cuesta más darnos de baja de un boletín que bajar al gimnasio. Porque llevamos borrando cada mañana, CADA MAÑANA, desde el 2006 una media de 47 mails promocionales que ya no nos interesan; porque eso es más fácil que darle al botón de “unsbuscribe”, todo el mundo lo sabe.
Pero como los techies conocen el dilema, se han encargado de desarollar una maravillosa aplicación que resuelve el marrón: Unroll, que cancela de golpe todas las suscripciones que no te interesen. Además, una vez que elijas qué mails promocionales sí quieres recibir, te los agrupa para entregártelos juntos en uno, una vez al día. Un inventazo, vaya.
Follow:
Al igual que la newsletter, muchas de las tiendas online comunican sus rebajas o cupones de descuento desde sus redes sociales. Así que antes de pulsar el botón de checkout, comprueba en sus timelines de Twitter o Facebook que no hayan colgado recientemente un “código para ahorrarte los gastos de envío”.
Pide descuentos:
Si no encuentras ningún descuento, ¡pídelo! Sí, en esa cajita de chat que salta al entrar y te dice si puede ayudarte. O, directamente, en redes sociales. Muchas marcas son más activas y diligentes en Twitter que una dependienta en una tienda física: “Uy no chiqui, si no está ahí no tenemos más tallas”.
Busca a lo grande:
Cuando te hayas decidido por esos maravillosos zapatos de Aquazzura investiga en cuántas webs los tienen y qué precio suma en cada una (puede haber importantes diferencias, sobre todo en periodos de rebajas). Utiliza agregadores como Polyvore, Shopstyle o la española Hiphunters en los que solo tendrás que ir filtrando para encontrar tus salones soñados en la dirección más barata.
Practica el «filtring»:
¿Estás buscando unas sandalias para la boda de tu mejor amiga? Filtra por talla y ni se te ocurra fijarte en ese modelo rebajadísimo pero de un número menos. No. Esto no funcionaba en la tienda física y tampoco pasará en la online.
Compra en libras:
O en dólares, o en la moneda del país en el que estés comprando. Porque aunque compruebes los precios en euros, para hacerte una idea, a la hora de pagar cambia a la moneda local. De esta manera tu banco te aplicará el cambio oficial en el momento de la transacción, siempre más favorable que con el que trabaja la tienda online (un poco a la alza).
Añade a la wishlist:
Navega siempre registrada con tu cuenta y añade tus favoritos a tu wishlist. ¡Algunas páginas crean descuentos especiales solo para las prendas que tienes ahí metidas! Además, la tienda te avisará cuando solo quede una pieza de esa falda de botones que tanto te gusta, momento de comprarla y de no seguir esperando a que baje de precio.
Apúntate a lista de espera:
Si ya es demasiado tarde y se ha agotado, apúntate a las alertas que avisan cuando una prenda vuelve a estar en stock. Eso sí, en rebajas no suele pasar.
¿Un último truco? Si no estás segura de una compra, añádela al carrito (registrada con tu cuenta) y vete antes de hacer el checkout. Ciertas webs te perseguirán por mail con un descuento para que te decidas a picar.
Organiza tu selección:
¿Tienes 23 tiendas online favoritas con varias prendas en seguimiento? Entonces ha llegado el momento de poner orden. Existen varias aplicaciones que trabajan por ti yendo tienda por tienda y avisándote cuando un ítem ha bajado de precio. ¿Nuestra favorita? Yellowbag, que recopila en un solo lugar todas tus prendas elegidas de cualquier firma y te avisa cuando bajen de precio.
Compra por dos:
¿Y si estos vaqueros no me sientan bien? ¡Pues los devuelves! Busca webs con gastos de envío y devolución gratuitos (la gran mayoría ya los tiene o los ofrece puntualmente con cupones que llegan vía newsletter, ver punto nº 1) y pide la prenda en varias tallas. Pruébatelo tranquilamente en casa, con tu espejo y tu ropa, para practicar combinaciones, y devuelve lo que no te sirva. Asegúrate de leer con atención la política de gastos de envío y devolución (generalmente la encontrarás entre sus FAQs).
Mejor crédito que débito:
Si vas a jugar a las devoluciones, ten en cuenta que en las compras online no se hacen efectivas en el momento (puede tardar hasta tres semanas desde que el mensajero se lleva el paquete). A menos que pagues con tarjeta de crédito y devuelvas antes de que tu banco te haga los cargos. ¡Bingo!
Ojo con los aranceles:
Si te encantan los vestidos de Reformation, los pantalones de LNA (Estados Unidos), o los bikinis de Seafolly (Australia) ten en cuenta que aunque todas hagan envíos a la Península te pueden llegar con sorpresa: al pasar por aduanas su precio se incrementará con el 21% de IVA, un gasto de aduana y un arancel (muy alto para textiles). ¡Tenlo en cuenta a la hora de comprar en webs fuera de la Unión Europea!
Si aún así te quieres lanzar, cuenta con que el precio total cuando tengas que pagar en aduanas al recoger tu envío se incrementará de media un 40%.
El miércoles es el nuevo martes:
Generalmente el miércoles es el mejor día para las compras online (el martes para las tiendas físicas) porque la mayoría repone inventario y añade más prendas a su selección con descuento. Así que ten tus deditos entrenados para ser la primera en hacer clic.
Cuidado con el remate final:
De nuevo, que prime el sentido común. Como en el mundo 1.0., desconfía de descuentos asombrosos e investiga firmas que no conozcas (cuál es realmente su full-price para hacerte una idea de la calidad). Con Whisp puedes chatear con personas que hayan comprado (o devuelto) ese vestido que estás a punto de pedir, pregúntales si en persona es diferente de la foto o cómo talla el modelo.
Este artículo se publicó originalmente el 6 de enero de 2015.