¿Por qué de repente nuestro feed de Instagram fue conquistado por Gucci? Sí, todos estaremos de acuerdo de que el “nuevo” (que en realidad ya no es tan nuevo) giro de la firma es cool, para no entrar en tanto detalle. Pero hay algo en particular que nos fascina de esta era Michele, que seguro tu no habías analizado, y es esta extraña mezcla entre los elementos históricos con la nostalgia retro y el mundo utópico del creativo. Tres componentes que no hacen sentido a simple vista pero que con el condimento de Alessandro Michele compaginan de forma extraordinaria.

Eso es Gucci Resort 2019. Una imagen vanidosa que remite al espectador a una fantasía paralela a la nuestra —en todo caso de que nuestro presente sea una ilusión— para mostrar la sagrada relación del hombre con el lujo y unos cuantos fetichismos. 

Los invitados, sentados en un cementerio que data del siglo IV d.c, pudieron palpar la historia sobrenatural e ideática que hacía las veces de una obra artística con todos los elementos incluidos. Con fuego iluminando el “pasaje”, una especie de atmósfera mística se apoderó de Alyscamps —el nombre del recinto romano—.

Atuendos conformados por las prendas del momento —desde los estampados kitsch hasta aquellas que se perfilan como evocadoras en estilo— y tote bags con loafers incluidos (ya sabes, por si hace falta).

El personaje que usa Gucci estará encantado con esta oferta durante el invierno y la novia que decide casarse en diciembre ya tiene vestido. El espejismo es real y magnético, pues parece que no nos cansamos del efecto secundario de estas historias.

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Fotos: Cortesía Gucci