Se acabó. Ha llegado el fin de una era. Una era maravillosa, que nos trajo muy buenos momentos en forma de traducciones del español al inglés (traductor online mediante) o posts de scroll interminable en los que se aglutinaban las posturas más inverosímiles. Los blogs de moda han muerto.

A ver, no nos llevemos las manos a la cabeza sobre todo si están sosteniendo el móvil en este momento, que el fin de los blogs viene anunciándose casi a la par que se hacen predicciones apocalípticas en base a Nostradamus. No es que vayan a desaparecer, pero el público ha hablado: Instagram es el nuevo rey.

A los que siguen a las blogueras más importantes a nivel mundial les sonará ver, cada día, varias publicaciones de estas musas en la red de fotografía (con un poquito de vídeo). Sin mediar enlaces (porque no se puede), se ha convertido en una potente herramienta para ellas y para cualquiera con la que llegar a los seguidores y mostrar estilismos e ideas de una manera eficaz. Por eso, no es de extrañar que haya quien obvie la necesidad de ir después a un blog para buscar más imágenes similares que completen.

De ahí nace el fenómeno de las (y los) instagramers (o igers), que abarcan todos los campos (desde el deporte, la comida, la decoración e incluso simplemente las cosas cuquis) y, claro, esto incluye también la moda, el look diario.

Las Igers avanzan una nueva era en el mundo  de la moda 2.0. ¿Significa su llegada el fin de los blogs? © Mondadori Photo
Las Igers avanzan una nueva era en el mundo de la moda 2.0. ¿Significa su llegada el fin de los blogs? © Mondadori Photo

España, siempre dispuesta a abrazar el fenómeno 2.0., cuenta con un buen puñado de influencers que no lo parecen tanto: de momento, la mayoría de las marcas sigue contando con “las de siempre”, las blogueras que tanto y tan bien han ejercido como prescriptoras. Pero se olvidan de lo importante: las cifras; la masa de fans y engagement de estas chicas que hasta ahora han pasado desapercibidas es remarcable. Hasta las empresas de management se han dado cuenta y empiezan a llamarlas a sus filas… Cuidado.

 

Crecimiento exponencial

La cuenta de Carla Hinojosa (@carlahinojosar) crece a un ritmo vertiginoso: este verano alcanzó sus primeros 10.000 seguidores, pero a día de hoy en su perfil luce un reluciente 75k (y creciendo): “Desde que empecé la universidad o incluso antes, me planteé empezar mi blog de moda. Siempre he creído que era buena idea pero nunca he tenido ni el tiempo, que lo requiere, ni nadie que me hiciera fotos… Al final sin planearlo he conseguido llevar a cabo mi objetivo con Instagram y eso me encanta, es todo más sencillo, las fotos las saco con el iPhone, las edito con Afterlight y las cuelgo, con una media de tres o cuatro al día.”

La cuenta de Carla Hinojosa (@carlahinojosar) crece a un ritmo vertiginoso.
La cuenta de Carla Hinojosa (@carlahinojosar) crece a un ritmo vertiginoso.

Por descontado, y como ocurre con todo aquél que crece de manera exagerada en los medios sociales, la sombra de la sospecha sobre la compra de seguidores o crecimientos poco ortodoxos es más que alargada (aunque, de momento, difícil de demostrar en la red más opaca), también la del uso espontáneo del móvil (las imágenes de Instagram no pueden subirse desde un ordenador) versus el abuso de la cámara y la edición, del que ninguna está libre.

Sin duda, otro punto en común entre bloggers e instagramers es un estilo diferenciador, fiel, casual y «perfeccionista» en el caso de Carla Hinojosa. “Como todo el mundo, tienes días de inspiración y días que no tanto, días en los que pruebas mil cosas y nada convence.” Así lo explica Teresa Andrés (@teresaandresgonzalvo, 98k en su casilla de followers). “Sin embargo, por regla general suelo ser bastante resolutiva siempre. Suelo ir con colores neutros, así que es bastante fácil elegir. Ahora, si tengo que publicar algo de alguna marca, suelo planificar las publicaciones por orden cronológico e ideo los looks con el estilo que más se asocia.”

"Suelo ser bastante resoluta", explica Teresa Andrés (@teresaandresgonzalvo, 96k en su casilla de followers).
«Suelo ser bastante resoluta», explica Teresa Andrés (@teresaandresgonzalvo, 98k en su casilla de followers).

Las colaboraciones… también llegan

Ah, las marcas. Apuntábamos al principio cómo las instagramers parecen ser las desconocidas en este ámbito. No para todas: por ejemplo, la firma de moda joven Double Agent sigue la tendencia contraria y, olvidándose de las blogueras, apuesta, sobre todo, por ellas: “Los blogs fueron de las primeras herramientas vivas dentro de la web 2.0 pero ahora mismo son un soporte que se actualiza dos o tres veces por semana y tanto nosotros como nuestras seguidoras necesitamos más. Y la comunicación con ellas es mucho más directa a través de Instagram,” explica Adriana Taeño, del departamento de comunicación de la marca.

¿Es este su secreto? Quizá se trate de eso: mensajes que llegan más directos, también la inmediatez. “Desde Double Agent estamos intentando buscar y apoyar esos talentos ocultos, personas corrientes que tienen mucho que aportar a la evolución de la moda y las tendencias. Al fin y al cabo, las tendencias se crean en la calle y, teniendo en cuenta que la nuestra es una marca casual, tiene mucho más sentido que nos fijemos en este tipo de chicas y no recurrir a los (ya) clásicos métodos de las marcas tradicionales.”

Varias 'igers', invitadas estrella a la última inauguración de Double Agent.
Varias ‘igers’, invitadas estrella a la última inauguración de Double Agent: @mariapombpo, @meryturiel. @belenhostalet, @monicanoz, @kaarls_gr y @claudiaparrast.

Su fama es reciente (ajena todavía para muchos de los que se mueven en este universo 2.0) y todas empezaron a ser conscientes de ella al recibir preguntas, comentarios y registrar un crecimiento sorprendente: Teresa Andrés lo descubrió “hace aproximadamente un año y medio, cuando empecé a observar multitud de comentarios en mis fotografías y que mis seguidores comenzaban a crecer de una forma bárbara.”

Pero, ¿saben ellas a día de hoy cuál es la utilidad de sus perfiles? Lo retrata Carla Hinojosa: “No sé por qué me siguen, muchas veces me pregunto si yo me seguiría, intento proporcionar una visión de la moda muy actual, soy muy perfeccionista e intento que cada post sea bonito y guste… Creo que es porque toco diversos estilos y porque ante todo pueden coger ideas para el día a día, para ir guapa con unas deportivas sin necesidad de llevar tacones.”

Sea como sea, y si anteponemos el origen de la blogosfera (un cuaderno de bitácoras digital) y el de una red social creada para compartir instantáneas, volvemos a un dicho mucho más antiguo que todo eso: al final, una imagen vale más que mil palabras (ni aunque se traduzcan a varios idiomas).

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