“Recuerdo el primer desfile de Calzedonia, cuando os prohibíamos hacer fotos o utilizar el teléfono móvil. Ha pasado mucho de aquello, ahora estrenamos pabellón y os pedimos que utilicéis el teléfono y vuestras redes sociales todo lo posible”, pide Sandro Veronesi, el fundador y CEO del grupo Calzedonia, el gigante italiano que nos surte con trajes de baño y medias desde 1987.

Estamos en Verona, para conocer de primera mano su colección para este verano 2016, en un recién estrenado auditorio armado con lo último de lo último en tecnología, como pocas firmas pueden permitirse hoy en día.

Calzedonia presenta en Verona sus propuestas de baño para este verano.
Calzedonia presenta en Verona sus propuestas de baño para este verano. © Cortesía de Calzedonia

Por supuesto, los cientos de invitados que han acudido a la cita no dudan en seguir las instrucciones de Veronesi y las pantallas de sus móviles iluminan de haces de luz la penumbra. Hasta que la música comienza a hacer retumbar el recinto, que se viene arriba con la salida de las primeras modelos. Mientras, ellas se contonean al ritmo de los últimos éxitos de Justin Bieber, Calvin Harris o Shawn Mendes, posando divertidas: un beso, un guiño o un pavoneo al final de la pasarela que consiguen que el público se venga arriba. Eso sí, ninguna tanto como cada una de las salidas de sus compañeros masculinos (¿alguien pensaba que el hombre Calzedonia no iba también a la playa?). ¿El favorito del respetable que tonto no es? El cubano Juan Betancourt.

Brasil, con su colorido, sus ganas de vivir y, sobre todo, sus Juegos Olímpicos de este verano, inspira la colección. © Cortesía de Calzedonia
Brasil, con su colorido, sus ganas de vivir y, sobre todo, sus Juegos Olímpicos de este verano, inspira la colección. © Cortesía de Calzedonia

“Calzedonia es verano”, recordaba Rocío Crusset en el backstage, minutos antes del show. Ella, junto a Joana Sanz, representa la cuota española en el desfile de una marca cuyo segundo mercado es, precisamente, España (solo superado por Italia).

Pero no son las únicas que danzan sobre la pasarela, junto a ellas posan ‘veteranas’ como Cindy Bruna, Emi Renata, Robin Marjolein o Daniela Braga: “Estoy emocionada por el desfile; ya llevo haciéndolo tres o cuatro años y es genial y muy divertido”, nos contaba la brasileña minutos antes de subir a bailar a la pasarela. “Calzedonia es sentirse sexy y contenta, así que eso es lo que trato de expresar”, explica la modelo que afortunada ella solo ha ejercitado un poco el abdomen para preparar su cuerpo para el desfile. “Si trabajo mucho en el gimnasio me quedo demasiado delgada”, afirman los privilegiados genes brasileños de Daniela Braga, una modelo que pasó de cajera en una farmacia a ser imagen de Givenchy por obra y gracia de un cazatalentos avispado.

Daniela Braga, la modelo que pasó de cajera en una farmacia a imagen de Givenchy por obra y gracia de un cazatalentos avispado. © Cortesía de Calzedonia
Daniela Braga, la modelo que pasó de cajera en una farmacia a imagen de Givenchy por obra y gracia de un cazatalentos avispado. © Cortesía de Calzedonia

Y es que, más allá del dormir mucho y beber dos litros de agua, en algo que coinciden todas las maniquíes del desfile es en la dieta sana y equilibrada: “Estamos sometidas a muchísima presión en cuanto a medidas, pero nos viene bien. En mi caso me ha ayudado a cuidarme y a aprender a comer bien; es algo que agradeceré en el futuro”, relata Rocío Crusset a lo que Daniela suma su truco Made in Brazil: “Bebo mucho agua de coco para ayudar a mi piel a estar saludable”.

© Cortesía de Calzedonia
© Cortesía de Calzedonia

Sobre la pasarela un abanico de propuestas entre las que resulta difícil encontrar favorito: prácticamente todas las formas, colores y preferencias quedan representadas. También un amplio espectro de patrones para que la mujer y el hombre Calzedonia encuentren el que mejor les sienta.

«Este verano no faltará un bikini flúor en mi maleta», confiesa Crusset y le tomamos la palabra. Las apuestas de la firma italiana prometen conquistar las costas esta temporada para plagarlas de los tonos más intensos y alegres, esos que le favorecen tanto a una piel ligeramente bronceada.

Tonos flúor pero también crochet, el binomio blanco y negro y la inspiración ibicenca. © Cortesía de Calzedonia
Tonos flúor pero también crochet, el binomio blanco y negro y la inspiración ibicenca. © Cortesía de Calzedonia

Encontramos también muchas pinceladas deportivas y dejes brasileños: nadie olvida que este verano pondremos rumbo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y la samba de la ciudad se cuela entre las apuestas más seguras.

¿Una tendencia? El escote a la caja que se ofrece como interesante alternativa a la dictadura de la uve profunda de triángulos y escotes halter. Lo recibimos con agrado, sienta muy bien al poco pecho (sobre todo los modelos estampados) pero también a las que quieren disimular porque recoge.

Pero, como decíamos, en el verano Calzedonia hay sitio para todo. Bikinis, trikinis y bañadores de una sola pieza, cremalleras, acabados que imitan el neopreno, estampados…

Adriana Lima, imagen de la colección primavera-verano 2016 de la firma italiana. © Cortesía de Calzedonia
Adriana Lima, imagen de la colección primavera-verano 2016 de la firma italiana. © Cortesía de Calzedonia

Sonrían, que los móviles lo captan todo.

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