La novia, en ‘su gran día’, ha de estar radiante. El peinado en su sitio, el maquillaje como una segunda piel y el vestido, ah, con el vestido lleva soñando desde que era niña: un diseño cuya falda suma a conciencia tropecientas capas de gasa que arrastran a ras del suelo. Es justo, justo lo que ella quería, pero… ¡¿qué narices va a hacer cuando la segunda copa de cava haga efecto y necesite ir al baño?! Esto, señoras, es una pregunta de interés universal. Qué digo pregunta: es un drama extendido.

¿Sabes cuando se te ocurre la gran idea de salir con tus amigos, tan mona tú, llevando un peto vaquero y a la tercera caña el cuerpo te pide relevo? Pues esto es peor. Es tu vestido de novia, es blanco, tiene muchas capas y tú tienes que hacer pis ir al baño como sea.

© Fotograma de 'Guerra de novias' (2009).
© Fotograma de ‘Guerra de novias’ (2009).

Pues bien, una mujer (que, por cierto, trabajaba en una tienda de vestidos y por eso conocía bien el drama) ha decidido mejorar la vida de todas las novias a lo largo y ancho del mundo y ha creado el accesorio que ella ha denominado Bridal Buddy (53€ aprox.). Esto viene queriendo decir que lo que ahora te vamos a presentar es, ni más ni menos, que el mejor amigo de toda novia.

Se trata de una capa que iría por debajo del cancán, como una falda con una goma que se ajusta a la cintura y que, llegado el momento, se transforma en chaqueta llevándose con ella toda la pompa y circunstancia de tu vestido. Atención al imperdible vídeo de demostración, tal que así:

Además, incluye un ribete en celeste para cumplir con lo de 'algo azul'. Todo son ventajas.
Además, incluye un ribete en celeste para cumplir con lo de ‘algo azul’. Todo son ventajas.

¿Qué, eh? ¿Es o no es revolucionario? Pues eso.

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Si Britney hubiera sabido esto en 2006, igual su 2007 no hubiese sido tan dramático, ¿sabes?

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