Hablamos de ese diseño con el que, con total seguridad, llevas años soñando. Para acertar con el perfecto para ti, lo mejor es no precipitarse y valorar cada detalle de este camino tan especial.

© Boüret

Un diseño que represente tu personalidad

La mayor inspiración se encuentra cuando menos te lo esperas: viendo una revista de moda, en webs especializadas en el sector nupcial como Zankyou, en Instagram… Y cuando la encuentras, sabes perfectamente que está hecha para ti.

Sigue las tendencias, pero no te disfraces, descubre con detalle únicamente las que vayan acorde con tu estilo y personalidad. ¿Qué tipo de novia quieres ser? Clásica, en la que la tradición triunfe; romántica, con pequeños detalles que marquen la diferencia; vintage, con piezas con historia que no pasen desapercibidas o moderna, con toques atrevidos que llamen la atención.

No todos los tejidos son iguales

A la hora de elegir el vestido de novia tienes dos opciones: uno de colección del diseñador en cuestión o uno a medida. La diferencia de precio entre uno y otro es considerable, pero también es cierto que un diseño hecho a medida en relación calidad-precio puede ser la mejor opción y te asegurarás de que lo han hecho adaptado 100% a tu silueta y que no habrá otro igual. También muchos ateliers os brindan la opción de escoger uno de su línea y personalizarlo.

Lo que sí está claro, es que siempre hay que decantarse por tejidos de calidad, aunque sea una mayor inversión, no te arrepentirás. Entre los tejidos más utilizados se encuentra el mikado, el brocado, el piqué, el otomán, el tafetán, la organza, el crepé, el encaje, la gasa y el tul. Ligeros, gruesos, naturales, sofisticados, lisos, con relieve… tú eliges el que más se adapte a tu estilo.

© Alicia Rueda Atelier

El tono de blanco, según tu tipo de piel

Hay infinitas tonalidades de blanco y la clave para acertar consiste sencillamente en elegir uno que se adapte a la perfección a vuestro tono de piel. El blanco puro y el blanco nieve, por ejemplo, son los idóneos para novias con una tez más oscura. El blanco roto, por su parte, resulta el más favorecedor para aquellas con uno tono medio. Por otro lado, el blanco perla es más recomendado para novias con más de 40 años. Por último, las protagonistas con piel muy clara suelen decantarse por el blanco marfil.

También merece mención aparte el champán, el nude en pequeñas píldoras y el rosa empolvado para lograr el aire vintage.

Tu silueta importa y mucho

En primer lugar, descubre cuál es el corte que resulta más favorecedor para tu figura según tu silueta. Desvelamos los más favorecedores según cada tipo de cuerpo:

  • Cuerpo redondo: lo mejor son vestidos de cintura alta, de corte imperio y falda fluida. En cuanto a escotes, lo más favorecedor es el escote corazón.
  • Cuerpo reloj de arena: gracias a esta figura equilibrada puedes decantarte por cualquier tipo de vestidos, especialmente de corte sirena.
  • Cuerpo en triángulo invertido: en esta ocasión, diseños con volumen en la cadera y escotes caja.
  • Cuerpo rectángulo: opta por diseños entallados en la cintura, escote en V y los hombros descubiertos.
  • Cuerpo triángulo: apuesta por un vestido de línea A o de corte princesa y también con escote en pico.

La importancia de la prueba del vestido

Las pruebas del vestido son de lo más útiles para corroborar la elección del diseño que has hecho. Es fundamental que estés segura, cómoda y te sientas tú misma. Lleva a una o dos personas de confianza para que te asesoren y te ayuden a decantarte por todos y cada uno de los detalles.

Camina con él, siéntate, baila sin miedo, mueve los brazos… Si puedes hacerlo todo y te sientes de lo más favorecida, has dado sin lugar a dudas con el diseño perfecto.

© Elena Bau / Atelier Isabel Nuñez

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