Qué emocionante es ese momento en el que tu amiga te dice que se casa. Tú lloras, ella llora, todos lloramos. Qué ganas, qué de emociones, qué de… ¡Espera! ¿Qué te vas a poner? Porque, claro, la conoces desde que tienes uso de razón y, a ver, no le vas a hacer sombra, pero un poco mona sí tendrás que ir, ¿no? ¡¿No?! ¿Y entonces, qué? ¿Dónde buscamos? No queremos encontrarnos con nadie que vaya igual, ¿verdad que no? ¿Vas a llevar tacones? Claro que vas a llevar tacones. ¿Y bolso? Ah, claro, depende del vestido. ¡¡¡Y…!!!

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Desesperación por búsqueda de vestido, ilustrada.

Esa que habla es tu conciencia en estos días de inquietud y desasosiego, cuando la emoción del momento ha pasado, la fecha se acerca y tú todavía no has elegido modelito (y eso, teniendo en cuenta que la novia, LA NOVIA, tiene el vestido desde hace meses, es grave).

Pero no te agobies. Esto te pasa cada año, tampoco es nada nuevo y siempre aciertas: la clave está en que te sientas cómoda con el diseño elegido, que se ajuste a tu personalidad. Además, las opciones no son pocas: puedes alquilar, y así ponerte el vestido de tus sueños al estilo Cenicienta, solo por una noche y sin dejarte los cuartos; o también puedes comprar, una opción en la que el abanico de posibilidades que se abre es infinito.

¿Invitada a una boda? 50 vestidos para elegir el que más se adapta a ti. En la imagen, modelo corto de Vanderwilde (233€).

Las normas de protocolo han cambiado: el vestido puede sustituirse por faldas largas o midi, pantalones o monos. ¡Será por ideas…! Aún así, la pieza femenina por excelencia sigue siendo la opción favorita de las invitadas en cuanto llegan las BBC‘s, así que, si este es tu caso, puedes empezar la búsqueda entre los más de 50 diseños que hemos seleccionado y las mil y una posibilidades que estos ofrecen.

¿Largo? ¿Corto? ¿Estampado? ¿Liso? ¿Una opción diferente? Toda exigencia ha sido tomada en cuenta. De nada y… ¡suerte!

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¿Hay alternativas a la compra? Sí, el alquiler de vestidos que te contamos aquí.