Los bebés vienen de París y los mejores diseños también. O eso creía el mundo antes del 28 de noviembre de 1973. Ese día, la ciudad de la luz descubrió lo que muchos ya temían: Estados Unidos era una potencia textil en auge que estaba dispuesta a luchar por hacerse un hueco en el viejo continente.

Y lo consiguió. Aunque como en casi toda historia que se precie, no sin antes librar una ardua pelea. La batalla de Versalles, documental dirigido por Michael Fritz, nos guía durante aquella fría y nevada noche de otoño en la que franceses y norteamericanos unieron sus agujas en favor del bien común.

Yves Saint Laurent posa en el backstage de su desfile primavera-verano 1972. © Getty Images
Yves Saint Laurent posa en el backstage de su desfile primavera-verano 1972. © Getty Images

Dos industrias y un destino

Aunque a día de hoy podemos hablar de globalización, antes de la década de los 70, París gozaba del monopolio de la industria. La capital francesa podía jactarse de ser la niña bonita del mundo fashion. Sin embargo, a miles de kilómetros, en Nueva York, eran varios los diseñadores que comenzaban a desafiar las leyes de lo textilmente correcto. Fue entonces cuando una inocente conversación removería los cimientos de la moda.

Durante un encuentro casual, Gerald Van Der Kemp, comisario del palacio de Versalles, comentó a la publicista norteamericana Eleanor Lambert (algo así como la Anna Wintour de su época) los problemas económicos con los que se encontraba para restaurar la ópera real del palacio. Como posible solución, esta le propuso organizar un desfile en sus salones con la presencia de cinco diseñadores franceses y otros tantos estadounidenses. Dicho y hecho. El cambio estaba en camino.

Por los salones de Versalles desfilaron los diseños franceses frente a los norteamericanos.
Por los salones de Versalles desfilaron los diseños franceses frente a los norteamericanos. © Cortesía de Canal+

Moda made in USA

Eleanor eligió a los mejores modistos de la escena neoyorquina. Ellos eran Anne Klein, Oscar de la Renta, Stephen Burrows, Bill Blass y Roy Halston. Además, contrató a la escenógrafa Kay Thompson y a la cantante Liza Minnelli. Si viajaban hasta Versalles para mostrar sus propuestas, estas debían ser rompedoras y sorprendentes.

Por si fuera poco, cuarenta y dos modelos fueron invitadas a participar en la llamada ‘Batalla de Versalles’, de las cuales diez eran afroamericanas. ¿Cómo asimilaría París un desfile con maniquís de color?

Un refinado bando francés

El ‘equipo’ local apostó sobre seguro y fichó a Yves Saint Laurent, Marc Bohan (que en aquel momento dirigía la casa Dior), Pierre Cardin, Emanuel Ungaro y Hubert de Givenchy. Cinco nombres que reflejaban la elegancia, la tradición y el saber estar de la moda parisina. Cero riesgos era su estrategia.

¿Entre las propuestas del bando francés? Las de Marc Bohan para Dior. En la imagen, una instantánea de su desfile otoño-invierno 1970. © Getty Images
¿Entre las propuestas del bando francés? Las de Marc Bohan para Dior. En la imagen, una instantánea de su desfile otoño-invierno 1970. © Getty Images

La hora de la verdad

Con los nervios a flor de piel y frente a un público que contaba con nombres de la talla de la princesa Grace de Mónaco o Andy Warhol, Estados Unidos y Francia dieron lo mejor de sí. El resultado no pudo ser más dispar.

Abrió la noche el país anfitrión con una puesta en escena donde los números musicales tenían casi más protagonismo que los propios diseños. La intervención francesa, de más de dos horas y media de duración, fue calificada por los asistentes de clásica y sobria.

Nada que ver con los 37 minutos de actuación del bando americano. En poco más de media hora, los vestidos de los nuevos visionarios de la moda neoyorquina encandilaron a los allí presentes. Liza Minnelli brilló con luz propia y la fuerza y energía de las modelos afroamericanas se instaló en Versalles. Los invitados al evento quedaron boquiabiertos con los colores, las texturas y el magnetismo de esa brisa de aire fresco que recorría los pasillos de palacio. París no estaba solo y Nueva York reclamaba su sitio en la partida de la moda.

Cara Delevingne, como Maria Antonieta, en la campaña de Chanel Resort 2013.
Cara Delevingne, como Maria Antonieta, en la campaña de Chanel Resort 2013.

Lo que comenzó siendo una simple cena para recaudar fondos con dos desfiles para amenizar la velada, terminó convirtiéndose en un toque de atención para la Alta Costura francesa y un trampolín para el easy wear norteamericano. Desde aquel momento, París amplió sus horizontes y se atrevió a innovar, mientras que los diseñadores del Nuevo Mundo comenzaron a exportar sus creaciones.

Las claves del éxito de EE.UU

Aunque muchos otros factores contribuyeron al auge de la moda norteamericana (económicos, políticos…), el choque creativo que se produjo en Versalles aceleró el proceso. Estos detalles de la presentación ‘yanqui’ fueron de vital importancia:

  1. Introducción de música en sus desfiles. Oscar de la Renta utilizó canciones de Barry White durante su pase.
  2. Contratación de modelos afroamericanas. En Europa no estaban acostumbrados a ver maniquís de color.
  3. Utilización de tejidos cómodos que se adaptan al cuerpo de la mujer.
  4. Apuesta por los colores más vivos y los estampados más potentes.

¿En qué falló París?

En nada. Que las propuestas de los estadounidenses impactaran más no fue una cuestión de calidad. Los modistos franceses se habían encerrado tanto en sus ateliers creando exquisitas piezas de coleccionista que olvidaron la premisa más importante del mundo fashion: hay que acercar la moda a la gente. Y eso fue precisamente lo que consiguió EE.UU. Conectar con el público y conseguir que se muriesen por vestir sus prendas.

Cuarenta y tres años más tarde, ese dogma sigue presente en todas las semanas de la moda del mundo.

El documental 'La batalla de Versalles' se estrena el próximo 4 de julio.
El documental ‘La batalla de Versalles’ se estrena el próximo 4 de julio. © Cortesía de Canal+
  • El documental La Batalla de Versalles estará disponible en Canal+ Xtra desde el 4 de julio a las 22:00 horas.