© Getty Images
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Cada vez que Olivia Palermo aparece en un desfile (cosa que en el caso de Nueva York es algo cotidiano) una nube de fotógrafos de street style la rodea y sigue hasta la puerta de la localización, de forma que lo único que cualquier mortal (véase: servidora) puede ver de ella es la coronilla de su perfecta melena rubia.

Su efecto es como una bomba, y no es para menos: es una de las reinas de estilo más impecables en todos los sentidos (categoría de ‘marido-perfecto-bajo-el-brazo’ incluida) y todos, dentro y fuera del desfile y al otro lado de la pantalla, queremos ver (y ojalá saber) cómo lo hace. Porque, mientras nosotros nos bloqueamos frente al armario cada mañana, especialmente en las mañanas invernales, ella parece no inmutarse y sigue creando sus perfectos looks con (aparente) gran facilidad…

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