Una edición más de London Fashion Week, en donde las calles se atestaron de extravagantes combinaciones sin limitante alguna. Y aunque el mundo esté volcado en las últimas actualizaciones del estilo de la duquesa de Sussex, el street style de la capital inglesa no reflejó ningún guiño hacia ella. Contrario a esto, prendas tan apantallantes como las que también viste Meghan Markle, solo que con más dinamismo. Sin embargo, lo que realmente nos interesa de esta edición fue la textura que se apoderó en su totalidad del espectro: el denim o mezclilla.

En total outfits o en prendas basadas en el utilitarian. Pero, concretamente, fueron las combinaciones con piezas históricas las que brillaron en las calles. Blusas con puffed sleeves y otras cuantas con volantes en cascada desde el cuello, un corsé en jacquard; estas a juego con un par básico de vaqueros. Otra propuesta con alusión al siglo XIX fue en una denim jacket, igualmente con volumen en las mangas, en coordinación con unos wide-leg pants a cuadros.

No hay duda de que la mezclilla es cada vez más camaleónica. Los outfits por excelencia, aquellos que combinan un blazer de distintas presentaciones —algunos ajustados a la cintura y otros que fusionan estampados con las blusas—, no se ausentaron de la edición.

En tiempo con la transición de temporada, los abrigos a cuadros cromáticos se perfilan como esenciales de un outfit casual y cool. Igualmente el cuero, como si se tratara de un look al estilo viejo oeste, comprende la composición más fascinante con accesorios imprescindibles.

Finalmente, la mezclilla blanca regresa para llevarla con suéteres de punto y cuello de tortuga. Estos en una gama que resalte por sí sola. Da igual si la usas en jorts o en forma de jeans, los zapatos también tienen mucho que ver —tal lo sugieren—. 

Dado a la fiebre que encapsula el denim la remuneración que esta clásica tela de trabajo da es única. Embellecerla con las mil y un formas que Londres nos mostró alimenta nuestro intelecto de estilo.

*IMÁGENES: Mondadori Photo