Moda
Iba para bailarina pero, tras 11 años sobre las puntas, a esta danesa de mirada hipnótica que apenas roza la veintena el destino le reservaba un giro inesperado. A los 16 años era descubierta en Copenhague, precisamente mientras bailaba, y lo que empezó como algo anecdótico con una campaña para Urban Outfitters, hoy se ha convertido en su profesión: “En realidad no sabía lo que estaba haciendo, pero resultó que se me daba bien”, nos cuenta.
Ahora, Camilla Christensen repite como imagen de G-Star, de nuevo fotografiada por Ellen von Unwerth, con la que ha formado tándem ya en varias ocasiones.
De sus profesores en el Royal Danish Ballet aprendió a moverse y a comunicarse con el cuerpo, algo que ha podido aplicar después a su carrera como modelo y que ratifica la propia Ellen von Unwerth: “Por supuesto que es una chica muy guapa, y eso siempre es genial para un fotógrafo, pero su verdadera fortaleza es su energía. Sabe cómo actuar delante de mi cámara y cómo mover el cuerpo de una forma divertida, bonita y original; domina el redirigir su look aniñado para darle una vuelta femme fatale”.
Largas horas de entrenamientos primero e interminables jornadas de producciones lejos de casa después le han valido, como a la mayoría de modelos de su generación, para madurar a contrarreloj: “Como modelo aprendes a ser independiente. También te da la oportunidad de viajar y conocer a gente de diferentes culturas, algo que te convierte en una mejor persona. O por lo menos en una más abierta, con nuevas ideas”, explica Camilla.
¿Su queja de la industria? La obsesión con lo nuevo:
“Como modelo no puedes evitar preguntarte si seguirás gustando cuando dejes de ser la novedad del momento”.
Aunque ella ya poco tiene de recién llegada. En su currículum puede presumir de haber trabajado con Mario Sorrenti, Ellen von Unwerth o Terry Richardson y para cabeceras como Vogue, Glamour o Harper’s Bazaar.
En sus ratos libres la modelo se escapa a respirar aire libre: “Soy una ‘chica naturaleza’. Estoy feliz en la montaña, pescando o simplemente estando fuera”. Para un día de relax tiene claro su uniforme: el vaquero Elwood mid skinny de G-Star, precisamente uno de los clásicos de la firma, un modelo con historia.
En 19996, el director creativo de la marca, Pierre Morisset se cruzó con un motero empapado por la lluvia. La humedad y la exposición a los elementos habían hecho que, aun de pie, los vaqueros que llevaba tomaran la forma de cuando estaba sentado, montado en la moto. Ese encuentro fortuito supuso el rayo de inspiración para crear el primer vaquero en 3D de la historia: articulado en la rodilla. El vaquero Elwood que 15 años después se ha convertido en uno de los grandes clásicos de G-Star.
La campaña otoño-invierno 2015/16, que se disparó en París, cuenta con Camilla (que repite tras protagonizar las imágenes de la pasada primavera), pero también con nuevas incorporaciones: Eden Bristowe, Liam Gardner, Sang Woo Kim, Karmay Ngai, Michael Sharp y Zanna van Vorstenbosch. “Un grupo íntimo de espíritus afines, unidos como hermanos con uniformes de cazadoras y jeans que los hacen inconfundibles”, explican desde la marca.
“Últimamente he estado viendo mucho cabaret y películas del expresionismo germano y de ahí saqué la inspiración para la producción”, cuenta la fotógrafa alemana. “La campaña es sobre la democracia del vaquero, simplemente preguntando ‘¿cómo llevas los tuyos?’. Así que las modelos exploraron esta cuestión con influencias teatrales”, añade.
“Lo mejor de trabajar con Ellen es poder verla otra vez. Hacer algo nuevo y creativo”, cuenta Christensen sobre esta última sesión en la que el buen rollo se transmite en cada imagen. “Nos lo pasamos muy bien. Fue genial volver a reunirnos para una segunda ronda tras haber disfrutado tanto la primera vez”, remata von Unwerth.