A Giambattista Valli la costura se le ha quedado pequeña. Este Italiano de nacimiento y francés de adopción, ejemplo claro del hombre que se ha hecho a si mismo a base de mucho tesón, imaginación y esfuerzo, ha convertido su firma en una de las GRANDES marcas de moda. Basta echar un vistazo a las celebs que se amontonan en su frontrow cada vez que presenta en la Fashion Week de París una nueva colección de propuestas sexys e innovadoras.

Pero es su independencia y buen hacer lo que le auguran un futuro prometedor. También su valentía aceptando encargos como la de poner color a los labios de mujeres soñadas gracias a la colección cápsula que el diseñador italiano ha creado en colaboración con MAC. Una edición limitada que saldrá a la venta en verano de 2015 coincidiendo con el décimo aniversario de su firma homónima. Demasiado ocupado, pero no tanto como para no sacar unos minutos para hablar con GRAZIA en su estudio.

Valli, saludando al final de la presentación de su colección cápsula para MAC @ Cordon Press
Valli, saludando al final de la presentación de su colección cápsula para MAC @ Cordon Press

Desde muy pequeño siempre te atrajo la alta costura. ¿Por eso tenías tantas ganas de llegar a París?
Me vine a París porque creo que la alta costura es algo muy francés, muy parisino. Es diferente con respecto a Italia, por ejemplo, que se acerca más a lo moderno. Por supuesto ambas están en un nivel muy alto, pero todos los ateliers que hay en París y la atención que reciben por parte de la industria francesa, es lo que hace que sea única. Se vive y se ve como arte, por eso me vine a trabajar aquí, por la visión y el soporte francés a este tipo de trabajo.

¿Qué significa para Giambattista Valli ver tu nombre al lado de míticas casas como Chanel, Dior o Valentino?
Es la confirmación de que mi sueño se ha hecho realidad. Es algo impresionante, porque como sabrás, siempre he intentado ser independiente. Mi nombre, mi empresa, mi marca… muchas veces es difícil competir con esos grandes grupos.

Te gustan los materiales lujosos, te gusta el exceso. ¿Son las raíces italianas las que le hacen a Giambattista sacar prendas tan sexys, tan exuberantes?
Más que italiano, se puede decir que es el espíritu latino. No solamente desde el punto de vista de la moda sino también desde el cultural. Pero sí, lo italiano, el amor, el romance, Fellini, la Dolce Vita, los artistas de los 60s-70s, el glamour… todo esto ha influido.

El diseñador, junto a sus modelos antes de presentar sus propuestas para P/V 2015 en París. @ Cordon Press
El diseñador, junto a sus modelos antes de presentar sus propuestas para P/V 2015 en París. @ Cordon Press

¿Qué nombres han marcado tu trayectoria?
El más grande es Yves Saint Laurent al que tuve la oportunidad de conocer y del que me hice amigo. Un día me preguntó por qué decidí trabajar en el mundo de la moda y le contesté: “Tú eres la razón, mi obsesión, fue tu culpa”. Pero más que por sus diseños fue por su filosofía de concebir la moda, todo lo que rodeaba sus creaciones. La historia se ha escrito alrededor suyo. Luego está Balenciaga. Son los diseñadores que más me han inspirado.

Aparte de la alta costura y del pret-a-porter, has desarrollado mucho tu línea de accesorios…
Los zapatos son algo básico. Crean la silueta, son como el marco para un cuadro, algo extremamente importante. Son los detalles los que realmente crean una imagen, y también pueden destruirla. Diría que los detalles son más importantes que una prenda en sí.

La alfombra roja se ha convertido en una especie de obsesión negativa.

La alfombra roja también es muy importante en el universo Valli. Se ha convertido en una manera de darse a conocer muy potente, ¿no?

La alfombra roja se ha convertido en una especie de obsesión negativa. Me gusta el concepto de obsesión, pero no negativo, no de esta forma, en la que eso se convierte en todo. Nunca atiendo a todas las solicitudes que me llegan para vestir a celebrities, sino que intento elegir a una sola especial, no a cien como hacen otros diseñadores. Cuando escribes una historia, un guión, tienes que pensar bien en el actor. Ahora todos quieren vestir a todos y es una locura.

Diane Kruger en Cannes 2012, Emma Stone en la misma edición de los Oscar, y Carlota Cariraghi en la boda de Alberto de Mónaco.  © Getty Images
Diane Kruger en Cannes 2012, Emma Stone en la misma edición de los Oscar, y Carlota Cariraghi en la boda de Alberto de Mónaco. © Getty Images

¿Qué famosas te gustan?
He vestido a Diane Krüger en el festival de Cannes, a Carlota Casiraghi para la boda de su tío Alberto, a Emma Stone para los Oscar… Es importante la relación que se crea con la persona, como la que tengo con Jessica Biel; somos amigos desde hace tiempo. Es bueno tener esa relación humana, pero también la de musa y maestro. No se trata de estar obligado a vestir a alguien. Todo tiene que ser espontáneo y con entusiasmo por ambas partes.

Imagina por un momento que eres periodista. ¿Cómo definirías tu estilo en pocas palabras?
Emplearía tres palabras. La primera es atemporal: diseño vestidos que perduren en el armario. Lo que compras en mi marca puedes ponértelo muchas veces y siempre resulta placentero. Eterno, es otra palabra, porque lo que me importa es un estilo en concreto de mujer; puede ser Bianca Brandolini o Lee Radzwill, no importa la edad. Y el último adjetivo es fácil. No me interesa crear prendas “complicadas” a la hora de llevarlas.

¿Sabes desconectar de la moda?
Desconecto en el momento en que cierro las puertas de mi estudio.  Soy bastante saludable desde este punto de vista. Necesito desconectar, aunque sean unos días. En París mi estudio está en una punta de la ciudad y mi casa en otra.

Con su amiga Bianca Brandolini  © Getty Images
Con su amiga Bianca Brandolini © Getty Images

¿Cuánto tiempo necesitas para pensar una colección de costura?
Las cosas siempre pasan muy rápidamente. No te puedo decir un tiempo exacto; se trata de algo muy intuitivo, impulsivo… la idea viene a mí. Siempre hay poco tiempo para todo, pero por otra parte eso es algo bueno, puesto que me hace ir directamente al grano y no pienso en cosas innecesarias.

En un mundo de locos, ¿cómo se consigue cierta estabilidad?
Todo depende de cada loco porque hay muchos locos pero también muchos idiotas, y entre ellos hay diferencias. Puedes ser un loco pero de una manera fabulosa, manifestándolo con tu trabajo. Pero si alguien es tonto, no es nada bueno. Me gusta mantener ciertas distancias en este mundo. Hay gente que trabaja en la moda solo por el prestigio que esto conlleva, y los hay que trabajan porque les apasiona, porque tienen una misión. Yo pertenezco a los pasionistas. Mientras tenga esa pasión me dedicaré a la moda.