Melena pelirroja y ondas que se posan sobre su espalda; sombra clarísima y labios en rosa. Cuando me cito con Léa Seydoux la encuentro así, dulce y transparente. Aparentando todavía menos de sus 29 años, casi indefensa.

La recordaba con el pelo corto y azul –como aparecía en La vida de Adele, película que le valió la Palma de Oro en Cannes en el 2013- o toda ella rizos bucólicos, en La Bella y la Bestia.

Pero en persona, todo naturalidad, parece que vaya a mutar de un momento a otro. No en vano Léa es la diva de las transformaciones cinematográficas. Y si es cierto que será ella la chica Bond del próximo filme de 007, como ha anunciado la prensa inglesa, es muy probable que un equipo de asesores de imagen (maquilladores, peluqueros y estilistas) esté ya estudiando su nuevo look. Así, la dulce Léa que me acabo de encontrar dejará lugar a una femme fatale, una más en la lista de féminas acompañantes del agente secreto de Su Majestad, James Bond.

A la espera de una confirmación oficial, la bandada de pajarillos que es Twitter ya ha sentenciado que ella es la mujer perfecta para aparecer junto a Daniel Craig y lo ha sentenciado con un hastag: #LeaIsThePerfectJamesBondGirl.

© Getty Images
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Léa Seydoux, con minifalda y piernas al aire, sonriendo me saluda en inglés. Tiene una pronunciación perfecta pero un vocabulario escaso. Parece una niña en mitad de un interrogatorio que se ha estudiado a medias: largas pausas, muchos “emm, emm”, algún palabrejo en francés… Tras unos minutos le pregunto: “¿Prefieres continuar en francés?”, responde aliviada que sí y yo se lo agradezco, porque hacer de profesora mala no me gusta.

 

De una película a otra cambias muchísimo. Parece que te mimetizas con el personaje que interpretas. ¿Te divierte jugar con tu look?

¡Me encanta! Muchos piensan que en La vida de Adele llevaba peluca, pero realmente me corté el pelo y me lo teñí de azul. Me gusta usar mi cuerpo como un instrumento más de mi trabajo.

 

Eres muy ecléctica, tanto en la elección de papeles como en los géneros de las películas.

Es cierto. ¡Mi carrera parece la de una esquizofrénica! Estoy experimentando, aprendiendo y en este punto me apasiona saltar de un género a otro. Espero seguir teniendo este privilegio en el futuro.

Junto a Adèle Exarchopoulos en ‘La vida de Adele’, la película que le valió la Palma de Oro en Cannes.
Junto a Adèle Exarchopoulos en ‘La vida de Adele’, la película que le valió la Palma de Oro en Cannes.

¿Tienes alguna estrategia a la hora de meterte en un personaje?

Poca técnica y mucha imaginación. Suelo recurrir a la fantasía y a mi creatividad.

 

¿Y cómo es la verdadera Léa?

Soy un compendio de contradicciones. Por suerte me dedico a interpretar y puedo darles salidas, si me dedicase a otra cosa no sé que hubiera sido de mí.

 

Has crecido junto a dos gigantes del cine: tu abuelo, Presidente de la sociedad cinematográfica francesa Pathé, y tu tío abuelo, presidente a su vez de la histórica Gaumont. ¿Era un hecho que te convertirías en actriz?

No, para nada. Ha sido una decisión mía. Mis padres se sorprendieron cuando se lo dije, y no se alegraron mucho porque tuve que dejar a un lado los estudios. Pero me dijeron: “Haz lo que creas”. He crecido dentro de una familia en la que lo más importante siempre ha sido el respeto a la libertad.

Retazos de rodajes, promociones por medio mundo y selfies con sus compañeras de reparto: todo esto encontramos en el Instagram de Léa. © @leaseydoux_genuine
Retazos de rodajes, promociones por medio mundo y selfies con sus compañeras de reparto: todo esto encontramos en el Instagram de Léa. © @leaseydoux_genuine

De pequeña sufriste una crisis de pánico y eras muy tímida. ¿Actuar te ha ayudado?

Sí. Todavía hoy en día me es más fácil encontrarme en las películas que en la vida real.

 

¿Dónde te sientes realmente en casa?

En Senegal, donde vivíamos cuando era pequeña. Concretamente en la isla de Gorée, junto a Dakar. Mi madre tiene una casa allí y es uno de mis rincones preferidos.

 

Se habla de ti como una de las actrices más jóvenes y talentosas de Francia.

¿Qué puedo decir?… ¡Gracias!

 

¿Y es cierto que te hubiera gustado ser cantante de ópera?

La música es mi gran pasión, pero el canto siempre ha sido un hobby. Aunque si me propusieran un buen musical…

Amante confesa de las compras, debió disfrutar de lo lindo al convertirse en imagen de Miu Miu. © Miu Miu
Amante confesa de las compras, debió disfrutar de lo lindo al convertirse en imagen de Miu Miu. © Miu Miu

Además de la música, ¿nos confiesas alguna otra pasión? ¿Chocolate, amor, trabajo…?

¡¡Las compras!! Es una especie de enfermedad y tengo un problema con el dinero: según entra me veo obligada a gastarlo todo. No me quedo tranquila hasta que no estoy otra vez en números rojos.

 

¿Y qué prefieres comprar: vestidos, zapatos, bolsos?

¡Todo!

 

En La Bella y la Bestia trabajas junto a Vicent Cassel. Cuéntanos: ¿cómo es en el plató? Se rumorea que tiene un carácter difícil…

Vicent es muy divertido. En el set estaba bromeando todo el rato y me hacía reír en mitad de cualquier escena. Con la máscara que llevaba parecía un oso. Ser un poco difícil forma parte de su personaje, pero encajaría perfectamente en una comedia.

 

Seguimos con los cuentos de hadas: ¿cuál era tu favorito de pequeña?

Cenicienta, porque está sola con ella misma y de pequeña yo tenía tendencia a aislarme en mis mundos. Después, La Bella Durmiente y La Bella y la Bestia.

 

¿Crees en el príncipe azul?

¡Sí, claro! Aunque también creo que hay más de uno.

Junto a Vicent Cassel en un fotograma de ‘La Bella y la Bestia’.
Junto a Vicent Cassel en un fotograma de ‘La Bella y la Bestia’.

¿Podrías enamorarte de un hombre feísimo?

No. No estoy obsesionada con la belleza y tampoco creo que yo sea especialmente guapa. Y es cierto que un hombre puede ser fascinante de muchas maneras, pero, sinceramente, si es feísimo no creo que llegase a enamorarme. Aunque… ¡nunca diré nunca!

 

Nunca diré nunca, Never say never again. La entrevista con Léa Seydoux finaliza así, con su involuntaria cita de la película de la saga de 007 con Sean Connery y Kim Basinger como chica Bond. ¿Casualidad?

Mientras se transforma en chica Bond, aprovechamos a repasar su estilo parisino en esta galería:

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