Llega septiembre y parece como si no nos quedaran aún tres semanas largas de verano (o de calor, al menos). Algunas, las que tienen ya ganas de otoño, se anticipan sacando del armario las prendas de manga larga que apenas pudieron estrenar a finales de la primavera pasada. Otras, se resignan comprando el último frasco de bronceador del año, con el firme propósito de ir a diario a la piscina porque piensan aprovechar hasta la última gota de crema. Sin embargo, ni una ni otra se deciden a dar un paso que, definitivamente, dará cerrojazo al verano: la vuelta al gimnasio y, con ello, a la rutina definitiva.

Y es que, para muchos, no hay nada peor. Sí, volver a soportar al jefe o a las otras madres del colegio puede ser una fatiga, pero al final, nada comparado con tener que volver a poner buena cara a la instructora que pretenderá que demos una palmada en al aire durante la clase de spinning o al entrenador que nos sonreirá diabólicamente mientras grita: “En la siguiente serie, subimos un kilo más el peso de la barra, ¿vale?”.

Afortunadamente, sabemos cómo hacer para que esta vuelta no sea un ‘bofetón’ de realidad, sino más bien un ‘abrazo’ de reencuentro. Todo es cuestión de psicología: “Si estamos decididos a volver al gimnasio, afrontémoslo animados y con compromiso”, explica Eguzkiñe Zabaleta, psicóloga del Centro Médico San Martín de San Sebastián, especializados en psicología deportiva. “La motivación es la clave. Un buen truco para animarse es recordar todos aquellos aspectos que suponen una recompensa positiva gracias a realizar una visa saludable. Recuerda las sensaciones positivas que genera el entrenamiento y, sin esperar, comienza”.

© Victoria's Secret Sport
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  • Fija el horario y sal de compras

Lo habitual es, precisamente, que comenzar cueste más que mantener la rutina, de ahí que se nos haga cuesta arriba. “Siempre es más fácil mantener la inercia que cambiarla pero, aun sin tener muchas ganas, la clave está en ir. Una vez estando allí ya tenemos más de la mitad de la motivación ganada”, prosigue la experta.

Un buen truco para hacer más llevadera la vuelta es estrenar ropa o zapatillas. “Funciona más de lo que creemos. Comprar ropa nueva para retomar el entrenamiento motiva no le llevaremos la contraria en esto y la excusa de estrenarla nos hará salir a la calle prestos a comenzar”, afirma Eguzkiñe.

¿Habrá estrenado Karlie Kloss zapatillas para que su vuelta al gimnasio no se haga tan dura? ¿O lo suyo con el deporte es más sencillo que todo esto? © Cordon Press
¿Habrá estrenado Karlie Kloss zapatillas para que su vuelta al gimnasio no se haga tan dura? ¿O lo suyo con el deporte es más sencillo que todo esto? © Cordon Press
  • Sin tregua

Una de las claves para superar rápidamente y con éxito la ‘cuesta arriba’ de volver al gimnasio es evitar los días en blanco o, al menos, hacer más de lo que ya hacíamos anteriormente. “Los días de tregua deben ser los mínimos posibles, porque cuanto antes cojamos la constancia del entrenamiento, antes volveremos a recuperar la forma física que teníamos”, explica Carlos González, entrenador personal y duatleta. “Eso sí, es mejor ir poco a poco, fijarse más en las sensaciones positivas que obtenemos de hacer ejercicio que en volver a las marcas de antes del verano”.

Algunas cosas, en cambio, no deben cambiar, como el calentamiento. “No es necesario modificarlo porque es solo una entrada en calor. Debe ser siempre progresivo, prestando atención a todas las articulaciones y aumentando la intensidad poco a poco”, dice Juan Ruiz López, director de su propio Centro de Entrenamiento Personal y uno de los entrenadores más demandados por actores y futbolistas españoles.

Parece que Jessica alba no nos ha hecho caso y ha vuelto a tope a los entrenamientos. © Instagram
Parece que Jessica Alba no nos ha hecho caso y ha vuelto a tope a sus entrenamientos. © Instagram
  • Con calma

Eso sí, “no hay que trabajar a una intensidad muy alta. Tras un periodo de descanso podemos llegar a perder hasta un 30% de la forma física que teníamos, y tardaremos en recuperarnos entre 3 y 5 semanas, por lo que hay que dejar las prisas aparte”, prosigue Juan.

Él nos recomienda comenzar con un entrenamiento completo “donde se toquen todos los grupos musculares y tipos de movimiento. Una buena idea es trabajar principalmente con mancuernas para garantizar la estabilidad articular y así evitar lesiones. Comenzaremos trabajando en series de 10-12 repeticiones, a una intensidad media”.

Priorizar el ejercicio cardiovascular es otro truco. “Es bueno hacerlo así porque ayudas a eliminar toxinas y bajar algo de peso que hayamos podido coger durante el verano. Mejor un cardio ligero, ya que nos ayuda a perder mas grasa que hacerlo a una intensidad elevada, y deberá ser como mínimo unos 40 minutos”, apunta Carlos.

© Victoria's Secret Sport
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  • Sin inventos, por favor

Si bien estrenar una prenda de ropa es más que recomendable, no lo es tanto el comenzar con clases o rutinas muy diferentes: “No existen malos momentos para probar cosas nuevas, pero después de las vacaciones es mejor que nos asesoremos bien antes de hacerlo, porque hay más riesgo de lesiones y nuestro cuerpo no está habituado. Es mejor empezar poco a poco y, una vez que ya estamos adaptados de nuevo, apuntarnos a las nuevas clases”, explica Carlos González.

“Si volvemos como si nada, las agujetas serán excesivas, nos desanimarán y nos costará aun más la vuelta. Un truco es realizar entrenamientos dinámicos y divertidos. No pasa nada si nos parece que están a un nivel ‘bajo’, ya lo aumentaremos más adelante: y, de paso, evitaremos las agujetas”, añade Juan López.

© Instagram @reebok
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  • Vida sana, mejor que dieta

Empezar el gimnasio al mismo tiempo que una dieta puede ser una combinación fatal a la hora de mantenernos fieles a nuestra promesa de hacer deporte semanalmente y perder peso. Sin embargo, un buen truco es acompañar la vuelta a la rutina del ejercicio con un cuidado real de lo que comemos, cambiando pequeños hábitos o comidas para convertirlas en 100% saludables.

Por ejemplo: “Un desayuno perfectamente saludable sería una taza de café con leche desnatada, una loncha de pavo sobre una tostada integral, con un poco de queso light si nos gusta, y una pieza de fruta pequeña. No necesitamos más”, explica Valeria Castagna, nutricionista de la Clínica Ravenna Madrid. “Mantener un desayuno equilibrado ayuda a evitar comer de más a lo largo del día”, explica.

¿Buscando una opción más divertida? Este sandwich de pavo, lechuga y naranja puede ser una buena opción para empezar el día junto a un café. © Cordon Press
¿Buscando una opción más divertida? Este sandwich de pavo, lechuga y naranja puede ser una buena opción para empezar el día junto a un café. © Cordon Press

Así, un buen desayuno, un ejercicio sin prisa, pero sin pausa, y una mente motivada, con un ‘plus’ en forma de zapatillas o mallas nuevas, puede ser el mejor pack contra la pereza para convertir la cuesta de septiembre en todo un slalom. ¡Ánimo!

Este artículo se publicó originalmente el 2/09/2015.