Moda
Cada vez que te asomas por la puerta del gimnasio a la clase de Body Combat te asustas ante el despliegue de puñetazos, patadas y gritos mientras piensas: “¿Entro o no entro? Mejor otro día…”
A nosotras nos pasaba lo mismo, hasta que lo probamos… y nos enganchamos. Capaz de hacer desaparecer el estrés, esta clase colectiva llena de energía resulta adictiva. Palabrita de Grazia.
El Body Combat (programa que pertenece a Les Mills) es un ejercicio cardiovascular de alta intensidad en el que, con una música de fondo, se nos invita a movernos sin parar siguiendo unas sencillas coreografías inspiradas en el karate, el boxeo, el taekwondo, el kick boxing, el tai chi, la capoiera, el muay thai… Decíamos que también es adictivo y no nos lo inventábamos, porque este entrenamiento hace liberar altas dosis de adrenalina que consiguen enganchar a cualquiera mientras se queman grasas y se tonifican músculos sin demasiado esfuerzo.
La modalidad es además apta para principiantes, porque para iniciarse en ella no es necesaria una disciplina técnica. Cada uno puede adaptarse poco a poco, a su ritmo. Los pasos de cada coreografía forman parte de un programa cerrado, lo que quiere decir que se repetirán durante aproximadamente un mes y medio; tiempo suficiente para facilitar el aprendizaje pero sin llegar a resultar repetitivo.
“Es un programa muy completo”, nos ha contado Clara Cuevas, monitora de Body Combat en el gimnasio DreamFit. “Se ponen en funcionamiento la mayoría de los músculos del tren superior (hombros, abdomen y espalda) y del tren inferior (cuádriceps, gemelos y glúteos) consiguiendo la tonificación de todos ellos. Al ser una actividad cardio, beneficia además a nuestros pulmones y corazón”, continúa la experta, que nos recomienda empezar poco a poco para llegar a practicarlo dos o tres veces por semana para alcanzar los mejores resultados.
Se trata de una clase que promete quemar unas 720 calorías, por su gran implicación muscular, así que nunca se debe acudir al gimnasio en ayunas. También es importante centrarse en mantener siempre una postura correcta para evitar lesiones: con los hombros relajados, sin bloquear articulaciones y dejando que sea el abdomen el que sostenga toda la presión.
Como en cualquier actividad, Clara nos recuerda la importancia de rematar una hora de clase con estiramientos de cada músculo trabajado. Lo más efectivo para recuperarse y evitar lesiones.
Otra de las ventajas del ejercicio es que no necesitarás ningún material especial, simplemente unos pantalones muy cómodos que no limiten los movimientos y las patadas. Opcionalmente, verás a algunos instructores con guantes, que protegen las muñecas de posibles lesiones, pero no te recomendamos comprarlos hasta que no hayas probado que efectivamente el Body Combat es lo tuyo. De lo que no te puedes olvidar es de una toalla y una botella de agua para hidratarte entre coreografía y coreografía, ¡porque vas a sudar la gota gorda!
Apréndetelo:
Pero para llegar con los deberes hechos, antes de calzarte las zapatillas estúdiate el vocabulario básico para dummies del Body Combat:
- Jab: puñetazo directo con la mano delantera desde tu posición de guardia.
- Cross: puñetazo directo con la mano que tienes detrás, también desde la posición de guardia.
- Crochet: puñetazo semicircular.
- Uppercat: el famoso gancho, un puñetazo que se ejecuta en vertical y en dirección ascendente.
¡Bienvenida a la batalla!
