Es tiempo de rebajas, el momento de comprar lo que el resto del año te niegas. Aunque, sean rebajas o no, cada español consume una media de 137€ al año en productos de perfumería, cosmética y cuidado personal, según datos del Informe-Balance económico 2013 del sector de la Perfumería y la Cosmética de la Asociación Stanpa. En los tiempos que corren, esto supone un gasto importante que, desde cualquier punto de vista, debería ser una buena inversión.

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¿LAS CREMAS CADUCAN?

Antes de meternos a ver cómo es el correcto uso de una crema para alargar su vida, dejemos clara una cosa: sin abrir, una crema puede durar años. Pero, una vez la abres, depende del PAO, un símbolo que aparece en todos los envases por ley. Significa ‘Period after opening‘ (Periodo una vez abierto) y se muestra como una caja abierta, con un número y una letra M, donde el número representa los meses que dura ese producto en condiciones óptimas una vez abierto.

Busca este logo (por ley tiene que aparecer en todos los cosméticos) para saber cuándo caducan una vez abiertos).
Busca este logo (por ley tiene que aparecer en todos los cosméticos) para saber cuándo caducan una vez abiertos).

¿Has leído bien? En condiciones óptimas. Porque que sepas que una crema, al igual que una salsa, se puede estropear. Haz la prueba y busca una crema que haga tiempo que no usas. Observa si huele raro o si se han separado la fase acuosa y la aceitosa por culpa del calor. En cualquiera de los dos casos, ya ha caducado. No suele pasar nada pero, como ocurre con las medicinas, pasado ese tiempo, quizá no funcione para la función para la que fue formulado.

LA VIDA ÚTIL
En general, los cosméticos tienen una vida útil más o menos estándar.A saber:

– Cremas, sueros y mascarillas: Lo que diga la etiqueta. En general, 12 meses.

Bases de maquillaje: Pueden llegar a durar dos años si el envase es de ‘bomba’ porque no permite su contaminación con los dedos.

Polvos: Pueden llegar a durar hasta tres años, aunque suelen morir antes porque se rompen. Un truco: Para que eso no pase, mete un disco de algodón entre la tapa y los polvos.

Sombras de ojos: Pueden durar hasta dos años perfectas, si limpias el aplicador cada vez. Si usas los dedos, en seis meses puedes tirarla porque, seguramente, habrás contaminado la fórmula y ya no se extiende con tanta facilidad.

© Lucio Convertini
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Máscara de pestañas: Puede durar hasta ocho meses si la cierras bien, no bombeas el cepillo arriba y abajo antes de sacarla (hace que entre aire, lo cual seca la fórmula) y quitas los restos del cepillo dejándolos en el borde del tubo (que también hace que se seque).

Lápices delineadores de ojos, cejas y labios: Duran más porque vas renovando la punta con el afilador.

Eyeliner líquido: Dura hasta un año pero lo más seguro es que se te acabe antes de que pase ese tiempo. No olvides limpiar la punta con un tisú después de usarlo.

Barras de labios: ¡Pueden durar años! Cuando parezca que se ha acabado, introduce un pincel de labios porque dentro hay más.

Brillo de labios: Depende mucho de la calidad, pero no suelen durar demasiado. Hasta un año, en el mejor de los casos. Cuida bien el aplicador, que suele estropearse, incluso romperse con el uso.
ALARGAR LA VIDA DE UN COSMÉTICOS
¿Se puede hacer algo para que la crema dure más? Sí, se pueden hacer varias cosas. Primero, ser lista eligiendo el tipo de envase; segundo, usar la cantidad justa, aprovechando sus virtudes pero sin despilfarrarla y, por último, conservarla en las condiciones óptimas.

1. El envase adecuado: La crema (y cualquier fórmula cosmética) durará más tiempo estable si el envase es de vidrio, en lugar del poroso plástico. En los sistemas ‘airless’, con pompa, en los que no entra aire, el producto está aislado, no se contamina ni entra en contacto con el aire y, por lo tanto, dura más tiempo con sus propiedades intactas. En ellos se aprovecha hasta el último mililitro de crema. Algo interesante a la hora de invertir en una crema o suero de precio alto.

2. La cantidad justa: No sólo no la desperdiciarás, sino que tu piel te lo agradecerá. La dermis, a partir de un nivel, no absorbe más sustancias por mucha crema que se aplique. Y tampoco usar varios productos garantiza una mejor respuesta por parte de la piel. Los laboratorios siempre insisten: una cantidad excesiva de principios activos no hace que aumenta la eficacia de una crema o serum.

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¿Qué cantidades usar?

– Limpiadora: Una cucharadita de café es suficiente para rostro y cuello. Para los ojos, dos algodones bien empapados.

– Tónico: Con mojar un poco un algodón es suficiente.

– Serum: Cinco gotas, una en la frente, una en la barbilla, una en la nariz y una en cada mejilla.

– Crema hidratante de día: Si la crema es líquida, quizá haga falta aplicar un poco más, pero la cantidad estándar de tratamiento facial es de un guisante.

– Crema de noche: Con ella, mejor quédate corta porque suelen ser más untuosas. ¿Qué tal medio guisante bien calentado en las palmas de las manos y aplicado con ligeras presiones sobre el rostro?

– Contorno de ojos: Es suficiente con un grano de arroz para cada ojo, incluyendo párpado inferior y bajo la ceja. Recuerda que no todas las fórmulas son adecuadas para aplicar en el párpado móvil; mira bien el envase.

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© Lucio Convertini

 

3. Conservarla adecuadamente:

Vigila la tapa: Si es necesario, limpia las orillas de tus envases con un algodón impregnado en alcohol para asegurarte de que cierran bien y no entra aire ni ningún otro elemento que pueda contaminar o deteriorar el contenido.

¡Ojo con los dedos! Usa una espátula limpia para tomar la cantidad de crema necesaria. Los cosméticos, al igual que los alimentos, están expuestos a los microbios.

La temperatura correcta: ni frío ni calor. Se suele recomendar la temperatura ambiente, entre 15 y 25 grados. Aunque los productos están formulados para ser estables, no hay que someterlos a condiciones adversas. Más que el frio, el problema es un clima caliente y húmedo. De hecho, muchas veces lo mejor es no tenerlos en el cuarto de baño.

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NEVERA… ¿SÍ O NO?
Aunque podría beneficiar la no proliferación de contaminantes, también es cierto que demasiado frío puede romper la unión de los ingrediente de una crema o suero provocando que deje de ser activo.

Se pueden dejar en la nevera todos aquellos cosméticos de los que se espera un efecto refrescante (contornos de ojos antibolsas, cremas para pies o lociones postdepilatorias), pero no porque vayan a durar más. En cuanto al maquillaje, no conviene nevera a los que tengan base en aceite, ya que éste se solidifica. Y de los aceites de cara, cuerpo y pelo… ni hablamos. Jamás en la nevera.

Los esmaltes de uñas, ¡a la nevera! Ahí pueden durar bien ¡años! Acuérdate de meterlos bien cerrados y tumbados, y sacarlos con antelación ya que, para aplicarlos, necesitarás que estén otra vez a temperatura ambiente para poder agitarlos bien y después dejar que reposen unos 30 minutos para que no salgan burbujas al utilizarlos.