A todos nos gusta lucir un pelo bonito. Lo mimamos durante el año, con visitas periódicas al peluquero para sanear puntas, compramos champús específicos y usamos mascarillas reparadoras. Por eso, cuando llega el otoño y vemos más cabellos de lo normal en el cepillo nos llevamos las manos a la cabeza por temor a perder, como Sanson, nuestra fuerza con una caída excesiva. ¡Qué no cunda el pánico! Es algo normal. Te contamos por qué.

En otoño sufrimos por temor a perder, como Sanson, nuestra fuerza con una caída excesiva del cabello. © Federica Putelli
En otoño sufrimos por temor a perder, como Sanson, nuestra fuerza con una caída excesiva del cabello. © Federica Putelli

La vida del pelo se dividen en tres fases. La anágena, que dura tres o cuatro años y que corresponde al nacimiento y crecimiento del cabello. La catágena, de tres semanas, en la que el desarrollo de éste se detiene; y la telógena, un periodo de tres meses en el que tiene lugar el descanso y su caída final. Aun así, e independientemente de estos tres momentos vitales, el pelo es sensible a los cambios de estación. Igual que les sucede a árboles, mamíferos y reptiles, nosotros también sufrimos nuestra particular ‘muda’ con la llegada de la primavera y el otoño.

«La pérdida de cabello se produce sobre todo con la llegada de la primavera y el otoño; aunque durante esta última, la pérdida es bastante mayor. Ahora se produce incluso un poquito antes. Hemos observado que a raíz del cambio climático, este recambio en lugar de producirse en los meses de septiembre-octubre, se adelanta hasta agosto-septiembre», explica el doctor Javier Ferrando. En otoño, además confluyen dos situaciones: al reducirse el número de horas de luz solar, cambia el ritmo al que nuestra glándula pineal produce melatonina y, por otra parte, perdemos definitivamente todo el pelo que murió en primavera (y que tarda tres meses en caer).

Una nueva investigación de Pantene ha desvelado que el daño de las proteínas en el núcleo del cabello juega un papel crucial en la caída del pelo. Su nueva gama 'Prevención caída' actúa sobre ello. © Pantene
Una nueva investigación de Pantene ha desvelado que el daño de las proteínas en el núcleo del cabello juega un papel crucial en la caída del pelo. Su nueva gama ‘Prevención caída’ actúa sobre ello. Tratamiento fortificante (PVR 6,49€); champú prevención caída (PVR 3,85€); acondicionador (PVR 3,85€); mascarilla intensiva (PVR 5,49€). © Pantene

¿Cómo notamos esta pérdida? Sobre todo al lavarnos y cepillarnos el pelo. «Tenemos 100.000 cabellos en el cuero cabelludo. Una pérdida de 100 diarios es normal. Pero la pérdida es variable en función de cada uno. Las personas que tienen más pelo tendrán un recambio más abundante y las que tienen menos, será menor. Todo es proporcional», comenta el experto. Pero una cantidad mucho mayor que la media puede ser consecuencia de que el pelo esté débil y por lo tanto se rompe.

Modelos en el backstage de Mary Katrantzou. Foto: Cordon Press.
Modelos que parece que no tienen problema de caída en otoño con esas melanazas. © Cordon Press.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

No es necesario hacer nada extraordinario cuando, con la llegada del otoño, se produce este efluvio estacional. Se trata de una fase más en el ciclo de vida de nuestro pelo.  Aun así, como en todo, una prevención, puede ayudarnos a minimizar los efectos estacionales. Si la caída es mayor que en años anteriores o dura más de dos o tres meses, lo más recomendable es acudir a la consulta de un experto. Podrías tener un problema de tiroides o anemia.

La modelo Behati Prinsloo en el backstage del desfile de Victoria's Secret. Foto: Cordon Press.
La modelo Behati Prinsloo en el backstage del desfile de Victoria’s Secret. Foto: Cordon Press.

Cambios estacionales aparte, existen varios factores a tener en cuenta que pueden influir en la caída del pelo y sobre los que sí puedes actuar:

  • Una buena alimentación: añade a tu dieta diaria legumbres y cítricos. Las primeras nos aportan muchas proteínas, responsables de la queratina de pelo y uñas. Los segundos son ricos en vitamina C y ayudan a asimilar mejor el hierro de los alimentos, lo cual redunda en una cabellera menos vulnerable a la caída.
  • Limpito: no, no es malo lavarse el pelo todos los días. Cuanto más limpio esté, mejor. «Uno se ducha cada día y no se queda sin pelo en axilas o pubis. Pues entonces, tampoco en la cabeza. Además, si te aplicas un producto para la alopecia sobre un pelo limpio, el resultado será mejor, puesto que penetrará más fácilmente. La raíz del cabello está a medio centímetro de la piel. La gente que se pone productos capilares para fortalecer el pelo, pero no hace una buena fricción y no tiene un cuero cabelludo limpio, no obtendrá ningún tipo de resultado. El tratamiento no penetrará lo suficiente», explica el doctor Javier Ferrando.
  • Pero sin frotar: según María Baras, estilista de Pantene, es importante no frotar el cabello durante el lavado. «La fricción causa daños en la estructura de las fibras. Realiza un suave masaje para aplicar el champú sin frotar el cabello», recomienda.
  • Menos plancha y secador: puede que el abuso de secadores y planchas no influya directamente a la caída, puesto que los efectos que tienen son superficiales. Pero, ¡ojo!, no cantes victoria, el pelo frágil se caerá más fácilmente que uno sano. Si se abusa de tratamientos capilares demasiado agresivos (y muy a menudo) el pelo puede estar más seco y por lo tanto más quebradizo.
  • Cepillado correcto: siempre es bueno usar un acondicionador en la ducha para que el cepillado posterior sea más suave. Los pelos se separarán mejor y habrá menos tirones. Recurre a los cepillos suaves que no parten el cabello. Además, según recomiendan desde Pantene, es preferible cepillar siempre el cabello seco y evitar hacerlo con ello húmedo: «Es un 30% más susceptible a la rotura y al cambio en la estructura del mismo cuando está mojado que cuando está seco».
No abuses de los tratamientos agresivos, ni de los cepillos que puedan partirte el cabello. Foto: Cordon Press.
No abuses de los tratamientos agresivos, ni de los cepillos que puedan partirte el cabello. © Cordon Press.

OTRAS CAUSAS

Al igual que sucede con los efluvios estivales, existen momento en los que la pérdida de pelo se debe a situaciones que alteran las fases de crecimiento de este. Dos o tres meses después de un parto, o un aborto es normal notar una fuerte caída de pelo.

De igual modo, tras una dieta hipocalórica muy fuerte en la que se han perdido muchos kilos en poco tiempo, se observan los mismos síntomas.