Hace unas semanas, el equipo de graziamagazine.com/es cayó por casualidad en el web de una fotógrafa americana llamada Julia Kozerski que un buen día, recién casada, decidió quitarse de encima los kilos que le sobraban. ¿Eran más de veinte o treinta? Más bien. Digamos que eran setenta. Me pidieron que os lo contara…

Autoestima y conciencia de la propia imagen, claves a la hora de asumir un gran cambio físico. © juliakozerski.com/half
Autoestima y conciencia de la propia imagen, claves a la hora de asumir un gran cambio físico. © juliakozerski.com/half

Al tiempo que comenzó su plan de dieta + ejercicio, Julia creó un blog llamado «changing room» (probador) al que, de vez en cuando, subía fotos de ella misma comprándose ropa y a través del cual se podía ir viendo su evolución. De pantalones de chándal a vestidos tubo con tacones, con alguna que otra lagrimilla intercalada. Hasta ahí, todo normal. Una historia exitosa de pérdida de peso a través de un cambio en la alimentación y bastante ejercicio.

Lo que nadie imaginaba era que, en otro blog pararelo, titulado «half» (la mitad), se vería la verdadera evolución del cuerpo de Julia. De 153 kilos, había pasado a pesar 81. Es decir, había perdido 72 kilos. Con ropa, estaba estupenda. Cuando se desnudaba, todo cambiaba. Piel descolgada, pechos vacíos, estrías, abdomen caído… Las ventajas de una gran pérdida de peso han parecido siempre evidentes, pero hasta ahora nadie se había atrevido a contar de forma tan cruda los inconvenientes.

Julia, antes y después de perder 72 kilos. © juliakozerski.com/changingroom
Julia, antes y después de perder 72 kilos. © juliakozerski.com/changingroom

Lágrimas en el probador

Julia trató de narrar, a través de sus fotos, que en toda luz hay una sombra. Que hace falta trabajar mucho la concepción de la propia imagen y la autoestima para, después de hacer un esfuerzo titánico por ganar salud, no te veas en la tesitura de tener que elegir entre el antes y el después. Ella no se gustaba gorda, pero con el cuerpo colgando tampoco. Si bien es cierto que la pérdida de 72 kilos no es algo habitual, esos casos existen y es necesario que la persona viva el día a día con un seguimiento psicológico, para ir aceptando los cambios e incorporándolos de forma mentalmente sana a su nueva y más saludable vida.

Algunas de las crudas imágenes que Julia tomó de sí misma para el blog. © juliakozerski.com/half
Algunas de las crudas imágenes que Julia tomó de sí misma para el blog. © juliakozerski.com/half

Seguras de que lo importante es la salud, pero de que la imagen también ayuda al bienestar de la mujer, desde GRAZIA nos hemos puesto en contacto con los mejores expertos para saber cuán peligroso -o no- es perder mucho peso de golpe, cómo se pueden sortear los efectos negativos derivados tales como flacidez, pérdida de pelo u otras secuelas y qué hacer si vives una situación igual o parecida a la de Julia. Que en ningún momento se entienda que estamos defendiendo la pérdida de peso sin control ni tampoco la idea de que mejor gorda que con el cuerpo descolgado.

Los números que arrojan las estadísticas sobre obesidad de los últimos años son muy alarmantes. España, a pesar de la muy mencionada Dieta Mediterránea, no solo no se salva, sino que está a la cabeza. En 2013 ya superó a Estados Unidos en obesidad infantil y, según la SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad), los obesos entre 25 y 54 años son un 15,5% de la población. La mayoría de estas personas son mujeres.

 

Adelgazar rápido… de forma segura

De siempre se ha creído que, cuanto más rápido pierdes el peso, más flacidez ganas. Esto es sólo una leyenda urbana. Si la pérdida es adecuada al peso que te sobra, será más rápida al principio. Si te alimentas de forma correcta, sin prescindir de las proteínas y consumes alimentos que te ayuden a conservar el músculo, conservarás mejor y más firme el cuerpo. Si al tiempo que vas perdiendo, vas musculando y mejorando la turgencia de la piel, mejor que mejor. Todo ayuda.

El doctor Basilio Moreno*, Ex jefe de servicio de endocrinología y nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y Miembro de Honor de la SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad) arroja luz sobre nuestra duda principal. ¿Siempre se ha de perder muy despacio el peso que sobra?:

«Depende de la persona. Las pérdidas de peso en el tratamiento de la obesidad deben ser adecuadas a cada individuo, en función a su actividad social y actividad física. El objetivo es lograr una pérdida de peso segura -además de eficaz- y ello no está reñido con la rapidez. Lo que sí resulta fundamental es vigilar detenidamente al paciente mediante controles clínicos y analíticos que nos aseguren la bondad de la pérdida de peso y el mantenimiento posterior de la misma.

En un artículo publicado por el New England Journal of Medicine (enero, 2013) se afirma que es un mito la creencia de que perder peso rápidamente no sea seguro. En el reciente estudio Prokal (ensayo clínico aleatorizado) desarrollado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid se objetivó una pérdida de peso rápida (en torno a 16 Kg de media en los dos primeros meses en los pacientes del grupo tratados con Método PronoKal), con mejora evidente de factores de riesgo como hipertensión arterial, dislipemia, hiperglucemia y sensación de confort. Por tanto, concluyo como empezaba: lo fundamental son las pérdidas de peso adecuadas, vigiladas por un médico y controladas por nutricionistas, con rigor clínico y que satisfagan al paciente en cuanto a su rapidez y eficacia«.

© Cordon Press
© Cordon Press

Ganar vida es lo importante

Parece que, a pesar de sentirse físicamente mejor y más vitales, mucho cuerpos que reducen peso bruscamente, sufren un bajón. «Aunque hayan sido ellos quienes han querido dar el paso de operarse o hacer dieta para perder mucho peso, todas las personas que he tratado, que han sufrido un cambio tan espectacular, no se sienten bien al cien por cien», afirma Marcos Flórez, director de Estarenforma.com entrenadores a domicilio (915766143). «Se ven tan diferentes… Además, cuando pueden retornar a la vida normal están muy cansados por su cambio físico y han perdido mucha fuerza«, explica el entrenador.

¿Cómo les ayuda el entrenamiento? «Es algo psicológico. Aunque se vean como Julia, con el cuerpo flácido, se sienten mejor porque son capaces de moverse, de atarse los zapatos o ponerse ropa que no sea de chándal y, sobre todo, se notan más duros a pesar de la cantidad de piel que tienen encima», explica Flórez. «Lo que más les ayuda es ganar todo muscular. A partir de las dos semanas de entrenamiento, ya van notándose menos blandos y les hace mucha ilusión. Son tantos años sin poder casi moverse…», concluye el experto.

 

¿La solución pasa por una cirugía?

Pero la piel sigue ahí.

Algunos cirujanos plásticos cuentan su experiencia con pacientes a los que, por reducción de estómago, ven perder hasta un cuarenta por ciento de su peso. Normalmente, tras la intervención se prevé una gran bajada de peso que, además, suele ser rápida o brusca. Al cuerpo no le da tiempo a adaptarse.

«Una pérdida de cuarenta o cincuenta kilos en un año es un proceso muy rápido, aunque depende del peso del que se parta. Como no se sabe a ciencia cierta cómo van a ir las cosas, no queda otra que esperar», explica a GRAZIA el doctor Rubén F. Gª-Guilarte, cirujano plástico y estético (914025184). Hay que esperar unos tres meses desde el momento en que se deje de adelgazar para comprobar que el peso se estabiliza. «A partir de ahí, ya se puede realizar una intervención para corregir los descolgamientos que surgen. Lo que se hace es determinar qué es lo que sobra, tanto grasa como piel.

© juliakozerski.com/half
© juliakozerski.com/half

Como no se puede hacer nada por evitar este resultado de flacidez, si el paciente quiere cambiar eso, hay que hacer dermolipectomías, es decir, quitar grasa y piel de donde sobre, tanto a nivel del abdomen como de los muslos. Cuando son las mamas las que se quieren reconstruir, se realizan mastopexias, es decir, elevaciones generalmente acompañadas de prótesis, porque se requiere reponer la mama en una situación más ideal y en muchas ocasiones aumentar su proyección», concluye el cirujano.

 

¿Lista para perder todo lo que te sobra?

La Dra. Adriana Ribé, médico dermatopatóloga y directora de Ribe Clinic, ha dado a GRAZIA su punto de vista sobre cómo paliar o corregir los efectos negativos que suelen surgir cuando hay una pérdida de peso importante en poco tiempo. Lo primero, es importante ponerse en manos de un médico especialista para perder el peso porque solo él sabrá decirnos qué hacer y qué no para perder la grasa. Ése tiene que ser el objetivo. Una mala dieta puede hacerte adelgazar a fuerza de ‘comerte’ el músculo y eso es garantía de flacidez inmediata, pierdas poco o mucho peso.

 

Dicho esto, la experta nos recomienda, durante la dieta y al final de la misma:

Complementos nutricionales para compensar la pérdida o falta de minerales y vitaminas

Tratamientos reductores de la masa grasa (grasa localizada) con dos objetivos: hacer más efectiva la dieta y motivar a la persona porque van reduciendo más rapidamente. Lo mejor es el Coolsculpting, tecnología que elimina las células de grasa con la aplicación de frío controlado durante un periodo de tiempo específico. En una sesión reduce hasta el 40% de grasa localizada sin necesidad de cirugías ni post operatorio.

Tratamientos de remodelación corporal: ayudan a remodelar el cuerpo y disminuir la probabilidad de flacidez que puede aparecer durante o al final de la dieta. El mejor es el Smoothsahpes XV que remodela, compacta y disminuye grasa más a nivel general. Este láser ayuda a eliminar la celulitis y conseguir una piel más lisa y sin tanta flacidez.

– Si ha quedado flacidez facial (descolgamiento del tercio inferior de la cara) y corporal (cara interna de muslos y brazos y abdomen arrugado), el tratamiento más efectivo es el Thermage CPT, la radiofrecuencia más efectiva del momento que consigue llegar a las capas más profundas de la piel y evitar la flacidez. En una sola sesión se consiguen resultados que pueden durar hasta dos años.

– Si ha habido disminución de la masa capilar o fragilidad capilar, recomiendo durante y después, el Tratamiento con Láser LLLT, que utiliza un láser de baja potencia para mejorar la calidad del cabello y detener su caída sin efectos secundarios ni riesgos de ningún tipo. Así se consigue promover nuevos tallos capilares y conseguir un cabello más fuerte, grueso y sano.

 

* El Dr. Basilio Moreno trabaja para el Método PronoKal, método personalizado de pérdida de peso bajo control médico