Tus piernas llevan unos cinco meses sin ver más luz que la del halógeno del cuarto de baño, así que es normal que se asusten ante la simple mención de la palabra ‘primavera’. Pero el lobo no es tan fiero como le pintan. De hecho, si has hecho los deberes durante los meses de frío porque los has hecho, ¿verdad?, el ‘drama’ se reduce a unas extremidades demasiado blancuchas, un abdomen algo menos terso de lo que te gustaría o unos brazos poco hidratados.

Se acerca el equinoccio de primavera, los días se empiezan a alargar, el sol vuelve a calentar con fuerza... y toca decir adiós a las capas de ropa en modo cebolleta.
Se acerca el equinoccio de primavera, los días se empiezan a alargar, el sol vuelve a calentar con fuerza… y toca decir adiós a las capas de ropa en modo cebolleta.

Nada que no pueda solucionarse con un sencillo plan de acción que prevé ataques sobre varios frentes; para que cuando llegue al momento de decir adiós a las medias no sientas ni el más ligero escalofrío:

  • Hidratar: es el primer paso para lucir un cuerpo bonito porque, como sucede con el lienzo en una obra de arte, si no partimos de una buena base poco podrá hacerse por el aspecto final. Es frecuente que los meses de invierno hayan provocado descamación o pérdida de luminosidad al exponernos a cambios bruscos de temperatura acompañados de una relajación en los hábitos de hidratación diarios. Ahora toca ponerle remedio buscando fórmulas ricas y especialmente nutritivas.
  • Alisar: el buen tiempo hace que afloren a la superficie imperfecciones como la falta de firmeza, estrías o celulitis, problemas que requerirán una acción concreta para luchar directamente con ellos.
  • Broncear: que no quiere decir que te subas a la azotea de casa todos los días de 15.00 a 17.00 h. No. De hecho, si quieres hacerle un regalo a tu piel lo mejor que se te puede ocurrir es huir de los rayos del sol. Por suerte para todos, el moreno caribeño pasó a mejor vida y las propuestas de cosméticos que aportan un color saludable son cada vez más variadas e interesantes. Los avances en materia de autobronceadores han conseguido lo que parecía imposible, que volvamos a entregarnos a ellos algo que prometimos no hacer tras aquel desastre en forma de ronchas que ni el sarampión en la boda de la tía Luisa en el 2001.

Resumiendo, que llegan las novedades de belleza al rescate para que no cunda el el pánico ni aunque el mantenimiento invernal haya sido ejem digamos que poco riguroso. Así que reflexiona sobre las carencias que necesitas cubrir, encuentra el producto que mejor se adapte en la siguiente galería… y aparca los leotardos de lana hasta noviembre:

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