Christian Louboutin no solo ha convertido en objeto de deseo sus icónicos zapatos de suela carmesí. La firma francesa mima y diseña sus productos de maquillaje hasta convertirlos en auténticas joyas; especialmente sus labiales, con envases que se inspiran en frascos de esencias orientales. Algunos ya están descatalogados, otros, a la venta en su web al nada económico precio de 85 euros la unidad. Sin embargo, basta con echar un rápido vistazo a AliExpress, el gigante chino del comercio online, para encontrar una imitación por menos de 5 euros.

No se anuncia como un producto de Louboutin, y se nota a la legua que no es el mismo envase-joya, ni tiene por qué brindar los mismos resultados, pero muchas beauty victims prefieren el fake a nada. Sin embargo, ¿estamos jugando con la salud de nuestra piel sin saberlo?

Linda Evangelista y el resto de tops de los noventa se hacían ellas mismas su maquillaje. Eso sí, nunca escatimaban en productos de calidad. © Getty Images
Linda Evangelista y el resto de tops de los noventa se hacían ellas mismas su maquillaje. Eso sí, nunca escatimaban en productos de calidad. © Getty Images

Los riesgos están ahí. “Desconocer la procedencia de los ingredientes, si han pasado o no las condiciones sanitarias legales o las condiciones de temperatura, luz y bacteriológicas que soporta ese producto nos expone, entre otras, a alergias e infecciones en la piel”, explica Consuelo Mohedano, directora de Formación de Shiseido. “Se pone en riesgo la estabilidad de la piel, ya que no nos podemos asegurar que estén libres de bacterias u hongos, un correcto control del PH, la prueba de seguridad ocular…” añade Paola Gugliotta, cosmetóloga y creadora de la firma Sepai.

Estudios aleatorios del Gobierno de Estados Unidos sobre cosméticos elaborados en China para la venta electrónica, fuera de controles dermatológicos, hallaron sustancias, cuanto menos, inquietantes. Mercurio, arsénico, orina humana, plomo, excrementos de rata… formaban parte de fórmulas que apenas conseguían lo que anunciaban: hidratación, antiarrugas, exfoliación… Toxinas que generaron erupciones, quemaduras… e incluso hay expertos que lo relacionan con problemas de presión arterial e infertilidad.

¿Un peligro muy evidente de comprar falsificaciones? No sabes qué hay en la fórmula de los cosméticos. © Marco Vittur
¿Un peligro muy evidente de comprar falsificaciones? No sabes qué hay en la fórmula de los cosméticos. © Marco Vittur

Muchas clientas de belleza de imitación creen que basta con evitar las cremas y los tratamientos, que mientras se compre solo maquillaje, por su carácter temporal y de mero coloreado, no pasa nada. Se equivocan. “Los productos de imitación suelen imitar una textura y un olor, pero mediante compuestos vacíos de activos, exagerando conservantes para evitar contaminantes durante su distribución y en envases poco adecuados que pueden dar lugar a descomposiciones y, por tanto, sustancias tóxicas para el organismo”, explica Paola.

Además, la efectividad del producto no será la misma. “Lo que dure el maquillaje en el rostro o su caducidad también dependen de la calidad del mismo”, añade Consuelo.

Aun más grave resulta en el caso de pieles sensibles. “Es un cutis que se caracteriza por tener unos mecanismos de defensa que están siempre en estado de alerta. Si el producto no ha superado los controles necesarios, probablemente la piel los sentirá como una amenaza y podría experimentar mucha más reacción a estos productos”, dice la cosmetóloga.

Sin embargo, tampoco se trata de demonizar el canal de venta. AliExpress o Alibaba no solo venden imitaciones o productos de riesgo. Un ejemplo es el acuerdo de cooperación que anunciaron con el gigante coreano de cosmética Amore Pacific, cuyos productos se venden legalmente, anunciados como tal, en la web (solo el 11 de noviembre de 2015 vendieron 45.000 envases de BB Cream de Laneige, casi 1,4 millones de euros). Y no es la única compañía que ya ha iniciado relaciones comerciales con el gigante asiático. Procter & Gamble, Estée Lauder y L’Oréal, también.

© Marco Vittur
© Marco Vittur

No hay forma segura de conocer la fiabilidad de una crema o un maquillaje si se compra fuera de los canales oficiales (presenciales u online). Sin embargo, hay algunos trucos para saber si tenemos que estar en guardia o, directamente, evitarlos. Uno es tan sencillo como mirar si la marca existe o no. Por ejemplo, si buscamos imitaciones de barras de labios de Dior en AliExpress, encontramos unos de la firma Ocada a 0,98 €/unidad, que crea sus productos en Gungzhou. Bioaqua es la etiqueta bajo la que encontrar imitaciones de Clinique o Tony Moly. Ninguna tiene algún tipo de rastro digital más allá del propio vendedor en la web.

Igual de simple es poner un poco de sentido común a la compra en sí. Es lo que nos faltaría si nos hiciéramos con la crema que promete aumentar en segundos, casi mágicamente, el tamaño de los pechos de una mujer por apenas 5 euros (o su variante en forma de pastillas a base de hierbas).

Y si, en vez de cosméticos de imitación, nos quieren colar uno falso, el envase también nos puede dar pistas. “Por lo general, tienen un packaging con plásticos menos cuidados, detalles y desperfectos mínimos pero existentes y una calidad diferente en relación a la original”, explica Paola.