Por Aurélia Hermange.

Cada año se venden la friolera de 900 millones de barras de labios en todo el mundo, de las cuales 300 van directitas a Europa. ¿Muchas? Bueno, las suficientes para que todas las mujeres compremos dos al año y tengamos en casa una media de cuatro. Los colores preferidos son los rosas, aunque en España triunfan los marrones.

Desde 1915 este pequeño accesorio se ha convertido en nuestro compañero inseparable, al que ahora stalkeamos para aprender de qué está hecho.

© Jean-Joseph Renucci
© Jean-Joseph Renucci
  • 10% de pigmentos:

A una barra de labios se le pueden incorporar hasta cinco o seis ingredientes que, mezclados, permiten obtener el color final deseado. Eso sí, se añaden en tan poca cantidad como sea posible para molerlos con éxito (y no complicar la fórmula). Para los tonos marrones se usa sobre todo óxido de hierro amarillo, rojo o marrón para las barras nude y pigmentos anaranjados para las más brillantes; los rojos y los rosas se consiguen con fluoresceína. Polvos como el talco o el caolín permiten un acabado mate, mientras que agentes nacarados tipo titanio o mica, hacen lo propio con los efectos metalizados.

  • 10% de ceras estructurantes:

Se combina una mayoría de origen vegetal, ceras ásperas, con otras ceras sintéticas con menos colorido pero que garantizan la solidez y la consistencia. Estos componentes aseguran que el lápiz se deslice con facilidad sobre los labios.

  • 68% de aceites naturales:

Aceites naturales nobles como la jojoba, la macadamia o la camelina permiten que los pigmentos se distribuyan con perfecta simetría por todo el producto. Son componentes muy puros y cuidadosamente elegidos porque si no son de la mejor calidad tienden a oxidarse y causar mal sabor del lápiz labial. El aceite de ricino, que antiguamente se empleaba en más del 50% de las barras, ha dejado de utilizarse precisamente por ello, porque se echaba a perder muy pronto.

  • 10% de mantecas y otros componentes oleosos:

Mantecas de karité, de mango, de coco… proporcionan un cuidado al labio por su efecto nutritivo e hidratante. Además, facilitan la adherencia y la aplicación al contacto con la temperatura elevada del labio.

  • 2% de ingredientes activos:

Son la piedra filosofal de los cosméticos y no podían faltar en las barras de labios. Pueden ser activos hidratantes como la glicerina o extractos de áloe, antioxidantes como la vitamina E, activos como el ácido hialurónico que busca aumentar el volumen del labio…

Infografía: esto puedes encontrar en tu labial.
Infografía: «¿De qué está hecho tu labial?».

Un folletín americano

En diciembre de 2014 el New York Post publicaba un artículo con el que, por decirlo sin muchas finezas, la liaba parda: «Las mujeres embarazadas, en peligro por usar pintalabios«, titulaban. Y desataban la polémica, la psicosis y la locura entre los millones de mujeres que usan este cosmético a diario. No es para menos, porque, haciéndose eco de un estudio de la Universidad de Columbia, afirmaba que las mujeres embarazadas, en contacto con algunos compuestos químicos presentes en barras de labios y lacas de uñas, estaban poniendo en riesgo el desarrollo intelectual de los bebés.

Para aclarar la situación, la revista Allure se encargó de despejar qué había de cierto tras un titular tan sensacionalista acudiendo directamente al estudio que habla en realidad de la relación entre ftalatos, un compuesto químico que nos rodea (presente en plásticos, útiles de limpieza, detergentes, toallas húmedas, ambientadores o cosméticos) y el desarrollo intelectual de niños menores de 7 años. Pero, ¿en qué cosméticos están presentes (algo no especificado en el estudio)? Desde la revista americana se encargaron de confirmarlo con las propias marcas cosméticas: «Cada compañía con la que nos hemos puesto en contacto ha eliminado este tipo de compuesto químico de sus fórmulas o están en proceso de hacerlo», afirman desde Allure. «Revlon, L’Oréal, Johnson&Johnson y Unilever no usan ftalatos. Prcter&Gamble los ha eliminado de ‘más de un 99%’ de sus fórmulas: ‘Tenemos un plan de salida para los pocos que todavía los contienen, que habrá concluido en pocos meses’, explica Paul Fox, su director de comunicación corporativa.»

Moraleja: Los ftalatos están aún muy presentes en nuestro entorno, pero podemos seguir usando maquillaje sin miedo.

¡Besos!
¡Besos! © Marquez