Queda feo decir que Alexa es una de nuestras favoritas del fashion system, pero mentir también está mal y no seremos nosotras quienes neguemos que nos fascina nivel doscientos. Obviamente no somos las únicas: las marcas la quieren en sus front rows, en sus fiestas y, en concreto, London Fashion Week se ha convertido en su propio templo, siendo ella uno de los factores por los que la Semana de la Moda británica ha conseguido en apenas unos años la proyección estratosférica que merece.

En esta última edición, que cierra hoy las propuestas de los siempre jóvenes/siempre frescos creadores ingleses, la hemos visto en más de un desfile, rodeada de su crew molona (Pixie Geldof a la cabeza, aunque también Daisy Lowe y Cara Delevingne), y ganándose su etiqueta de it girl una vez más gracias a los estilismos elegidos en cada una de las jornadas.

¿La clave de su éxito? La misma de siempre: su personalidad; adapta y gana, sabiendo siempre bien cuál es su mayor baza, el llevarlo todo a su terreno, ese effortless-aparentemente-poco-planeado del que nos enamoramos hace ya algunos años.

Alexa y Daisy en la primera fila de Emilia Wickstead © Cordon Press
Alexa y Daisy en la primera fila de Emilia Wickstead © Cordon Press

Así, Chung es experta en elegir lo mejor de cada firma a la que va a ver desfilar y jugar con ello como si estuviera recién sacado de los tesoros de su propio armario. Es la reina de los mini vestidos de aire sesentero, pero también se defiende con un largo midi, siendo ella una de las primeras en convencernos de que no había look más deseado que el que mezclaba una falda lápiz con un buen jersey de punto y un zapato plano. Además, salta en el tiempo hasta una década de los setenta que ha lucido en dos ocasiones en los últimos días, y calzado cómodo -eso siempre-, desde el botín al flat en punta, o el zapatito de princesa con tobillera y empeine al aire cuando la ocasión sube de tono.

Pero dejemos que hablen sus imágenes. Así han sido todos sus (acertados) looks en las primeras filas de Londres:

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