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No, Pieles no es una película más. Su historia es de esas que llevan la etiqueta de «no dejar indiferente a nadie». Por eso su director y creador, Eduardo Casanova, requería de gente valiente para hacerla. Ahí están por tanto desde sus productores( gente de la talla de Álex de la Iglesia o Carolina Bang) hasta llegar a su elenco. Entre ellos hay descubrimientos como Itzíar Castro, Eloi Costa o rostros populares como Candela Peña, Macarena Gómez o Ana Polvorosa, a la que le ha tocado el peso pesado de la película.
Y eso se debe a que su personaje es el que tiene la malformación más alarmante: Samantha es una chica con el aparato digestivo al revés. Esta joven era la protagonista del cortometraje germen de ‘Pieles’, Eat my shit. En él se mostraban sus problemas para socializar: comer en un restaurante o compartir una foto en Instagram eran trabas para ella.
Casanova le ha regalado este personaje a su amiga, y ella no puede estar más orgullosa. Se dio a conocer en la pequeña pantalla de niña y no ha parado desde entonces. ‘La Lore’ ya se ha hecho mayor y años ha de la ‘choni’ de Esperanza Sur. Los platós de Aída la unieron a Eduardo de por vida, y de esa amistad solamente podían salir proyectos para hacer en confianza, como es este caso. Pasaron por la Berlinale y acaban de estrenar su «rara avis» en Málaga. De allí se han vuelto con el Premio del Jurado Joven a la Mejor Película de la Sección Oficial.
Pieles no es un largometraje al uso. ¿Cómo ha sido la preparación de este personaje?
Empezamos con el corto y, cuando a mí Edu me propone hacer un personaje como el de Samantha, con una prótesis de ese tipo, no me sorprende viniendo de él, dadas sus locuras y sus creaciones. Sin ningún tipo de importancia le digo que por supuesto. Porque yo, otra cosa no, pero fe ciega y confianza absoluta en Eduardo me sobra. Así que tiramos para adelante.
Después vino toda esa repercusión. Lo vio muchísima gente y gustó mucho todo su atrevimiento, con esa propuesta tan transgresora y punkarra. Aparte, yo ya sabía que Edu tenía la historia de Pieles en su cabeza, como muchos otros guiones para contar. Me comenta que el personaje de Samantha también está, y va a haber más personajes con otras deformidades y prótesis, porque quiere mostrar esa dificultad que existe cuando eres físicamente diferente. Y de repente llega un día y me dice que quiere sacar adelante la película como sea; la mayor parte del dinero que ha ganado como actor la ha invertido en rodar sus cortos. Pero el notición fue cuando me dijo que la película la quieren producir Álex de la Iglesia, Carolina Bang y Kiko Martínez. Me quedé boquiabierta durante cinco minutos. No me lo podía creer. Por otro lado no me extrañaba nada: una historia así sólo podía estar en manos de ellos. ¿Quién si no puede apostar por Pieles? El cine de Álex tiene mucho en común con esta historia.
Así que allá que fuisteis todo el elenco…
Exacto. Hay que tener en cuenta que Edu no te pasa un guión, sino que te escenifica la película en persona: te pone la música en el móvil, te interpreta todos los personajes… Él ya sabe cómo va a ser. No sé cómo debe de procesar toda esa información, pero la tiene en su cabeza. Es una pasada. De hecho hay un story board de la película que contiene, y no te exagero, cientos de páginas. Está escrito cada mínimo detalle, cada plano, cada recurso y es así como ha quedado en pantalla. Hasta ese punto de minucioso es. Yo no puedo estar más emocionada ni más orgullosa por él. Estoy feliz de haber participado en Pieles, pero también siento un orgullo tremendo de que Edu haya conseguido tanto y se note el talento que tiene.
Te han preguntado hasta la saciedad si te ha dado pudor interpretar a Samantha. ¿Qué personaje te daría realmente pudor?
¿Te puedes creer que ninguno? Cuando me comentan lo del ano, me dicen «¿Eres consciente de que muchas actrices no serían capaces de hacer algo así?» Me quedo extrañada y sorprendida ante esa reacción. Nuestra profesión nos demanda que no debemos tener limitaciones, que debemos estar a favor de transformarnos, de disfrazarnos, de involucrarnos en cosas extremas, de jugar y de pasarlo bien. Interpretar consiste en eso: en transformarte y hacer algo distinto. Para mí, cuanto más extremo sea, mucho mejor. Más me aporta y aprendo.
¿Llevaste bien las sesiones de maquillaje?
Sí, para lo que suponía lo llevé bien. Óscar y Cristina, los encargados de efectos, forman un equipo de diez, en lo profesional y en lo personal tienen una manera de trabajar brutal. Ya se ve en la película lo bien que están colocadas las prótesis. Están muy bien integradas en el físico de cada uno, parecen reales. Además nos ayudaron mucho emocionalmente.
Los actores estábamos «sufriendo», porque fue un rodaje duro: yo con mi prótesis tenía dificultades para poder expresarme. Ya en el personaje se muestra eso, es lo que se buscaba de hecho, pero a mí me costaba comunicarme con los compañeros. También me dificultó el hecho de no poder alimentarme bien. No podía comer sólidos, sólo líquidos, y estaba desfallecida, literalmente. Quitar y poner la prótesis era un trabajazo tremendo. Se tardaba dos horas en colocarla, luego había que igualar al tono de la piel, etc. Recuerdo que un día les pedí que me la despegaran porque sentía la necesidad de masticar. Fue muy duro, pero repetiría la experiencia.
Eres un personaje popular de la televisión. ¿Crees que es más fácil para estos proyectos contar con rostros conocidos para acercar a más público esta película?
Si en las películas hay actores o actrices conocidos por sus trabajos en televisión, pues bienvenido sea. No debería ser así, que conste. Pero si eso hace que la gente vea la película, adelante. No lo veo un problema serio.
¿Contenta con Las chicas del cable [la primera serie de Netflix producida en España que Polvorosa protagoniza junto a Blanca Suárez, Ana Fernández, Nadia de Santiago y Maggie Civantos]?
Muy contenta. Feliz con la serie. Estrenamos el 28 de abril y es otro súper proyecto.
¿Cuál será el próximo reto de Polvorosa? Con lo decidida que es, no hay duda que tiene un largo camino por delante.
