Meghan Markle es una de las recién casadas más atareadas de la historia. Mientras el resto de las mujeres mortales suelen aprovechar la primera etapa del matrimonio para adaptarse, la esposa del príncipe Harry bien podría ser un personaje sacado de Mujeres desesperadas.

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Desde su boda real, el pasado 19 de mayo, la exintegrante de Suits no solo aplazó su luna de miel, cuyo destino supuestamente fue Canadá, para asistir a la celebración del 70 cumpleaños del príncipe Carlos, también la acortó para debutar en el balcón más famoso de Inglaterra, hace tan solo unos días, cuando visitó por primera vez (de forma oficial, claro está) el palacio de Buckingham.

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¿Lista para un descanso? Podría, pero no. La duquesa de Sussex ha asistido esta mañana a su primer acto oficial en solitario, junto a la reina Isabel II, a quien acompañó durante la inauguración del puente Mersey Gateway Bridge, en el condado de Cheshire.

Siempre en un discreto segundo plano, la nueva royal parece haber aprendido ya algunas lecciones de su majestad, a quien no restó protagonismo ni físico ni visual. Así, mientras la reina optó por un traje verde manzana, su nieta política se decantó por un vestido bespoke con capa en tono crema, rubricado por Givenchy, la misma firma que la vistió para su boda. Como aderezos, un cinturón negro, un bolso de la misma marca y unos zapatos de salón de Sarah Flint.

¿El mejor accesorio? La miradas, las sonrisas cómplices e, incluso, las carcajadas que dejan ver la excelente relación que existe entre ellas.

Isabel II y Meghan Markle
Isabel II y Meghan Markle

Y, aunque por el momento no sabemos el motivo de sus carcajadas, podemos intuir que la próxima entrega de los premios Emmys, en la que, según Entertaintment tonight, la duquesa de Sussex podría ser una de las nominadas a mejor actriz por su participación en la serie Suits, ha sido uno de los temas de conversación durante su travesía en el tren real. ¿Te imaginas a los duques de Sussex caminando por la alfombra roja? Aunque sería interesante, no podemos decir que sería demasiado disparatado, teniendo en cuenta que Kate Middleton y el príncipe Guillermo son recurrentes a los premios Bafta.

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Esperemos que Kate Middleton ya haya superado el hecho de que la reina Isabel II haya elegido a su nueva nieta política para viajar antes que ella en un tren que la monarca abordó por primera vez en 1977, coincidiendo con su 25 aniversario en el trono. Un vehículo solo disponible para el príncipe Carlos, Camilla, el duque de Edimburgo y la reina, obviamente, el cual, según los rumores, ni siguiera los príncipes Guillermo y Harry han ocupado nunca.

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Mientras se confirma o se desmiente si Meghan Markle resulta nominada al que sería su primer premio como actriz, la duquesa de Sussex seguirá con su agenda real. Su próxima parada será el Storyhouse en el condado de Chester, donde tienen previsto reunirse con un grupo de un asentamiento sirios y ver una actuación de la compañía de danza Fallen Angels, entre otras cosas. Su periplo finalizará con un almuerzo en el Ayuntamiento de Chester.

Fotos: Getty Images