Carrie Bradshaw compró un tutú de cinco dólares en un mercadillo vintage de Nueva York y su outfit fue el comienzo del éxito de una serie feminista y fashionista que acaba de cumplir dos décadas de historia televisiva. Sexo en Nueva York marcó una nueva época dorada de la pequeña pantalla con precuelas inolvidables como Los Soprano. Pero en el caso de la abanderada de HBO, sus cuatro amigas protagonistas, Miranda, Samantha, Charlotte y sobre todo Carrie; marcaron una nueva tendencia en la industria del entretenimiento masivo que ha traspasado generaciones hasta hoy. Su actriz principal, Sarah Jessica Parker acaba de poner al mundo de fans sexneoyorkinos en vilo después de una de sus últimas publicaciones en su perfil de Instagram donde vemos a la actriz en un vídeo de apenas unos segundos en lo que recuerda (muy mucho) a la intro de la serie, eso sí, en 2019.

El tutú tampoco falta en esta ocasión aunque en el vídeo Parker lo alarga hasta debajo de las rodillas y le da un toque de sofisticación acorde a las expectativas que parece que querer generar. Junto a las imágenes un breve mensaje: “Mi vieja amiga. Va a hacer una breve aparición. Colaborando con una gran marca y apoyando una causa por la que todos nos preocupamos. Más cosas por llegar”.

La publicación acumula más de 17.000 comentarios de emoción colectiva y suma más de dos millones de reproducciones, una cifra muy superior al último vídeo que subió la actriz a su perfil de la red social en el que sumó 300.000 visualizaciones. La histeria generalizada provocada por el anuncio que Parker acaba de hacer al mundo ha hecho que los nostálgicos recuerden algunos emblemas de la personalidad de su protagonista. Gracias a la columnista neoyorkina, los famosos zapatos Manolos del diseñador tinerfeño dieron la vuelta al mundo y compartieron pantalla y glamour nada más y nada menos que con Jimmy Choo o Louboutin. Otra de las curiosidades que probablemente muchos no recuerden de la serie es que en su primera temporada, el actual presidente de EEUU, Donald Trump, por entonces solo (¿solo?) un magnate multimillonario con ambiciones más que televisivas, hizo un cameo en uno de sus capítulos en el que se puede ver a Carrie tomando un Cosmopolitan (siempre un Cosmopolitan) intentando ligárselo.

Increíble, sí. ¿Pero quién no se ha echado las manos a la cabeza alguna vez con algún ligue inconfesable?