Moda
«Mamá, quiero ser artista», le dijo Beyoncé a su madre cuando apenas levantaba dos palmos del suelo. O eso imaginamos, pues todas las historias de éxito empiezan así. Knowles empezó a cantar, tuvo una girlband y voló en solitario para convertirse en la reina del mambo, básicamente. Pero ella quiere más: quiere ser una de las mujeres más importantes del planeta (del-pla-ne-ta) gracias a su voz y a sus contoneos, no es suficiente; Beyoncé quiere triunfar también como actriz. Y, aunque ya probó suerte hace unos años como protagonista de Dreamgirls, parece que pondrá los puntos sobre las íes el próximo año, cuando se ponga delante de la cámara bajo la batuta de (ni más ni menos que) Bradley Cooper.
Hace unos días, Us Weekly publicó que la cantante llevaba ya un tiempo recibiendo clases de interpretación entre Nueva York y Los Angeles. Al parecer, no son pocos los guiones que llegan a manos de Queen B, pero ella esperaba al rol perfecto: «Bey quiere un papel icónico y dramático», comentaba una fuente a la cabecera americana. «Quiere hacer una película que sea de relevancia social para los derechos de los Afroamericanos».
Por lo pronto, según confirma Page Six, la veremos en la gran pantalla junto a Bradley Cooper (¿será esta la separación profesional definitiva del actor y Jennifer Lawrence?). Bueno, junto a él y bajo sus órdenes, ya que el chico de Irina será el director de A Star Has Born, el (nuevo) remake de Ha nacido una estrella que, en un principio, iba a correr a cargo de Clint Eastwood hasta que este se retiró del proyecto.
Su papel en Dreamgirls le valió una nominación a los Globos de Oro como Mejor actriz en película comedia o musical… y esta, que ni siquiera ha empezado a producirse, promete el mismo éxito para la cantante, que también (sí, también) está preparando nuevo disco. Definitivamente, es imposible que su día tenga 24 horas como el de cualquier mortal, así que, querida, no nos engañes. NO NOS ENGAÑES.