Desde que rompiera con Gabriel Aubry en 2010 Halle Berry ha estado más en el punto de mira por sus enfrentamientos legales contra él, que por la carrera de actriz que un día le hizo ganar un Oscar gracias a su papel en Monster’s Ball. La última gran batalla la ha celebrado en los juzgados tras acusar a su ex de haber “blanqueado” a la hija de seis años que tienen en común, Nahla. ¿Igual se nos esta yendo un poquito de las manos, Catwoman…?

Lejos de tener ninguna intención de cambiar el color de piel de su hija, al parecer Aubry es culpable de haber alisado el pelo de la niña, haciendo que parezca menos afroamericana de lo que, por raíces maternas, es. Los documentos presentados por la parte demandante señalan que este cambio supone un “daño psicológico y físico” para la criatura, ya que “podría llevarle a cuestionar que su aspecto natural no sea suficientemente atractivo”.

Nahla paseando con sus padres por separado.   © Cordon Press
Nahla paseando con sus padres por separado. © Cordon Press

Y aún hay más: “Quiero que Gabriel y yo decidamos conjuntamente sobre nuestra hija, su crecimiento y desarrollo, y sobre su bienestar”, escribe Halle. “Quiero pensar que ambos podremos encontrar la forma de ser buenos padres. No quería tener que haber recurrido al juzgado, pero hasta que Gabriel reconozca el significado de la custodia legal compartida y su funcionamiento, la Justicia será mi único recurso para salvaguardar los intereses de Nahla”.

A pesar de tanto bombo, la actriz no tuvo a bien acudir a la citación en el juzgado y su abogado respondió por ella ante Gabriel. Finalmente, se estableció que ninguno de los padres podría cambiar el estado natural de la melena de la niña. Eso sí, de lo que no parece que la vayan a salvar es de las idas y venidas de sus padres quienes, con ella de por medio, parecen no tener intención alguna de acabar con esta guerra legal…

Guerra que, por otra parte, nosotras también hubiéramos desatado si alguien nos hubiera obligado a un cambio de melena.