Cristina Pedroche no tiene pelos en la lengua. Primero fue su peso. Entre 2015 y 2016, la presentadora tuvo que soportar que la llamaran «la ballena de Vallecas», que la cuestionaran después por haber adelgazado y más tarde la criticaran por sus correspondientes cambios de imagen.

«Delgada?? Gorda?? La #BallenadeVallecas???😂😂😂 Lo que soy es…FELIZ
Mi cuerpo ha ido cambiando pero lo importante es tener salud y siempre la he tenido. (Y siempre me he visto ideal😝)», publicaba a finales de 2016 en su cuenta de Instagram.

Esta declaración de intenciones llegaba unos meses después de su polémica entrevista con Risto Mejide donde, ante la pregunta de «¿Estás gorda?», Pedroche contestaba con un contundente «No, yo creo que soy una mujer de verdad» y añadía una observación mucho más alarmante: «A mí lo único que me ha dado rabia de todo este tema es que haya niñas de mi edad que pesen como yo o incluso un kilo más y ellas piensen: ‘Hostia, si la Pedroche está gorda, ¿yo también estoy gorda?’. No quiero eso».

Después vino la época de las carreras, el yoga y los bailes. Diariamente Cristina nos deleita con vídeos en su cuenta de Instagram moviendo las caderas, a ritmo de los éxitos del momento. Y mientras muchos aplauden su forma de alegrar el día a sus casi 2 millones de seguidores, otros tristemente insisten en cuestionar su figura, su estilismo e incluso sus gestos…

Oye que es viernes. Vamosssss💃🏽💃🏽💃🏽

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Sus campañas publicitarias también son cuestionadas por algunos de sus seguidores, quienes consideran que el estilo de vida saludable que promueve no corresponde, en muchas ocasiones, con las marcas que publicita. Y eso que ella, en más de una ocasión, presume las delicias culinarias que le ofrece su marido, el chef Dabiz Muñoz, y suele insistir en que los caprichos puntuales no están reñidos con llevar una vida sana y una dieta equilibrada. Como en muchas otras ocasiones, los haters prefieren subirse al tren de las acusaciones, sin ir más allá de un simple titular.

Un caprichito se lo puede dar cualquiera, ¿no?🤤🤤❤❤

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La maternidad, por otra parte, es el tema más reciente sobre el que versan las críticas hacia la presentadora de Zapeando. Y ella, cansada de que incluso sus amigos la llamen para felicitarla por una maternidad inventada en redes sociales, ha sido más que contundente con sus seguidores:

¡Qué preciosidad es Diego! Me encanta estar con él, ver cómo crece, su risa, lo simpático que es, sus mofletes…❤️❤️❤️❤️ Y a raíz de los comentarios que he recibido, aunque yo no haya preguntado nada, os diré… -no, no es mío, es de la bella @mariacosta77 -no, no creo que esté en una época buenísima para ser madre. -no, no creo que al final se me “pase el arroz”. -no, no creo que vaya a sentirme más completa por tener un bebé. -no, aunque me casara hace casi dos años no tengo por qué ser madre todavía. -no, no quiero ser madre por ahora y quizás tampoco en el futuro . De verdad, dejemos que cada mujer haga lo que quiera con su vida y no presionemos. La maternidad es una opción que cada mujer debe poder elegir libremente. Muchos besos para tod@s😘❤️

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Al igual que en el caso de las curvas de Blanca Suárez, nosotros no dejamos de preguntarnos qué está pasando con la sociedad que sigue a una persona en redes sociales solo para criticarla, cuestionar su vida y sus decisiones y atacar su aspecto físico. Si no es del agrado de esas personas, ¿no sería mejor, creemos nosotros, dejar de seguirla y buscarse otra afición? Dejemos de fomentar el odio y el rechazo y, como bien ha expresado Cristina Pedroche, «dejemos que cada mujer haga lo que quiera con su vida y no presionemos». Ahí lo dejamos…

Fotos: Getty Images