La jornada de ayer fue uno de esos días en los que de este lado de la trinchera seguimos los pasos de la duquesa de Sussex y sus múltiples outfits. Iniciando el día en su agenda con un LBD al estilo New Look de Dior, para el centenario de la Royal Air Force, después, a su llegada en Dublín, la duquesa cambió de maison a Givenchy y, para concluir el día, otro Little Black Dress de Emilia Wickstead.

A warm welcome from Taoiseach Leo Varadkar at the start of #RoyalVisitIreland 🇮🇪

Una publicación compartida de Kensington Palace (@kensingtonroyal) el

Meghan Markle y el príncipe Harry
Meghan Markle y el príncipe Harry

 

Rebobinemos la cinta un poco. Días después del gran día para Meghan y Harry, la diseñadora que había vestido, en ese entonces todavía royal-to-be, para el Anzac Day, se vio involucrada en un escándalo. De acuerdo al Daily Mail, Wickstead comentó que el vestido de Clare Waight Keller para Givenchy fue una copia exacta de uno de sus diseños. A los pocos días, la diseñadora se retractó, pero la duda sobre si vestiría a Meghan y Kate en un futuro, aún estaba.

Cuando tu posición te impide hacer declaraciones públicas, la mejor forma de mandar mensajes al mundo mortal y a la prensa, es a través de lo que vistes —Meghan no es ajena a esto—. Es este último LBD con el cual la duquesa desmintió cualquier teoría en torno al escándalo.

¿Quizá Diet Prada tenga una respuesta a su última publicación, también?

*IMÁGENES: Shutterstock