13 de septiembre de 2017. Nueva York. Una alfombra roja repleta de invitados y curiosos espera impaciente su llegada. De repente y con unos minutos de retraso, como manda la tradición, a los pies del Radio City Music Call aparece ELLA: Jennifer Lawrence. La absoluta protagonista.

Y quien diga que no parece una novia miente como un bellaco. © Getty Images

Flanqueada por sus ‘damos de honor’ quien dice damos de honor dice guardaespaldas, la actriz de Mother! saluda a la multitud mientras derrocha estilo y elegancia con un vestido blanco espléndido de Dior Haute Couture. Una blanca y vaporosa creación con la que decir ‘sí, quiero’ tiene que ser más fácil todavía si cabe.

¿Y el ramo? Ay, amigas, sobra conocer un poquito a Jennifer para saber que los convencionalismos no van con ella. Porque, ¿quién quiere llevar flores en las manos cuando las puede llevar en el pelo?

El ramo VIP se lleva en el recogido, que lo sepáis. © Getty Images

Vestido, recogido con flores… ¿Y el novio? Pues esperándola en el photocall, esa especie de altar mediático desde el que observamos y disfrutamos de las celebrities.

Son cuquis y coquetos cual pingüinos de Madagascar. © Getty Images

Para la ocasión, Darren Aronofsky prefirió apostar por el negro para no eclipsar a la novia, digo, a su novia. De hecho, como si no supiera qué vestido había elegido su amada para el gran día de la première, el director se toma un momento para contemplarla mientras Jennifer vigila que no le pise la falda. Lo típico de las bodas, digo… de los estrenos de cine.

Pisar ESTE vestido debería ser motivo de divorcio. © Getty Images

Ya tenemos a los novios, pero ¿y los amigos? Jennifer y Darren saben que no hay nada como poner un toque español en cualquier fiesta y, para eso, qué mejor que un spanish friend del nivel de Javier Bardem. Sin Penélope Cruz en este caso, que el cubierto estará por las nubes.

Primero el mítico abrazaco a la novia… © Getty Images

… y después…

… la foto previa al desmadre en la barra libre. © Getty Images

Pero si os creíais que la pseudo boda de Jennifer Lawrence y Darren Aronofsky terminaba aquí, estabais muy equivocados. Como en todo buen enlace que se precie, hubo un fotomatón. Y en algunas instantáneas se notan ya los estragos de las copas.

 

 

 

 

 

 

 

Solo nos queda desearles a Jennifer y a Darren una feliz, feliz no boda. Y pedirles que si en algún momento llega a producirse la de verdad, que nos inviten. Please.