Moda
No podía ser otra la ciudad en la que Spectre se proyectara por primera vez. En el Royal Albert Hall, tan británico como el agente más famoso de la gran pantalla, se reunieron ayer sus protagonistas para celebrar el lanzamiento de la última cinta de 007 (la vigésimo cuarta hasta la fecha, por cierto).
Con perdón de Daniel Craig, que lleva casi diez años en la piel de James Bond, la atención fue directa a la parte femenina del casting. Léa Seydoux y Monica Bellucci se estrenaban como Chicas Bond ante el gran público. La primera, deslumbró (literal y figuradamente) enfundada en un Prada; la segunda, volvió a demostrar que derrocha sensualidad Made in Italy enfundada en un diseño aterciopelado con escote cruzado de Ralph & Russo Couture.
Naomie Harris, quien repite en la franquicia, eligió un Stella McCartney anaranjado, con escote strapless y cortes limpios. Una silueta minimal acertada, teniendo en cuenta la potencia que el color elegido tenía de por sí.
Christopher Waltz, el perfecto villano, o Sam Smith, autor del tema principal del filme tampoco faltaron a la cita. ¿La gran sorpresa de la noche? Los Duques de Cambridge, Kate y Guillermo, acompañados del Príncipe Harry, también tenían asiento reservado en la sala. Y entonces los flashes tuvieron un único objetivo: la mujer más querida de Inglaterra (Reina Madre aparte) y su vestido de gasa en azul bebé firmado por una de sus diseñadoras de cabecera, Jenny Packham.