Moda
No podía ser mejor. Después del GRANDIOSO spot de Lotería de Navidad del año pasado, ahora Freixenet quiere volver a alegrarnos las fiestas. Pero de verdad, nivel “no vamos a tener más tema de conversación que ese hasta marzo”. ¿Por qué? Te preguntarás, ¡ah, amiga! Porque su protagonista de este año no es otro que David Bisbal y tenemos grandes expectativas puestas en él y en su dominio de las masas más allá del escenario.
Además, el almeriense compartirá pantalla con María Valverde, una de nuestras actrices nacionales favoritas y, oye, eso suma puntos. Así, tomarán el relevo a las 130 burbujas Freixenet que bailaron a sus anchas la Navidad pasada, y seguirán con la línea de famosos que ponen su rostro para el cava, por donde ya han pasado otros como Paul Newman, Sharon Stone, Antonio Banceras o Penélope Cruz.
Ahora, Bisbal entrará a formar parte del estricto club de los que anuncian felicidad, en el que reina, por derecho propio, una siempre brillante Isabel Preysler. Y él lo hará, seguro, por la puerta grande, como a nosotros nos gusta. Estas son solo algunas de las cosas que esperamos de esta fusión:
1. Que brille mucho. Porque para algo anuncia cava achampanado y no queso de Burgos, ¿verdad que sí? Queremos verle con gorrito dorado, con bola alrededor del cuerpo y leotardos debajo. Y que de vueltas, de esas de las suyas.
2. Que de mucho de qué hablar, dando lugar a GIFs y memes molones, como ya hicieran en su día Raphael, Montserrat Caballé, Marta Sánchez y Bustamante. Así:
3. Que la líe parda, que es cuando mejor nos cae, cuando habla sobre pirámides egipcias en Twitter y se gana todito nuestro corazón. Por ejemplo, por decir algo, podría ser así como: “Este es el anuncio que he protagonizado este año para Suchard. ¡Felices fiestas!”. En fin, detalles.
4. Que, después de esto, pida presentar las campanadas. Cantando. En Telecinco. Bri-llan-te.
5. Que sonría, que para algo va a ser una de las primeras cosas que veamos en 2015, y no estaría de más empezarlo con buen pie.
¡Felices dos meses previos a la Navidad, queridos!
