La noticia del día no es que Marta Ortega haya decidido casarse con Carlos Torretta, que también. Lo verdaderamente sorprendente es que lo hará, según publica la revista Corazón y tal como confirman fuentes cercanas a otros medios, en el mismo lugar donde le dio el «Sí, quiero» al jinete Sergio Álvarez. Bajo esta premisa, queda claro que la heredera de Inditex es una mujer fiel a sus tradiciones y nada creyente en supersticiones. Quizá prefiere creer en la suerte de su padre, Amancio Ortega, quien eligió precisamente el Pazo de Anceis para contraer matrimonio con su segunda mujer y madre de Marta, Flora Pérez Marcote, tras separarse de su primera esposa, con quien tuvo a sus hijos mayores, Sandra y Marcos; la desaparecida Rosalía Mera.

 

 

Volviendo a las tradiciones, se podría decir que, a pesar de vivir en la era millennial, estos novios están algo «chapados a la antigua». Y es que la pareja, cuyo primer posado oficial se dio en la New York Fashion Week de 2016, se comprometió hace dos meses y acto seguido celebraron, en una casa familiar de La Coruña, la cena de pedida. Anillo de oro blanco y diamantes en el anular de la novia (visto por primera vez en directo en la feria de abril) y reloj de alta gama para el novio.

Siguiendo con la dinámica de repetir patrones, de la ceremonia nos esperamos el mismo hermetismo que en la primera, aunque se comenta que, al igual que en su enlace con Sergio, la recién casada distribuirá alguna foto después del gran día.

 

 

En cuanto a los invitados, podemos predecir que habrá gente de renombre de varias industrias. Teniendo en cuenta que Torreta, graduado en Bellas Artes y Publicidad por la Universidad de Pace en Nueva York, hizo sus pinitos en el mundo de la moda, representando a modelos tan afamadas como Adriana Lima y Kendall Jenner, no nos extrañaría que Galicia quedara invadida por el efecto Kardashian. Además, el novio es hijo de Carmen Echevarría, propietaria de la tienda Berlín, y Roberto Torretta, famoso diseñador. Si a eso le sumamos el legado familiar de Marta, no sería de extrañar que algún famoso dedal se dejara caer por la fiesta. A los que nos sorprendería ver entre los asistentes sería a los hermanos de la novia con quienes, se dice, no mantiene una buena relación. De hecho Marta no fue a la boda de Sandra ni al entierro de la primera mujer de su padre.

En definitiva, aunque aún no conocemos todos los detalles del enlace, como el vestido que usará para su segunda boda la heredera del imperio del fast fashion, es que la integración de un hijo de diseñador a la familia puede dar un giro interesante al negocio familiar. ¿Veremos alguna inspiración (implícita o evidente) de Carlos Torretta (padre) en las próximas colecciones de Zara?

Fotos: The Grosby Group