Meghan Markle no lo ha tenido nada fácil. De ser una exitosa actriz pasó a formar parte de la monarquía británica; algo de lo que se siente verdaderamente orgullosa. Pero al ser una total extrajera, era casi de esperar que los medios se dieran a la tarea de seguir meticulosamente todos los pasos de la duquesa de Sussex.

En su primer evento en solitario (sin el príncipe Harry y sin la Reina), Meghan Markle sorprendió con un sublime LBD —que combinaba distintas texturas— de su firma favorita, Givenchy, acompañado de pumps Aquazurra (no es la primera vez que los vemos) y un minaudière igualmente negro. Todo su outfit coronado por un par de pendientes de diamantes. Pero aunque su elección de outfit fue adecuado para la apertura de la exhibición, Oceania, en la Royal Academy of Arts, hubo un pequeño detalle que trae al mundo, concretamente a Twitter, de cabeza.

Cuando llegó la duquesa al patio central del museo y descendió de su auto para saludar a los miembros del mismo, Meghan cerró su puerta del coche. Sorprendente, pero para muchos, este fue un momento revolucionario. Algunos expertos comentan que este tipo de detalles son señales de que Markle está ahí para darle la imagen fresa a la monarquía. Y aunque muchos aseguren que dejar que cierren tu puerta es parte del protocolo, están en lo incorrecto. En realidad involucra un lineamiento de seguridad más que una tradición.

Si bien es verdad, esta no es la primera vez que la duquesa tiene algún problema al momento de bajarse o subirse al auto. En su debut con la Reina, Meghan Markle intentó subirse al Rolls-Royce que las transportaba por la puerta trasera del copiloto hasta que se dio cuenta que debía esperar a que la monarca subiera primero. Pero por más críticas que reciba la esposa de Harry, verla evolucionar en su papel, a su modo, es ciertamente humano.

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