Moda
Hoy queríamos hablar de otras cosas. De cosas bonitas y divertidas. Pero no. Hoy, una semana después de que se destapara el caso Harvey Weinstein, Rose McGowan ha publicado una serie de twits en los que se ha atrevido a confesar que fue él quien la violó, hace 20 años, cuando acababa de saltar a la fama gracias a la película Scream.
Fijaos lo que hemos dicho: «se ha atrevido». Algo que no ocurrió en aquel momento, ni tampoco el año pasado cuando la actriz contó por primera vez lo que le había pasado apoyando la campaña #WhyWomenDontReport contra Trump, y que no pasó tampoco la semana pasada cuando se convirtió en una de las abanderadas de la lucha contra el omnipotente productor.
Después de que Hollywood se haya volcado (ya era hora) en la causa, y de que decenas de testimonios -que van desde el acoso hasta la violación- hayan dado fuerza a la acusación (las últimas han sido Cara Delevingne, Kate Beckinsale y Léa Seydoux), McGowan parece haberse sentido por fin empoderada para dar el paso.
Y lo ha hecho con muchísimos obstáculos en el camino: el primero, romper el supuesto acuerdo de confidencialidad que firmó en aquel momento por el que 100.000 dólares le prohibían hablar como lo acaba de hacer y por el que, seguramente, se enfrentará a problemas legales (inaudito, sí). El segundo, la suspensión de su cuenta de Twitter durante 12 horas debido a toda esta actividad de denuncia que la actriz está llevando a cabo durante los últimos días (en la que, al parecer, se le coló la publicación de un número de teléfono privado). Y el tercero… haber tenido que desenmascarar a otro todopoderoso más: Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon y propietario del Washington Post, a quien dirige sus twits y acusa de no haberla protegido ni escuchado cuando le contó lo sucedido.
1) @jeffbezos I told the head of your studio that HW raped me. Over & over I said it. He said it hadn’t been proven. I said I was the proof.
— rose mcgowan (@rosemcgowan) 12 de octubre de 2017
2) @jeffbezos I had already sold a script I wrote to your studio, it was in development. When I heard a Weinstein bailout was in the works
— rose mcgowan (@rosemcgowan) 12 de octubre de 2017
3) @Jeffbezos I forcefully begged studio head to do the right thing. I was ignored. Deal was done. Amazon won a dirty Oscar.
— rose mcgowan (@rosemcgowan) 12 de octubre de 2017
4) @jeffbezos I called my attorney & said I want to get my script back, but before I could, #2 @amazonstudios called to say my show was dead
— rose mcgowan (@rosemcgowan) 12 de octubre de 2017
4) @jeffbezos I am calling on you to stop funding rapists, alleged pedos and sexual harassers. I love @amazon but there is rot in Hollywood
— rose mcgowan (@rosemcgowan) 12 de octubre de 2017
5) @jeffbezos Be the change you want to see in the world. Stand with truth. #ROSEARMY #Amazon
— rose mcgowan (@rosemcgowan) 12 de octubre de 2017
Ahí es nada. El testimonio sobrecoge. Y sí, es importante que Rose McGowan y otras decenas de mujeres hayan hablado. Y es fantástico que por fin se haya atrevido a confesar toda la verdad, sin vergüenza y sin miedo. Con mucho más apoyo que hace 20 años, gracias a Dios.
Pero es más importante darse cuenta de que ha hablado porque ella ha querido. Cuando y como ha considerado oportuno. O simplemente en el momento que lo ha necesitado y que ha podido hacerlo… Porque Harvey Weinstein no era un monstruo, y las mujeres que sufrieron su acoso y su abuso y que lo guardaron en secreto, tampoco fueron las culpables.