La cinta que la está lanzando al estrellato, Loving, no se estrenará en España hasta el próximo 20 de enero. Para entonces, Ruth Negga (Etiopía, 1982) ya sabrá si ha ganado el Globo de Oro al que está nominada y si opta también a una candidatura al Oscar. Hipótesis, ambas muy probables, que se empezaron a perfilar tras la proyección de la película en el Festival de Cannes. “Estoy abrumada”, confesaba ella entonces, tras ser consciente de la buena acogida de su trabajo entre la crítica.

El cine nos regala historias de amor todos los días, pero cada vez cuesta más encontrar una como la de Mildred y Richard Loving. La de los Loving está inspirada en un amor real, en uno que tuvo lugar a finales de los 50 en Virginia; concretamente en un pueblecito rural llamado Central Point.
Allí nacieron y vivieron, como tantas otras parejas, Mildred y Richard… con una peculiaridad: él era blanco y ella afroamericana, lo que constituía un delito en el Estado de Virginia. ¿Sus opciones? Ninguna muy alentadora: separación, cárcel o exilio.

Los Loving nunca quisieron figurar como activistas ni como mártires, solo una vida en paz. Como no se les permitió, protagonizaron una larga y amarga lucha hasta que su caso cambió el curso de la historia y las leyes estadounidenses en 1967.
En el Festival de Cannes, Loving competía por la Palma de Oro y, aunque se fue con las manos vacías, conquistó sin excepción a los primeros espectadores. La historia de esta pareja tenía todos los ingredientes para convertirse en el enésimo melodrama hollywoodiense de tribunales, pero la visión de Jeff Nichols (su guionista y director) consiguió llevarla mucho más allá.

Loving narra una de las historias de amor más puras y maravillosas jamás contadas en la que “no hacía falta quitarle ni agregarle nada”, en palabras de Negga, con la que nos citamos en la Majestic Beach de Cannes hace unos meses.
“Estoy viviendo un momento muy especial en mi carrera”, afirma quien ha destacado por su trabajo en los escenarios más exigentes de Irlanda y del Reino Unido como el Abbey Theatre de Dublin, el Royal Court Theater o The Old Vic, pero también por sus roles televisivos en Preacher, Misfits o Agents os S.H.I.E.L.D. Era de esperar que el cine la sedujera y, después de acumular experiencia en producciones independientes, se la ha visto en el mundo de la fantasía de la mano de Warcraft (de Duncan Jones, 2016).
La carrera de Ruth Negga avanza a pasos agigantados y probablemente mañana por la noche se corone con un Globo de Oro, pero aquella tarde en la Costa Azul tenía el corazón en Loving: “Es la película más importante que he hecho, pienso que es relevante para la historia”.

¿Cómo se enfrenta una irlandesa a una historia americana?
No la abordé pensando que fuera un evento estadounidense, aunque personalmente me interesa y me fascinan los hechos históricos. Conocía la historia de los Loving, así como la de aquella época en los Estados Unidos, así que ser europea-africana no supuso ningún obstáculo.
Mildred fue una mujer maravillosa y quiero que la audiencia conozca su historia, lo que lograron fue increíble. Los que estuvimos involucrados en esta película sentimos una especie de energía común, destinada a hacerle justicia a la pareja. Esa ‘energía’ fue la que nos ayudó tanto a Joel [su compañero de reparto en la gran pantalla] como a mí a sacar adelante estos personajes.

¿Qué aspectos tuviste en cuenta a la hora de meterte en la piel de Mildred?
Fue muy importante captar el sentido de aquella época. Por ejemplo, fue interesante dominar el lenguaje corporal, que era muy diferente al actual, más comedido, entrelíneas…
¿A qué recursos acudiste para construir este personaje?
El documental de Nancy Buirski (The Loving Story, 2011) fue un buen punto de partida para Joel y para mí. Con ese material conseguí mucha información no solo sobre Mildred, sino de la época. Me fascinó la manera en que ella y Richard se miraban, se tocaban… Y no voy a negar que su forma de hablar fue uno de los aspectos más complicados de lograr.

¿A qué miedos te enfrentaste al ponerte en la piel de este personaje real?
Estaba segura de que en manos de Jeff [Nichols, el director y guionista] ninguno de los personajes sería una caricatura. Él tenía una visión muy clara de cómo tenían que ser nuestras interpretaciones, y eso se ve en el resultado. Por otra parte, es cierto que como actriz sientes miedo, como también una gran responsabilidad ante tus personajes, pero no puedes dejar que esos factores limiten e influyan tus decisiones. Así que tienes que hacer como si esos miedos no existieran [se ríe].
¿Cómo fue el encuentro con Peggy Loving (la hija de los Loving)?
Jeff me llevó a su casa en Virginia. Hablamos con ella sobre sus padres, sus hermanos [eran tres, aunque actualmente solo vive Peggy]. Estuvimos con ella casi dos horas aunque no quería ser una intrusa en sus recuerdos. Al finalizar nuestro encuentro le dije que queríamos hacer justicia a sus padres, porque era muy importante para mí que lo supiera. Peggy está muy contenta con el resultado de la película.

¿Cuál fue la gran enseñanza que te dejó este rol?
Nos recuerda que tenemos que ser tolerantes, aceptar al otro y la importancia que tiene el dialogar. En todos esos aspectos debemos trabajar constantemente. Lo que lograron Mildred y Richard tiene mucho valor y la importancia que tiene este filme es que nos humaniza.
¿Tienes en tus planes atender la ‘llamada de Hollywood’?
[Ríe] No lo sé… Tiendo más bien a seguir a gente con la que quiero trabajar y a aceptar proyectos interesantes. No entra necesariamente entre mis planes trabajar en esa industria. He tenido suerte con esta oportunidad, porque no todos los días se tiene la ocasión de trabajar con un director como Jeff Nichols.
Y, además, el estilo de Ruth Negga: la estrella del momento.
El estilo de Ruth Negga: la estrella del momento
Ha contruido, junto a su estilista Karla Welch, un look perfecto y muy personal alejado de los tópicos de la alfombra roja.
Pantalla completa
Para el estreno de Loving en París, el 6 de diciembre, apostó por una de sus firmas favoritas durante los últimos meses de promoción: Valentino.

Camisa blanca, pantalón de talle alto, abrigo largo, mary-janes y labios rojos: la actriz ya está lista para una mañana de promoción en Nueva York.

Pantalón palazzo y cropped top (en este caso de paillettes): una de sus combinaciones favoritas para los encuentros matutinos.

Para los Governors Awards en diciembre, ante sala de los Oscar, se decantó por este vestido de Gucci.

El 28 de noviembre, de Givenchy, en los Gotham Independent Film Awards en Nueva York.

En blanco y negro, de Sonia Rykiel, el 1 de noviembre en Nueva York.

De Valentino en una fiesta pre-Globos de Oro el pasado mes de octubre.

El pasado mes de octubre la Academia del cine preparó una proyección de la película para sus miembros, a la Ruth Negga no quiso faltar. Para la ocasión se decantó por un esmoquin de Armani.

Para el estreno de Loving en Nueva York apostó por un vestido de Rodarte (26 de octubre de 2016).

También se atreve con los estampados: aquí con un vestido camisero de Rosie Assoulin en el estreno de Loving en Washington.

De Dolce&Gabbana en la conferencia de prensa de Loving el pasado mes de octubre.

De blanco impoluto, de Valentino, en el estreno de Loving en Beverly Hills el 20 de octubre.

Junto a Joel Edgerton, compañero de reparto en Loving, en la presentación de la cinta en Virginia.

En la fiesta de la revista People en octubre, de Prada.

En el estreno de Loving en Atlanta, que se hizo coincidir con la semana del orgullo gay de la ciudad.

Junto a su pareja y compañero de reparto en Preacher, Dominic Cooper.

En el Festival de Toronto, presentando Loving. Para la ocasión escogió vestido y zapatos de Prada.

Este look (con falda de Chanel y una simple camiseta de algodón blanca) colocó a Ruth Negga en todas las listas de Mejor vestidas y en los altares de la alfombra roja: todas las firmas se pelean por vestirla desde entonces.

De nuevo de Prada en una de las after-parties de Toronto.

Vestida de Valentino en una de las fiestas celebradas durante el Festival de Toronto (septiembre 2016).

Terciopelo, falda midi y plisados: el vestido solo puede ser de Valentino.
Lo escogió para acudir a una inauguración en Nueva York y lo combinó con joyas de Cartier.

De Armani en la semana de la Alta Costura de París en julio.
¿Elegirá alguno de los vestidos que fichó sobre la pasarela para desfilar por la alfombra roja de los Oscar?

Este año tampoco ha faltado al Comic-Con, donde la vimos con un pantalón de encaje y cropped top de rayas.

Con un romántico vestido de Rodarte que combinó con salones de terciopelo burdeos.
En el estreno de Warcraft en Holliwood el pasado mes de junio.

El 19 de mayo, en el estreno de Preacher en Nueva York: sencilla pero impecable con camisa blanca y pantalón rojo teja.

¿La primera vez que nos fijamos en ella? En las luminosas calles de Cannes el pasado mes de mayo, cuando conquistó a público y crítica con su interpretación en Loving.

Llegó, vio y venció en Cannes: no solo durante la proyección de Loving (que concluyó con una gran ovación de la crítica), sino también sobre la alfombra roja, con este vestido de Marc Jacobs.

Con un mono negro en la after party de Cannes.

Para el encuentro con la prensa en el Festival de Cannes apostó por un metalizado vestido de Suno.

Un accesorio más en sus estilismos es su corte pixie, con el que juega sin dudarlo en cada uno de sus looks.

Con un sencillo LBD en el Music, Film +Interactive Festival de Texas, en marzo de 2016.

Con bomber y vaquero, promocionando la nueva temporada de Preacher, la serie inglesa que protagoniza.

Hace exactamente un año, el 8 de enero de 2016, Ruth Negga acudía a promocionar la nueva temporada de Preacher a California.

En el verano de 2015, en la ceremonia de clausura del Festival de Edimburgo.

Una de las primeras imágenes de Negga, que lleva años sobre los escenarios y trabajando en televisión en Reino Unido.
En la imagen, en 2012 en la ceremonia de apertura de la temporada del Ballet Nacional.
Comentarios