SoKo (Burdeos, 1985) es una mujer difícil de descifrar. No es que sea hermética, sino todo lo contrario. De hecho, podríamos decir que es más bien como un libro abierto pero, a la vez, cuesta saber qué hay detrás de esta cantante y actriz, que se expresa como un torrente mientras salpimienta su imparable disertación con alguna que otra palabrota. Stéphanie Sokolinski, su nombre real al que recurre en su faceta de actriz, muestra tanto fortaleza y fragilidad como determinación e inseguridad.

sokoentrevista16
Fotograma de La Bailarina, película que cuenta la vida de una mujer que fue inspiración para Toulouse-Lautrec y para los hermanos Lumière.

Con una larga lista de filmes muy diferentes entre sí, y un buen número de canciones y éxitos musicales a sus espaldas (My Dreams Dictate my Reality, tituló a su último álbum publicado en 2015), SoKo, que vive entre París y EEUU, también encuentra tiempo para hacerle algún guiño que otro al mundo de la moda. Y aunque es más conocida en Europa que en el continente americano, su relación con la también actriz Kristen Stewart le dio una ‘visibilidad’ que le dejó un mal sabor de boca.

Nos encontramos con ella en el Festival de Cannes, donde presentó su último trabajo, La Bailarina (estreno en España el 4 de noviembre), ópera prima de Stephanie Di Giusto. Un filme, ambientado a finales del siglo XIX en el que la actriz interpreta a Loïe Fuller, conocida por crear la Danse Serpentine: una mujer que fue pionera de la danza contemporánea y del concepto moderno de la puesta en escena y que debería tener (más o) tanta gloria como Isadora Duncan (interpretada por Lily-Rose Depp).

Tanto en lo artístico como en lo personal, SoKo conecta con su personaje. Y lo sabe. Por eso, cuando nos lo confiesa, sonríe y hace una de las poquísimas pausas de su discurso. Quizás esos vínculos han sido la clave para que su alto rendimiento en la pantalla en un papel que exigía darlo todo: física y emocionalmente.

sokoentrevista2
El juego con sus vestidos mientras bailaba era una de las señas de identidad de Loïe Fuller. 

¿Cómo llegaste a este proyecto?

Stéphanie [Di Giusto, la directora] es amiga mía, siempre me había dicho que quería trabajar conmigo y un día me comentó que estaba escribiendo una historia para la que me tenía en mente. Pasaron cuatro años hasta que me envió el primer esbozo del guión, pero era jodidamente fantástico. Quise empezar a rodar inmediatamente, pero eso también se retrasó.

sokoentrevista17
En el filme, SoKo comparte escenas con Mélanie Thierry, Gaspard Ulliel y Lily-Rose Depp.

Entrenaste mucho para este personaje, ¿de dónde viene tanta energía?

De la cantidad de café que tomo [ríe] Doy mucho de sí, aunque es determinante el el hecho de que no tomo alcohol y me alimento muy sano. ¡Soy una freak de la vida sana! Entrené todos los días durante 11 meses y había días que no podía ni moverme, ¡ni siquiera abrocharme el sujetador! Sin embargo, proseguí con el entrenamiento, hasta que logré adaptarme y acostumbrarme a todos esos dolores.

Cada día disminuía mi ego porque trataba de aprender de cero unas habilidades a las que mi cuerpo se resentía. Además, la belleza de la danza radica en la energía femenina y, eso precisamente, no es algo que me venga muy naturalmente [vuelve a reír].

 

¿Qué percepción personal tienes de Loïe Fuller?

Era como una Björk de su época. Es decir, una artista muy completa, porque su trabajo no se centró solo en la danza, sino en la integración de otros elementos como el vestuario, diferentes técnicas, iluminación, canto o actuación. Loïe Fuller terminó creando un nuevo concepto de espectáculo.

sokoentrevista13
Loïe fue una mujer adelantada a su tiempo; sus aportaciones cambiaron el mundo de la danza contemporánea.

En esta película Lily-Rose Depp interpreta a Isadora Duncan, la contrafigura de Fuller. ¿Cómo fue el trabajo con ella y qué impresión te dejó?

Lily asumió su rol de una forma extremadamente madura, muy consciente de su cuerpo, sintiéndose de verdad cómoda con todas las situaciones, incluyendo la exploración sexual de su personaje o bailando medio desnuda. Lily posee una confianza en sí misma innata, además tenía que ser considerablemente fuerte como persona y como actriz, porque tenía que dar vida a la Isadora Duncan de 17 años, la que en cierta forma ‘destruyó’ a Loïe.

sokoentrevista5
La hija de Johnny Depp y de Vanessa Paradis, en una escena de la película.

La Isadora Duncan que presenta la cinta es una mujer que no despierta muchas simpatías…

No creo que haya sido una persona malvada, sino una rebelde que sabía muy bien lo que quería lograr, y por eso llegó muy lejos. Isadora se convirtió en una referencia en el mundo de la danza moderna, inspiración de muchos. Tanto que hoy sigue muy vigente: todo lo concerniente a la danza contemporánea empezó a cambiar después de Isadora. Tanto Loïe como Isadora eran muy ambiciosas (cualquier artista tiene que serlo), pero de formas diferentes.

 

¿Qué diferencias encuentras entre actuar y cantar?

Entrené tanto para esta película que algunos días no me sentía capaz de ir al rodaje, tenía muchos dolores musculares. Cuando hago música es una cosa completamente diferente, es una experiencia mucho más alegre y agradable, particularmente cuando estoy escribiendo: ni salgo de mi habitación, puedo destruir todo lo que está a mi alrededor, o llorar y empotrar mi cabeza en la pared sin que nadie se entere [risas].

sokoentrevista15
El cuidado vestuario y las diferentes localizaciones son fruto de un gran trabajo de documentación sobre la época en la que se desarrolla la historia.

¿Recuerdas por qué decidiste convertirte en artista?

Perdí a mi padre cuando tenía cuatro años, lo que me obligó a crecer más rápido. Prácticamente a esa edad fue cuando decidí que quería actuar. Luego empecé a dar clases de baile, interpretación, piano y hasta de equitación. A esa edad yo sabía que quería poner todas mis emociones, mi dolor y mi energía en el arte. Yo soy muy hiperactiva, y desde muy pequeña empecé a trabajar y a dedicarme a hacer muchas cosas al mismo tiempo.

Creo que a raíz de la muerte de mi padre comencé a odiar mi vida, crecí con tristeza, y lo que quería era escapar, ser otra persona, quería tener sentimientos ajenos, siempre quise desaparecer detrás de la existencia de otros. Y eso es precisamente lo que me ha dado la actuación.

 

Al haber empezado tan joven, ¿tuviste un modelo a seguir?

Pienso que un buen artista es 100% él mismo, y por eso lo que haga será auténtico. Si deseas ser como alguien, no conseguirás ser feliz en tu vida. En este trabajo tampoco se trata de una competición o de ser mejor que los demás. Solo tienes que intentar una cosa: no sabotearte a ti misma.

sokoentrevista1
La actriz y cantante a su llegada a la 69ª Edición del Festival de Cannes para presentar la película. © Getty Images

¿Cómo reaccionó tu madre cuando le dijiste que ya no querías ir al instituto?

Yo tenía 16 años y… ¡se volvió loca! [ríe]. Es que si sabes lo que quieres hacer en la vida y ya estás trabajando en ello… en mi caso solo me quedaba un año para terminar, así que le dije a mi madre “¡no me importa un carajo!” [vuelve a reír] porque yo ya estaba trabajando y estaba totalmente segura de que eso era lo que quería hacer.

Y, además, ‘La bailarina’ en fotogramas:

[galeria]