«Creo que este año tiene algo más importante entre manos», confesaba la mismísima Anna Wintour hace unos días. Aunque, quién sabe, aunque no se la espera (está a puntito de dar a luz a sus gemelos), Beyoncé igual se presenta en el último momento, como hizo en la edición de 2012: estaba ensayando su gira cuando se dio cuenta que la fiesta era esa misma noche y decidió que se había quedado buena tarde y le apetecía ir.

Dicho y hecho, su equipo de estilismo -con su fiel Ty Hunter a la cabeza- se puso manos a la obra. Contactaron con el atelier de Givenchy, que tenía preparado un vestido de plumas y transparencias para «otro asunto», pero que no dudaron en ceder para Queen B. Esa noche aparecía del brazo de Jay-Z y dejaba a todos los invitados boquiabiertos. Fue la última en llegar, eso sí, pero su estilismo, que la hacía flotar en una nube de plumas azabache y púrpura, la elevó a la categoría de mejor vestidas… en una noche en la que la moda es la protagonista y todo gira en torno al look.

Nada. una cosita así sencilla, de esas que se improvisan en el último momento. © Getty Images

El lunes, sin embargo, la diva no está confirmada ni como asistente ni como anfitriona (labor que ha ejercido en varias ocasiones). Pero que nadie llore, que deja a una buena sustituta en el cargo: Gisele Bundchen y su marido Tom Brady se encargarán de recibir a los invitados (junto a Anna Wintour, Katy Perry y Pharrell Williams).

Echaremos de menos a Beyoncé, pero nos consolamos somos así de fáciles repasando sus mejores momentos en la historia de la gala del Met: cinco vestidos de Givenchy, uno de Emilio Pucci, uno de Armani Privé y otro de Roberto Cavalli. Todos proyectados por su estilista, Ty Hunter, y ordenados de mejor a peor.

¡Criterio-Grazia!

[galeria]