Esta semana hablábamos de lo increíble que era David Beckham como padre, ya que intentaba siempre estar ahí para ellos y -lo mejor de todo- lo compartía con todos sus fans a través de sus redes sociales.

Ahora es el turno de Serena Williams. La tenista estadounidense se convirtió en mamá en septiembre del año pasado de una preciosa bebé llamada Olympia Ohanian. De hecho, la puedes seguir en Instagram porque su madre y su padre (Alexis Ohanian) la gestionan y con muchas de sus publicaciones hemos muerto de amor.

Daddy knows how much I love leopard print.

Una publicación compartida de Alexis Olympia Ohanian, Jr. (@olympiaohanian) el

A principios de julio la súperutenista escribía en su Twitter: “Dio sus primeros pasos… Estaba entrenando y me lo perdí. Lloré”.

Inmediatamente, el aluvión de comentarios positivos se hicieron notar. Demostrando que Serena no solo es una súper deportista sino también una súper mamá que le está enseñando valores a su hija. Quizás, entre el aluvión de mensajes bonitos el que más nos gustó fue uno en el que alguien le dice: “Si no lo ha visto mamá, no cuenta. Solo es válido hasta que mamá lo vea”.

El 18 de julio, Selena nos dejaba otra imagen llena de ternura en la que celebraba no haberse tenido que separar de su hija:

Pero a finales de mes nos dejaba otro post un poco más duro en el que señalaba que había días en los que se le hacía súper difícil dejar a su hija e irse a trabajar:

De esta manera, Serena nos enseña que no solo es una súper tenista, también es una madraza real que sufre por dejar a su bebé mientras ella tiene que ir a trabajar. ¡Ánimo Serena, lo estás haciendo muy bien!

Fotos: Getty Images