Cuando corremos, cada vez que pisamos, el pie está soportando varias veces el peso de nuestro cuerpo -con más intensidad que caminando-, por lo que es con diferencia la parte que más sufre en el entrenamiento.

© Marquez
© Marquez

Más allá de ampollas, rozaduras o papilomas, los pies se resienten cuando corremos y poco a poco se van haciendo más feos. Las causas de estos problemas son variadas, si bien la propia carrera es una de ellas, hay más: desde elegir mal los calcetines o las zapatillas hasta haber cortado demasiado las uñas.

La regla de oro es: lavarse y secarse bien los pies, hidratarlos, cuidarse las durezas y cortarse bien las uñas.

Para evitar las molestias y no agravar más el problema, la experta Luisa Lago, del centro de estética Luisa Lago (Barcelona) nos propone este manual para realizar la pedicura en corredoras:

  1. Limar las uñas no demasiado cortas. En muchos casos se cae en el error de cortarlas demasiado, con lo que los impactos provocan inflamación en los dedos, durezas y uñas encarnadas.
  2. No eliminar en exceso las durezas de la planta del pie, ya que favorecemos la formación de más durezas y quitamos la almohadilla natural que en estos casos amortigua los golpes.
  3. Tratar las uñas con algún anti-fúngico específico ya que los pies permanecen más tiempo del habitual humedecidos por el sudor.
  4. Aplicar una hidratación extra (como ácido úrico) y algún producto con base refrescante y que favorezca la circulación (como el mentol).

Y productos…

[galeria]