Si creías que viendo vestidas a las princesas Disney de meretrices lo habías visto todo, te equivocabas. La fiebre hipster, que se propaga con más fuerza y rapidez que el espíritu navideño en la sección de regalos de los grandes almacenes, ha terminado por alcanzar a los líderes mundiales desaparecidos. Desaparecidos de fallecidos, no de extraviados, no nos confundamos que estas fechas son muy de perder el iPhone 6 en Nochevieja, la paciencia en Nochebuena y la dignidad en Año Nuevo y nos puede traicionar el subconsciente.

Este milagro que aúna pasado y presente, como la Puerta de Alcalá de Madrid en la célebre canción de Ana Belén, lo ha logrado el ilustrador Amit Shimoni con su serie Hipstory en la que disfraza a relevantes políticos mundiales del Siglo XX, y alguno más viejuno de regalo, como nuestros contemporáneos hipsters. Más que guapos, divertidos ha “retratado” a John F. Kennedy, Mahatma Gandhi, Che Guevara, Vladimir  Lenin, Nelson Mandela, Abraham Lincoln, Margaret Thatcher, Winston Churhill y Mao Zedong con ropas mal llamadas modernas.

Sorprende la ausencia total de barbas ¿o llevar barba ya es mainstream? ¿o es patrimonio único de los lumbersexuales y de Papá Noel? No lo sé, pero puede que tras escribir estas líneas corra a afeitarme para luego negar que voy por la vida de alternativo. Cuanto más lo niega uno más hipster es,  regla de oro.

No figura ningún español en esta lista, como en casi ninguna, y es una pena, porque yo hubiese pagado mi buen dinero por ver a Lola Flores –que no era política pero daba unos discursos buenísimos pitillo en mano- con los looks de su nieta Alba o al Rey Juan Carlos en monopatín como su ex yerno Marichalar. Una pena.

[galeria]