Son pequeños tesoros que nos hacen sentir especial al hacer algo tan sencillo y cotidiano como lavarnos (vale, para algunos no es cotidiano, pero a ellos no les dedicamos este tema). Además teniendo en cuenta que los jabones pesan mucho menos que una botella de vino, en Grazia los hemos adoptado como detalle perfecto para regalar a la amiga/abuela/madre/tía que nos invita a su casa a cualquier cena, comida o celebración. ¿Por qué no les das una oportunidad tú también?

Hay uno para cada anfitriona, ¿encuentras a la tuya?

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