Dos semanas desde el cierre por todo lo alto de la alfombra roja de Cannes y las celebs de este universo ya contaban los días para el siguiente sarao. La cita estaba fijada para la noche del lunes en Nueva York, en el pabellón Alice Tully del Lincoln Center, para toda una lista de invitados que incluía a los diseñadores americanos más reputados, a las modelos favoritas (y con más likes, que es lo mismo) del momento, también a alguna que otra actriz y, por último, a algún personaje de profesiones varias (hola, Kim y Kanye).

Amanda Seyfried, de Rodarte, a su llegada al pabellón neoyorquino. © Cordon Press
Amanda Seyfried, de Rodarte, a su llegada al pabellón neoyorquino. © Cordon Press

La tarde se presentaba lluviosa, pero nada podía impedir que los brillos eclipsaran al mal tiempo. La ocasión lo merecía: el CFDA (Council of Fashion Designers of America), la asociación de diseñadores más influyente de América desde hace más de 50 años (y de las más poderosas del mundo) entregaba sus galardones anuales. Encargados de reconocer «las aportaciones a la moda americana por parte de creadores de todas las áreas de la industria», en esta edición 2015 la lista de nominados congregaba a muchísimos nombres conocidos: de Marc Jacobs a Proenza Schouler o Michael Kors, pero las grandes triunfadoras de la noche fueron, una vez más (repiten el galardón que obtuvieron en 2012) las gemelas Mary-Kate y Ashley Olsen con su firma The Row, que se fueron a casa con la mención más codiciada de la velada, a las mejores diseñadoras de una línea femenina.

Pero no fueron las únicas. Junto a ellas también subieron al escenario Tom Ford (diseñador de línea masculina), Tabitha Simmons (accesorios), Rosie Assoulin (firma femenina emergente), Hood by Air (firma masculina emergente) y Mansur Gavriel (firma de accesorios emergentes).

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