Moda
Vale, sí: igual hace ya algunos años que nos graduamos pero, aún a estas alturas, hay algo que sigue doliendo: ¿por qué narices el instituto no era como los de las series americanas? ¿Eh? ¿Por qué no se tiraban birretes por los aires? Y lo que es peor, ¡¡¡¿por qué ni siquiera había birrete?!!!
En los institutos americanos (high schools, empapémonos de lleno en el tema) todo es mejor. Todos son más felices (menos los losers), todos se lo pasan mejor (menos los losers) y todos se recorren los pasillos sin ton ni son para dejarse ver (en este caso, los losers también, pero los pobrecitos solo consiguen que les tiren el granizado helado a la cara). Total, que hubiese molado ser de las ‘guays’ en un high school americano, paseando los libros abrazándolos mientras tu BFF (la de hoy, mañana ya veremos) te cuenta lo súper fuerte que es que Mindy hiciera manitas con Cory, el quarterback, en su habitación forrada de papel de flores rosas.
En fin, idilios aparte, en este momento del año gente como tú hace una década está terminando el instituto y buscando su modelito para graduarse (solo un apunte sin importancia: esta gente nació en 1997. ¡¡Esta gente ya conduce y va a entrar a la universidad!! Nacieron en 1997. Tú recuerdas con toda claridad qué hacías en 1997. De nada). Total, que esta es la época perfecta para ponernos a recordar aquellos años en los que las series de instituto americano nos hacían soñar con faldas de tablas y cafeterías categorizadas; pero, ey, que ni Sensación de vivir, ni Salvados por la campana, ni Chicas Malas (¡ni siquiera High School Musical o Glee!) os vuelvan a hacer pensar que vuestra adolescencia no moló todo… a pesar de no tener taquilla:
1. Las animadores del instituto son lo más.
Son de otra casta y parten el bacalao entre las chicas. Generalmente son bastante odiosas, tanto como populares. Perdón, popus, que ya me lío.
2. El traje de animadora no solo se lo ponen para animar.
Van con él a todas partes. Se nota, se siente, la animadora está presente.
3. Su equivalente masculino es el jugador de fútbol americano.
En otra escala está el de baloncesto, que también es guay, pero menos. La pareja animadora + (inserte el principal jugador del deporte en cuestión) es mítica e imprescindible.
4. Por lo general el jugador medio no es precisamente Einstein…
Pero va a la universidad por las becas para deportistas ya que por las notas no iría ni de coña, no nos engañemos.
5. En todos los institutos hay una radio.
Y un periódico. Los que la llevan no son los más guays, aunque hablan de ellos constantemente. La cantidad de actividades extraescolares es ilimitada, y todas son megamolonas (nada de judo ni cosas así).
6. Si eres de los molones, en el pasillo es donde se muestra tu poder.
Las chicas populares pasan y todos cuchichean y besan sus pies.
7. Si eres un apestado se abrirán las masas como si fueras Moisés cruzando el Nilo.
Si eres un loser es una pena, pero posiblemente en el pasillo te hagan la vida imposible.
8. En los institutos americanos no tienen una única clase.
Van de un lado a otro todo el rato. Esto lo hacen para pasearse por el pasillo, claro, y aquí volvemos al punto 6.
9. Si hay dos gemelas, una es lista y la otra tonta.
En sus distintas variantes. Si hay dos hermanos también suele pasar lo mismo. Es curioso.
10. En la cafetería se sientan separados por tribus.
Los molones con los molones, los nerds con los nerds, y aquellos que nadie sabe qué son… bueno, esos no deben existir en los institutos porque nunca salen.
11. Llevar gafas es de perdedores.
Sacar buenas notas también, lo que hace que los populares, por lo general, sean bastante limitados (como ya dijimos anteriormente). Hasta que topan con el nerd que les da clases, y descubren que no son tan tontos unos, ni tan nerds los otros, y que esa loser si se quita las gafas es poco menos que una diosa del Olimpo. Lo típico.
12. Se hacen listas de pros y contras para todo.
En un papel rayado en lugar de con cuadritos como en España, porque así queda más limpio. Los problemas de Estado deberían resolverse igual.
13. Las fiestas que se montan son míticas.
Si yo fuera madre en Estados Unidos jamás dejaría mi casa sin nadie por temor a que la tiraran por tierra. Me atrincheraría ahí y sólo compraría online por si acaso mi retoño me la liara parda y me llenara el salón de vasos de cartón rojos con restos de ponche dentro.
14. A los 16 se conduce.
Y tienen coches, generalmente auténticas carracas. Salvo que tengas dinero y seas popu. Entonces llevarás coches que ni en tres vidas me podré permitir yo.
15. Y los coches son muy útiles para tener las primeras experiencias sexuales.
A lo largo de todo el país debe haber montañas/lagos/huertos del amor donde los adolescentes le dan al fornicio. O eso, o se van a los autocines a hacer que bostezan y meter mano disimuladamente. Lo típico, vamos.
16. Si al terminar el instituto eres virgen igual tienes un problema.
Porque de ahí no se sale sin las pertinentes experiencias sexuales; ¿qué van a pensar si no de ti en la universidad? ¡Hombre, por favor!
17. Montar coreografías con las amigas mola.
Porque en los institutos americanos todos tienen talento para el baile, ¿vale? Y si quieren hacer un musical, pues lo hacen.
18. Montárselo todos con todos también.
¡Vivan los grupos endogámicos!
19. De una taquilla puede salir cualquier cosa.
Porque punto número 1, todos tienen taquilla, y punto número 2, ¿quién no ha querido tenerla aquí para decorarla como si nos fuera la vida en ello? Todo ese papel de la Bravo y la SuperPop desperdiciado…
20. Algunos tienen que trabajar.
En los institutos algunos tienen pasta a mansalva (los mismos que los del buga molón), pero otros tienen que currar y, generalmente, por alguna extraña razón, los trabajos vienen acompañados de uniformes WTF.
21. Ir conjuntada con las amigas es guay.
Parece que en Estados Unidos las chicas a veces se llaman para ponerse de acuerdo en la ropa. Bueno, parece no: es una realidad, sobre todo cuando la abeja reina es Regina George.
22. No solo saben cantar, sino que lo hacen de repente.
Y oye, montan unos shows la mar de apañados. Porque tienen banda y ahí toca la tuba hasta el tato y eso pues da bastante color, dónde va a parar.
23. Da igual a qué edad sea legal beber
Todos beben antes. A las fiestas en casas de padres que no están me remito.
24. El baile del instituto es el culmen de tu vida social.
Y ser la reina o el rey es a lo máximo que puedes aspirar en tu vida. ¿Las becas Fulbright? ¡Sobrevaloradas!
25. Estados Unidos no es un país para minorías.
Los negros nunca son los guays, ni tampoco los latinos. Y si eres gorda a lo más que puedes aspirar es a amiga de la que acaba ligándose al tío bueno.
(Posiblemente cualquier tipo de parecido con la realidad es pura coincidencia pero… ¡reclamaciones a Hollywood!)