Con algo menos de 80.000 habitantes, Andorra es un país, pero también un pueblo. Vamos, que tiene lo mejor de las grandes ciudades, pero también los beneficios del campo. Una dualidad que la convierte en un destino perfecto para una escapada de otoño por muchas razones. Aquí cinco:
El valle de Andorra la Vella, infinitas posibilidades en pocos kilómetros cuadrados. © Getty Images
El valle de Andorra la Vella, infinitas posibilidades en pocos kilómetros cuadrados. © Getty Images
1. Por las compras:
Vale que ya no sea la Andorra de hace medio siglo, cuando la gente cruzaba la frontera a comprar un transistor, pero aún así sigue valiendo la pena dar una vuelta por ‘la calle de las tiendas’ en busca de gangas e interesantes ofertas. Especialmente estas semanas, en las que se celebra el Andorra Shopping Festival (hasta el 13 de noviembre). Un evento que regresa a la capital andorrana por cuarto año consecutivo para llenar sus calles de compradores desenfrenados que disfrutan de descuentos, talleres, música en directo, actividades infantiles…
Evidentemente (y por razones obvias tan sencillas como la proporcionalidad), las diferencias más grandes de precio se pueden disfrutar en artículos de lujo. Por ejemplo, unos 50 euros de ahorro en un bolso de Furla o hasta 200 en uno de Loewe.
Pero quizá las ofertas más interesantes se puedan encontrar en el departamento de perfumería. Por ejemplo, el nuevo cepillo portátil de Clarisonic puede comprarse por 178,20€ en Perfumería Julia (frente a los 220€ de su tienda oficial); mientras que en las planchas de GHD podrás ahorrar unos 30 euros; el best seller de Bioderma, su agua micelar, puede comprarse a mitad de precio que en la Península; y algo parecido sucede con los grandes éxitos de las principales firmas de farmacia (Avène, La Roche-Posay, Vichy…).
Rebajas a las que, además, se suman los descuentos efímeros que se ofrecen durante las semanas que dura el festival: por ejemplo, un 20% en bolsos seleccionados en la multimarca Gallery, que cuenta en sus estanterías con piezas de Balenciaga, Fendi o Anya Hindmarch o un 50% en el segundo bolso de firma en los grandes almacenes Pyrénées (Longchamp, Coach, Burberry, Moschino…).
La 'calle de las tiendas' se viste de gala durante el Andorra Shopping Festival. © Cortesía de Turismo de Andorra
La ‘calle de las tiendas’ se viste de gala durante el Andorra Shopping Festival. © Cortesía de Turismo de Andorra
2. Por la comida:
La gastronomía andorrana, a medio camino entre Cataluña y Francia (en el sentido metafórico y literal), mezcla lo mejor de ambos mundos sumándole guisos de montaña capaces de hacer revivir a un muerto. La combinación se traduce en que lo mismo encuentras garbanzos que foie en las cartas de los mejores locales.
Además, hasta el 28 de noviembre muchos de los restaurantes de Andorra la Vella celebran Andorra a Taula, una acción que presenta completísimos menús por entre 23 y 35 euros.
Tapas y bocados gourmet en Cal Marquet.
Tapas y bocados gourmet en Cal Marquet.
3. Por la montaña:
Sí, por la nieve, pero también por las innumerables actividades que ofrece el entorno. Desde rutas de senderismo aprovechando las inmejorables vistas hasta escalada, escapadas en bicicleta o recorridos con raquetas por las nevadas laderas. Si se busca algo más cultural, el pequeño país ofrece más de 40 monumentos románicos, pequeñas joyas medievales contenidas en muy pocos kilómetros cuadrados.
¡Y a respirar aire puro! © Getty Images
¡Y a respirar aire puro! © Getty Images
4. Por las visitas:
A las iglesias y monumentos románicos el país añade varios museos de lo más variopintos. ¿Por ejemplo? El Centro de Arte Escaldes-Engordany, el Museo de Arte Sacro o la Casa Museo d’Areny-Plandolit.
Algo más prosaico, pero igualmente imperdible, el Museo del Perfume en el centro de la capital. Este imprescindible para beauty-addicts recorre la historia de los aromas, de Oriente a Occidente; una colección que nos hace viajar a un tiempo en el que los aromas eran vistos como sinónimo de hechizos o embrujos, prohibidos, condenados o anhelados. Olores pero también, como no, las artes decorativas que les han acompañado a lo largo de todo este tiempo en forma de frascos, etiquetas o envoltorios.
El 'Museo del Perfume' de Perfumería Julia es un imprescindible para adictas al mundo de la belleza.
El ‘Museo del Perfume’ de Perfumería Julia es un imprescindible para adictas al mundo de la belleza.
5. Por sus aguas termales:
Las aguas termales de Escaldes-Engordany, de las que se alimentan tanto Caldea como Inúu, son ricas en azufre, minerales y sodio. Brotan a 70ºC y, utilizadas de manera natural, ejercen una acción antiálgica, cicatrizante y descongestionante que están especialmente recomendadas para pieles alérgicas y con problemas, pero que también agradecerá cualquier cuerpo o alma magullado tras unos días intensos llenos de planes. Un fin de fiesta de lujo para una escapada de lo más completa.
¿Y para terminar por todo lo alto? Una mañana de relax en las aguas termales de Inúu.
¿Y para terminar por todo lo alto? Una mañana de relax en las aguas termales de Inúu.